En el Real Madrid echaron de menos a Antonio Pintus (Turín, Italia; 1962) cuando abandonó Valdebebas. Nunca se vio al equipo blanco en mejor estado de forma que bajo la preparación física del italiano. Las tres Copas de Europa consecutivas y el hecho de ganarlo todo en Madrid lo demuestra. Ahora tiene el mismo objetivo. Quiere que el equipo de Carlo Ancelotti llegue al momento fundamental de la temporada en el mejor estado de forma y ha organizado una minipretemporada.
Este jueves ha comenzado después de que el miércoles disfrutasen los futbolistas de una sesión más suave. Salvo los cinco sudamericanos (Vinicius, Rodrygo, Militao, Casemiro y Fede Valverde), todos se han puesto manos a la obra. El único que se mantiene fuera del ritmo es Karim Benzema, que está trabajando de forma específica con los fisios para llegar a tiempo de cara a los cuartos de final de Copa del Rey ante el Athletic Club.
El parón internacional deja el próximo fin de semana sin jornada de Liga, por lo que el Madrid no vuelve a jugar hasta el jueves 3 de febrero, en San Mamés. Ahora, el técnico italiano y su preparador físico tendrán al fin lo que les suele faltar: tiempo para trabajar sin prisas, para mejorar la condición de aquellos futbolistas que vayan más justos de fuerzas y para trabajar aquello que el ritmo de dos partidos a la semana impide ensayar.
El objetivo es formar una base física de fuerza y, sobre todo, resistencia en el futbolista que le posibilite competir al máximo en las exigentes temporadas de dos partidos por semana. Si el Madrid supera los cuartos de final de la Copa, accederá a las semifinales a doble partido, lo cual le comprometerá a jugar nada menos que 11 choques en 38 días, a un ritmo de un encuentro cada tres prácticamente.
Tras el Athletic llegarán el Granada y la hipotética ida de semifinales de Copa, seguida del Villarreal y de la ida de octavos de Champions League, en París ante el PSG. Después tocarían Alavés, Rayo, Real Sociedad, la vuelta de semifinales de Copa y recibir al PSG en el Santiago Bernabéu, antes del último partido de la serie, contra el Mallorca en la isla.
Cámara de hipoxia
Este jueves, Pintus ha vuelto a calibrar el estado de sus hombres con una prueba de esfuerzo máximo con la cámara de hipoxia. Los futbolistas parecen marcianos, corriendo por el césped de Valdebebas. Hay que correr con ella mientras ese oxígeno penetra cada vez menos. Se comienza con paradas cronometradas de descanso y, según avanza el test, esas paradas se reducen hasta la nada. Se simula un entrenamiento en altura aeróbico que pone al jugador en su límite físico.
El preparador físico tiene el reto de evitar el mayor número de lesiones posible. El maratón de partidos cada tres días es un problema para los equipos, pero hay que saber reducir esa cifra. El jefe de esta parcela se ha propuesto que el equipo llegue lo mejor posible al encuentro de Champions contra el PSG el próximo 15 de febrero.
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