El Real Madrid partía como favorito en El Clásico y cumplió con su papel. Victoria blanca en Arabia Saudí contra un Barça que peleó hasta el final, pero siempre fue a rebufo en el partido. Algo así viene ocurriendo a todos los niveles, tanto dentro como fuera del campo, entre los dos grandes del fútbol español desde hace varios años.
El Clásico tiene dueño. Es la frase que se repetía en las redes sociales tras el pitido final del partido de la Supercopa de España, que contra todo pronóstico se tuvo que decidir en la prórroga (2-3). El choque se alargó, pero el resultado acabó siendo el esperado y ya van cinco victorias seguidas del Real Madrid contra el eterno rival: 682 días de dominio absoluto y 1.047 días sin perder contra el cuadro culé.
La supremacía del Madrid en los Clásicos ha ido casi de la mano con la pandemia. Todo empezó el 1 de marzo de 2020, en un partido que se llevaron los blancos con goles de Vinicius Jr. y Mariano. Nadie entonces sospechaba que el fútbol (y la vida, en general) tendría que pararse por completo poco después. Los siguientes partidos entre ellos tendrían que ser sin público, uno en el Camp Nou (1-3) y otro en el Di Stéfano (2-1).
Ronald Koeman solo conoció la derrota contra el Madrid como entrenador del Barça. En la temporada 2020/2021 cayó en casa en un partido que empezó con dos goles tempraneros de Fede Valverde y de Ansu Fati, pero que luego se encarriló con los tantos de Sergio Ramos, de penalti, y Luka Modric. En la vuelta de Liga, en abril, dos goles de Karim Benzema y Toni Kroos valieron a los merengues para ganar sin que un tanto posterior de Mingueza modificara el resultado final. Zinedine Zidane se fue sin perder contra el Barça en su segunda etapa como técnico del Madrid.
El último Clásico de Koeman, ya esta temporada, calcó el resultado de su anterior enfrentamiento (1-2). Lo más importante es que volvió el público. El técnico neerlandés, que solo duró un partido más tras esto, pareció irse sacando algo en positivo: "Hemos demostrado que no somos inferiores al Real Madrid". Por su parte, Carlo Ancelotti se reestrenó ante el Barça con triunfo para acabar con la era Koeman. El italiano se sumó otro tanto este miércoles amargando el debut de Xavi Hernández como entrenador en el gran partido del fútbol español.
La primera vez que Barça y Real Madrid se enfrentaron de forma oficial fuera del estado español acabó en victoria blanca. Más sufrida de lo esperado, sí, pero triunfo al fin y al cabo. Vinicius, Benzema y Valverde, todos ellos ya goleadores en los últimos Clásicos, pusieron siempre a su equipo por delante en el marcador y al Barça no le tocó más que remar y remar para morir en una orilla que, siendo realistas, era inalcanzable.
El Barça mejora, pero volvió a quedar claro que todavía le separa mucha distancia de su principal enemigo. El Madrid le barrió en los primeros 25 minutos y luego bajó drásticamente el ritmo, lo que dio vida a los de Xavi, pero sin susto final. La realidad es que los goles culés llegaron de un rebote y de un despiste blanco en el área en un centro, mientras que físicamente el Barça se vio muy inferior.
Proyectos a diferente escala
Hay donde construir. Es innegable que el Barça ha sacado varios chavales (los Ansu Fati, Pedri, Gavi, Nico...) con los que crecer en los próximos años para construir un proyecto estable, pero a día de hoy el mensaje que vende Joan Laporta ("El Barça ha vuelto") parece desmedido. Perder contra un Madrid a medio gas no es suficiente.
Y el problema del Barça para futuros Clásicos parece estar más en la proyección del Real Madrid que en su propio crecimiento. 2022 será un año en el que los blancos estrenarán su nuevo Santiago Bernabéu y recibirán grandes fichajes (empezando por Kylian Mbappé), mientras en la ciudad condal luchan por inscribir a sus jugadores. Los jóvenes del Madrid, véase Vinicius, también crecen y mucho, se ha hecho una gestión económica impecable en la pandemia... El Clásico tiene dueño y el Barça está lejos de ser él.
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