Un español es quien controla el mercado de fichajes en Brasil. Al menos español de cuna, ya que fue criado en el país del jogo bonito, en Sao Paulo, para ser concretos. Se trata de José Antonio Calafat de Souza, conocido como Juni Calafat. Llegó al Real Madrid en 2014 y desde entonces ha captado para el club blanco grandes talentos como Vinicius o Rodrygo y tiene otro en el punto de mira, el jovencísimo Endrick, de 15 años.
Juni Calafat, con pasado en programas de televisión como comentarista de futbol internacional, lleva ocho temporadas en el Real Madrid. Aterrizó como jefe de captación en Sudamérica -su terreno perfecto en cuanto a conocimientos-, pero tardó poco en ser ascendido a jefe de fútbol internacional. Igual de rápido pasó de buscar fichajes para el Castilla a ampliar sus miras al primer equipo.
En sus primeros meses, casi sobre la marcha, reforzó al filial con jugadores brasileños como Willian José (ahora delantero del Betis) o Abner (un lateral zurdo al que las lesiones 'estropearon'). Sus primeras grandes operaciones, un año más tarde, fueron dos: Lucas Silva y Martin Odegaard. Uno salió mal y el otro bien, teniendo en cuenta que este verano dejó cerca de 40 millones de euros en las arcas del Real Madrid.
En base a su figura, el Real Madrid dio entonces un volantazo a su estrategia en el mercado de fichajes ante la fuerte irrupción de los petrodólares. Los números en los traspasos no dejaban de inflarse y el club blanco pasó a tratar de detectar a los talentos del mañana antes de costar una millonada. Juni Calafat siempre ha tenido un papel esencial, aunque en la sombra, en la gran mayoría de estas operaciones.
Vinicius, su gran éxito
El caso más singular es, seguramente, el de Vinicius Jr. Juni Calafat recibió la llamada de Wagner Ribeiro, agente de futbolistas como Robinho, a quien conocía el jefe de ojeadores del Real Madrid, que le informó de que el Barça andaba detrás de este talento al que ya seguía. Entonces Vini tenía solo 16 años y hasta Río de Janeiro se desplazó Calafat para convencerle de que la mejor opción era que vistiera de blanco.
El trabajo de Calafat es medido y exhaustivo. En el caso de Vinicius forjó una relación que a día de hoy es estrecha, como lo es con Rodrygo, a quien convenció también de ir al Real Madrid un año después. Demostrado está que tiene un talento especial para dar con las siguientes estrellas del fútbol mundial y va mucho más allá de los dos meninos que hoy ya duplican lo que el club blanco pagó en su día por ellos.
Otra de sus primeras operaciones fue la de Fede Valverde, por el que rogó al Real Madrid que le ficharan desde Peñarol. Él ya había convencido a la familia del uruguayo que el club blanco era la mejor elección, siendo este un modus operandi habitual en él.
El que hoy es el centrocampista del futuro del primer equipo aterrizó en Madrid casi de la mano con un paragüayo, Sergio Díaz, al que apodaban el Kuncito. Pero la joya del Cerro Porteño nunca cuajó como merengue. Casos como este entran en lo normal dentro del trabajo de Juni Calafat, quien es consciente de que solo unos pocos elegidos pueden triunfar en el club de las 13 Copas de Europa. Él les abre la puerta para que luego ellos forjen su propio camino.
Su fuerte apuesta por Militao
Quien ya es otro claro ejemplo de éxito en el trabajo de Calafat es Éder Militao. El Real Madrid le fichó haciendo una gran apuesta de 50 millones por su fichaje. Gustaba el neerlandés Matthijs de Ligt, pero el jefe de ojeadores insistió en que el central que necesitaba el equipo sería el brasileño. Durante un periodo, lo que tardó en adaptarse el jugador, pareció casi que Juni se jugaba su credibilidad con él. El tiempo le dio la razón.
Quizás se lo dé también con Reinier Jesus, el tercero de los jóvenes venidos de Brasil que ató entre 2017 y 2020. A este, sin hueco en el Real Madrid por exceso de extracomunitarios, le está llevando más tiempo explotar por una decepcionante cesión al Borussia Dortmund donde no cuenta. Tiene 20 años recién cumplidos y margen para demostrar por qué Calafat puso sus ojos en él.
Calafat, además, ha actuado como negociador en otras operaciones de los últimos años como las de Luka Jovic o Take Kubo. Más recientemente lo hizo con Eduardo Camavinga, encargándose él de la primera toma de contacto con el entorno del jugador. El francés pronto quedó convencido de que el Real Madrid era su gran oportunidad para el futuro.
Ahora el elegido por Juni Calafat es Endrick, la joya del Palmeiras que ni siquiera ha cumplido 15 años y tiene a toda Europa loca por él. El Real Madrid vuelve a estar en la pole por su fichaje, con el chico encandilado con la posibilidad de jugar algún día de blanco al lado de un Vinicius que también ha hecho su parte en el trabajo de persuasión. Cuando Calafat está de por medio, el Madrid espera tranquilo. Es su bala infalible en el mercado de fichajes.
[Más información: Endrick, por la vía Vinicius: el plan del Real Madrid para fichar a la nueva perla brasileña]