Este martes el Parlamento Europeo votó a favor del informe sobre "Política deportiva de la Unión Europea: evaluación y posibles vías de progreso", que a pesar de oponerse "a las competiciones escindidas" ha sido celebrado por la Superliga por su llamamiento a favor de "más solidaridad y competencia".
La votación del Parlamento Europeo no tiene efecto alguno sobre la Superliga, ya que el encargado de decidir sobre el abuso de poder de la UEFA con su monopolio en el fútbol continental será el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el cual se rige únicamente por las leyes europeas y no tiene en cuenta estos informes.
Por tanto, los fundadores de la Superliga confían en que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea les dé la razón en base a los artículos 101 y 102 del Tratado de Funcionamiento de la UE. Lejos de ser un frenazo a Real Madrid, Fútbol Club Barcelona y Juventus, la votación del Parlamento no tiene efecto alguno sobre la partida legal que juega la Superliga contra la UEFA.
El artículo 101, antes mencionado, rechaza los acuerdos entre empresas que impliquen "limitar o controlar la producción" o "repartirse los mercados". El artículo 102, por su parte, incide en la prohibición de "la explotación abusiva [...] de una posición dominante en el mercado interior". Un abuso del monopolio que puede estar desarrollando la UEFA tras su negativa y posterior campaña en contra de la Superliga.
Esta legislación europea es en la que confía la Superliga para tumbar, de una vez, a la UEFA y sus continuas amenazas. De hecho, el Juzgado de lo Mercantil número 17 de Madrid prohibió al organismo presidido por Aleksander Ceferin, así como a cualquier otro actor del mundo del fútbol, impulsar campañas y sanciones contra los impulsores de la Superliga.
Si el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, tal y como esperan Real Madrid, Barcelona y Juventus, falla a favor de la Superliga y en contra del monopolio de la UEFA, el fútbol entraría en una nueva fase de expansión con un mercado abierto y en el que esta nueva competición defendería el "fair play financiero y la sostenibilidad del fútbol tradicional". Esto iría en contra de los abusos de los clubes estado, citados por la Superliga en su comunicado como "actores ajenos a la Unión Europea", y que "persiguen intereses no relacionados con el deporte".
Abierta al diálogo
En caso de que la Superliga ganara el juicio, el fallo del Tribunal de Justicia de la UE tendría que aplicarse en todos los juzgados de los estados miembro y cambiaría para siempre la historia del deporte profesional en Europa al permitir la libre competencia en contra de los monopolios de cada disciplina.
El informe votado este martes en la sesión plenaria del Parlamento Europeo contó con 597 votos a favor, 36 en contra y 55 abstenciones. A pesar de este resultado, que nada tiene que ver con lo que decida el Tribunal de Justicia, la Superliga se mostró "a disposición del Parlamento Europeo y de las instituciones de la UE para trabajar juntos".
Tal y como sucediera desde su fundación, la Superliga, y con ello Real Madrid, Barcelona y Juventus, volvieron a tender la mano a la UEFA para "entablar un diálogo constructivo" y "encontrar las mejores soluciones para el fútbol europeo". Este último, como todos los anteriores, han sido rechazados una y otra vez por un Ceferin que no ha dudado en poner a un club estado, el PSG de Nasser Al-Khelaifi, al frente de la ECA (Asociación de Clubes Europeos).
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