Vinicius Júnior está siendo el objetivo número uno de los jugadores del Villarreal para tratar de sacarle del choque. Ya sea por una mala reacción ante una entrada o por lo que está sufriendo en lo físico. El Real Madrid tiene motivos para quejarse de las dos agresiones que ha sufrido el brasileño. La segunda se produjo durante un lanzamiento de falta de Toni Kroos. El balón no había salido de los pies del alemán cuando Dani Parejo le propinó un codazo. Ni José María Sánchez Martínez, ni Ignacio Iglesias Villanueva desde el VAR, vieron algo punible.
En esta acción no se puede pitar penalti, ya que el balón no está en movimiento. Pero al ser una agresión, el VAR puede entrar perfectamente para expulsar al jugador del Villarreal. La pugna en el área es habitual. Vinicius, previamente, choca con su cuerpo con Parejo. Esto altera al centrocampista y, mirando hacia atrás, suelta su brazo propinándole un claro codazo. Desde Las Rozas, Iglesias Villanueva al menos debería haber llamado a Sánchez Martínez para revisar la acción en el monitor.
Antes, en los primeros minutos del partido, se produjo la primera agresión. Corría el minuto 15 de partido cuando, tras una cesión de Raúl Albiol a Gerónimo Rulli, el central golpeaba a Vinicius Júnior con su codo en la cara al delantero del Real Madrid. La acción parecía involuntaria en un principio, pero el jugador del Villarreal mira premeditadamente hacia atrás cuando llega el brasileño. El VAR tampoco llamó a Sánchez Martínez, que corría hacia el otro campo y no vio la acción.
El brasileño del Real Madrid está siendo objeto de muchos palos durante el choque. En esta ocasión, el centrocampista del submarino le golpea con el brazo en la cara al delantero madridista. El árbitro estaba perfectamente colocado pero no señaló nada y desde el VAR tampoco rectificaron su decisión. La acción ni tan siquiera fue una tarjeta amarilla para el jugador del Villarreal.
Finalmente, el compromiso acabó con seis amonestaciones: 2 para el Villarreal y 4 para el Real Madrid. Los dirigidos por Carlo Ancelotti no pudieron pasar del empate, convirtiéndose en este en el segundo del cuadro blanco de sus últimos cinco partidos disputados. Aunque los merengues continúan asentados en el liderato de La Liga con 54 puntos, el Sevilla aprieta por detrás con 50.