Victoria muy importante del Real Madrid contra el Sevilla. Vinicius salió al rescate de su equipo con un latigazo al borde del descuento. El brasileño, ovacionado por un Santiago Bernabéu rendido a sus infinitos trucos, dio los tres puntos a los blancos en un partido que tuvieron que remontar tras el tanto inicial de Rafa Mir. El gol del empate corrió a cargo de Benzema. [Narración y estadísticas: Real Madrid 2-1 Sevilla]
El Real Madrid afrontaba el choque de este domingo con la motivación de cerrar un mes de noviembre con pleno de victorias. A eso había que sumar la tranquilidad de ser el único club español con billete asegurado para el sorteo de octavos de la Champions. En el once blanco aparecía, finalmente, un Alaba recuperado de forma exprés de su lesión y se caía Rodrygo por gastroenteritis. Asensio ocupó el sitio del brasileño.
En el Sevilla, volvía Lopetegui al Bernabéu y lo hacía con su equipo que tenía que no perder para seguir enganchado a una Liga que, antes del partido, tenía en tres puntos a los cinco primeros clasificados de la tabla. Con la baja de En-Nesyri, la responsabilidad arriba era para el tridente Papu Gómez-Rafa Mir-Ocampos.
El partido empezó frío como la noche de Madrid. Más en el caso de los locales, que se congelaron en un saque de esquina rival antes del primer cuarto de hora y regalaron así de pronto un gol. Balón que pone Acuña y remata de cabeza Rafa Mir en el primer palo, solo y sin tener ni que despegar las botas del césped. Uno de los mejores cabeceadores de La Liga y sin marcador en un córner no falla y eso es casi una ciencia irrefutable.
El Madrid se congela y Mir golpea
Minuto 12 y ya le tocaba remontar a un Madrid que debía espabilar cuanto antes si no quería recibir un daño mayor en el inicio de partido. De hecho, la tuvo el equipo de Julen Lopetegui en varias oportunidades siendo la mejor de todas una doble ocasión en la que Alaba, desde la línea de gol, y luego Courtois, con su mano salvadora de cada partido, evitaron el segundo hispalense.
Con muy pocos pases el Sevilla generaba peligro y, mientras tanto, en el lado blanco el único que parecía haber salido espabilado al partido era Ferland Mendy. El francés hace ya que olvidó su grave lesión, vuelve a ser una bala por su banda y hasta se atreve a 'homenajear' a un Zinedine Zidane presente en el palco con su característica ruleta. Hasta el minuto 26 no llegó el primer disparo a puerta del Madrid, por Vinicius, que paró en dos tiempos Bono, inseguro en el día de hoy (y luego entenderéis por qué).
Llegados a la primera media hora de partido, el que seguía dominando era el Sevilla. Lucas Ocampos, calidad y desequilibrio siempre al servicio de su equipo, hizo que muchos aficionados se llevaran las manos a la cabeza con un disparo desde la frontal que se acabó estrellando en la cruceta de la portería merengue. Perdonó otra vez el cuadro andaluz y ya se sabe lo que suele ocurrir en estos casos en el Santiago Bernabéu...
Cuando perdonas al Madrid...
Dos minutos después de aquella acción del Sevilla, replicó un Militao que se atreve a todo con un fusilazo desde todavía más lejos. Se le complicó a Bono, que erró en su intento de atajar el tiro. La pelota salió disparada contra el palo derecho y ahí estaba Benzema para cazarla y meter su undécimo gol en Liga de la temporada.
De vuelta al empate en el marcador, el Madrid ya si empezó a adueñarse del juego y controló el ritmo del partido en los últimos quince minutos de la primera mitad. El Sevilla pidió un penalti de Alaba a Ocampos, que el VAR no revisó, y casi metió Asensio en el otro lado. Sonaba el silbato del colegiado y ambos equipos se iban al descanso con mejores sensaciones para los blancos pese a haber sufrido antes y de qué manera.
El partido se reanudó y tardó poco en llegar la primera jugada peligrosa. Segunda vez que armó la pierna izquierda Asensio desde fuera del área y segunda vez que el balón se iba a pocos centímetros del larguero. Lo tuvo cerca el Madrid, algo tieso de centro del campo para adelante lo que daba ventaja a dos bestias físicas como Acuña y Montiel, sus laterales. No se lo creían del todo los de Lopetegui y no había ocasiones en el área local.
Había que mover piezas y Ancelotti llamaba a filas a dos todoterrenos: Camavinga y un recuperado Fede Valverde. Se iban Asensio y Modric. Acto seguido el Bernabéu reclamó un posible penalti por mano de Diego Carlos, al que le cayó la pelota del cielo y, efectivamente, dio la pelota en su extremidad, pero ya no se sabe cuándo se pitan y cuando no estas acciones.
El mago Vinicius
El empate no era un buen resultado para el Madrid por las victorias de Atleti y Barça y en los minutos finales se volcó al ataque. Quizás algo tarde viendo cómo fue el resto de la segunda parte. Pero en estos minutos es donde la magia suele ocurrir y si hay uno sobrado de trucos es Vinicius. El brasileño, desaparecido casi en todo el partido, hizo un juego de prestidigitación que levantó a todo el Bernabéu de sus asientos.
Vinicius fue letal con su pierna derecha, con la que se sacó un latigazo desde fuera del área que se acabó colando por la escuadra de la portería de un Bono que se estiró todo lo que pudo para nada. Ahí era imposible llegar. El menino todavía pudo liarla más poco después, pero fue derribado en el área rozando el penalti.
Con esas, el Madrid es más líder aprovechando el pinchazo de la Real Sociedad ante el Espanyol y ganando a un rival directo en este primer tramo de La Liga. Lo más importante es que mantiene la brecha de cuatro puntos con sus vecinos, los de Simeone, que son segundos.