Hubo más polémica en el partido. Si el Athletic Club - Real Madrid tuvo un penalti a favor de los blancos, también los rojiblancos contaron con otra oportunidad desde los once metros. Además, supuso la expulsión de Eder Militao. Un remate de cabeza golpeó en el brazo del futbolista blanco. La acción era incuestionable y sancionable. Lo que no es claro es que el árbitro pudiera sacar la cartulina roja que hará que el central no pueda estar ante el Elche en Copa del Rey.
Cuando parecía que la final estaba decantada para el Real Madrid, una buena internada de Yuri por la izquierda puso en problemas a Militao que desvió con la mano y de manera ilegal el remate de Raúl García. Tras ello, el árbitro acudió a la pantalla del video arbitraje y señaló penalti además de expulsar al jugador merengue al entender que el despeje fue realizado con el balón dirección a gol. Parecía que la jugada se iba a cerrar con una amarilla, pero el colegiado se dirigió al brasileño con otra intención.
La jugada en cuestión se produjo al minuto 87. Soto Grado interpretó que el cuero iba a portería y que era una ocasión manifiesta de gol, de modo que le enseñó al central tarjeta roja. Esa fue la clave de todo. El colegiado toma la decisión de expulsarle debido a que el balón se dirigía hacia las mallas y Militao se interpone con su brazo para impedirlo.
Pero la suerte no le sonrió al Athletic. Fue el propio Raúl García el encargado de lanzar la pena máxima y lo hizo a asegurar, es decir, al centro y fuerte. El problema que se encontró fue que Courtois no se tiró tanto hacia un lado y el cuero golpeó en las botas del portero belga, por lo que salvó al Madrid de unos minutos tremendamente agónicos en la final y evitó que los vascos creyeran en el empate.