Karim Benzema ruge más que nadie en San Mamés y el Real Madrid cierra el año ganando al Athletic

Es el rival al que más goles le ha hecho y sigue ampliando su cuenta. Lo de Karim Benzema con el Athletic Club roza el abuso. Los 17 tantos que ha anotado el francés ante los vascos les convierte en el rival preferido. El Real Madrid superó al conjunto rojiblanco en San Mamés con doblete del galo que sigue destacándose como el gran goleador de La Liga; suma ya 15. Toda la acción sucedió en una primera parte muy intensa que hizo vibrar a todo aficionado que presenció el encuentro. [Narración y estadísticas: Athletic Club 1-2 Real Madrid]

Es el mejor jugador de la competición y lo sigue demostrando. Había pasado por un pequeño valle, pero termina su 2021 de forma increíble. Los blancos siguen dependiendo de su acierto, sobre todo ante la ausencia de los hombres importantes del centro del campo. Quizá el Real Madrid controló menos el partido, pero los hombres de refresco, Camavinga, Hazard y Valverde, hicieron un gran esfuerzo físico para aprovechar que el choque iba a ser muy abierto.

Ancelotti dio continuidad a Eden Hazard y el belga hizo la inversa al último encuentro: estuvo mejor en la primera mitad que en la segunda. No tiene el ritmo necesario para aguantar todo el partido, sobre todo con la intensidad que exigía este. Aún así sigue demostrando brotes verdes. Más ofuscado estuvo Vinicius, con la sensación de que le sacaron del partido con varias acciones punibles que el árbitro no pitó. Le sacaron la cuarta tarjeta amarilla de la temporada y ninguna de ellas ha sido por hacer una falta.

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Plantó cara un Athletic que intentó aprovechar algunos desajustes defensivos del Real Madrid, pero que no logró ese empate que se mostraba como un caramelo con el 1-2. El equipo de Marcelino es especialmente competitivo, pero sigue adoleciendo una falta de mordiente importante. De eso se aprovechó el equipo de un Carlo Ancelotti que es campeón de invierno y que incrementa su distancia con el Atlético de Madrid hasta los 17 puntos y 18 con el Barça. El principal rival sigue siendo el Sevilla, que se queda a ocho.

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Siempre suele ser divertido ver al Real Madrid. Quizá el partido del pasado domingo ante el Cádiz fue la excepción. Este miércoles no se esperaba otra cosa ante un Athletic que siempre se desfonda en San Mamés. Había rival, pero este equipo de Ancelotti con todas las bajas por la Covid-19 todavía tiene un gran fondo. En la primera mitad hubo alternancias de control, pero sobre todo tuvo una intensidad que hizo de este encuentro uno de los más bellos.

Y es que a los tres minutos Karim Benzema ya había rugido por primera vez en San Mamés. Tiene un idilio con el Athletic y sigue abusando de este rival. El francés se inventó una nueva obra de arte desde fuera del área y escorado. Pero si a alguien le pareció poco, la pegó según se daba la vuelta y con una parábola increíble. Agirrezabala solo pudo posar para la fotografía.

El partido era un no parar y Benzema volvió a cazar en el área rojiblanca. En una buena acción individual de Hazard, el francés aprovechó que Unai Núñez le regaló el balón. Karim estaba en fuera de juego, pero al ser un balón servido por el rival no se define como ilegal la acción. El delantero galo se tuvo que jugar el tipo ante el guardameta del Athletic para meter el balón en la portería. Media espalda se quedó en ese trozo de césped de 'La Catedral'.

Oihan Sancet se puso celoso. Además, sabía que solo había una posibilidad para superar a un Thibaut Courtois que llevaba cinco partidos seguidos imbatido: tenía que hacer un golazo. Dicho y hecho. El joven león que empieza a dar sus primeros zarpazos en San Mamés levantó a su afición con un disparo colocado al palo derecho del guardameta belga. El balón se metía en la portería. Solo habían pasado diez minutos desde que el árbitro dio el pitido inicial.

Los Williams lo intentan

En el resto de la primera mitad se calmaron las aguas entre los dos equipos. Aunque siguió siendo un correcalles, sobre todo hasta el minuto 30 de partidos, los dos clubes pactaron un parón en forma de más control de balón por parte del Real Madrid. Pero no hubo más ocasiones claras en toda la primera mitad. La realidad es que a Thibaut Courtois, más allá del gran tiro de Sancet, no le chutaron sobre su portería con peligro. Sí crecerían las ocasiones de los rojiblancos en la segunda.

Los dos hermanos Williams fueron las principales razones de ataque para los leones, como viene siendo habitual en la temporada. Los merengues empezaban a sentir el cansancio de la intensidad del partido y Ancelotti tampoco quería hacer cambios. La sensación de que el partido se estaba poniendo más de cara del equipo local. Aún así el Real Madrid demostraba que a la contra podía matar con una gran ocasión de Hazard que Agirrezabala sacaba con una mano abajo providencial.

Los minutos finales dejaron el momento de cada partido de Courtois, cuando sacó un mano a mano a Nico Williams. También llegó el deseado debut de Peter Federico, el canterano que está despuntando en el Castilla esta temporada. Lo que quedará de este partido, a pesar del sufrimiento, es que el Real Madrid es el equipo más regular de esta temporada de La Liga por cómo sabe aguantar los resultados y por el juego que está exhibiendo. Sobre todo un Benzema, que se marchó ovacionado por San Mamés.

Athletic 1-2 Real Madrid

Athletic: Agirrezabala; De Marcos, Yeray, Núñez, Balenziaga (Lekue, min. 62); Zarraga (Nico Williams, min. 57), Vencedor, Dani García, Muniain (Serrano, min. 84); Sancet (Raúl García, min. 62) e Iñaki Williams.

Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez, Nacho, Militao, Mendy; Camavinga, Kroos, Valverde; Hazard (Peter Federico, min. 86), Benzema (Jovic, min. 90) y Vinicius (Mariano, min. 85).

Goles: 0-1, min. 3, Benzema; 0-2, min. 7, Benzema; 1-2, min. 10, Sancet.

Árbitro: César Soto Grado (Comité Riojano). Mostró tarjeta amarilla a los locales Vencedor (min. 43) y Balenziaga (min. 61) y a los visitantes Vinicius (min. 42) y Camavinga (min. 62).

Árbitro VAR: Antonio Mateu Lahoz (Comité Valenciano).

Incidencias: Partido adelantado de la jornada 21 de Primera División, disputado en San Mamés ante 42.722 espectadores.