Ha pasado mucho tiempo desde que el Santiago Bernabéu viera por última vez de corto a Gareth Bale. Lo del futbolista galés ha sido una historia trágica durante los años recientes, entre las lesiones y la ruptura total con el aficionado del Real Madrid. Todo está por terminar pronto, con solo 83 días por delante hasta que el delantero deje de tener contrato con el club blanco.
Bale ha sido la cara y la cruz demasiadas veces en el Real Madrid. Sus goles y sus títulos ganados le encumbran en la historia de la entidad, pero esto a veces ha quedado ensombrecido por otros asuntos que le han llevado a su situación actual: sin contar para Ancelotti y con el club esperando para quitarse de encima su salario. Aún así, todos sueñan con un 'last dance' del 'Expreso de Cardiff'.
En los últimos días se ha hablado sobre cómo ha de irse Bale. Han pasado casi nueve años desde que fichó por el Real Madrid, pero los últimos tres los ha pasado en el banquillo o en la grada (tanto con Zidane como con Ancelotti) o, incluso, cedido en el Tottenham (caso de la temporada pasada). El final se acerca y se abren las puertas a una despedida que represente los buenos momentos del galés de blanco.
En eso están todos de acuerdo, cada cual con su forma de expresarlo. Esto decía su agente, Jonathan Barnett, esta semana: "Si los aficionados le hubieran transmitido cariño, todo habría sido diferente. Dentro de unos años mirarán hacia atrás y recordarán al gran jugador que estuvo en el Real Madrid y lo que hizo por este club. Se van a arrepentir. Espero que esta temporada se despidan de él como merece".
En la misma línea se encuadraba Ancelotti en su última rueda de prensa: "Gareth Bale está bien, en buena condición física. Lo ha demostrado con Gales y quiere demostrarlo aquí. Quiere terminar bien en este club. Ha tenido problemas, no ha jugado, pero ha entrado en la historia de este club".
La oportunidad de reengancharse
¿Quiere decir eso que Bale tiene ganas de su último gran momento con el Real Madrid y que Ancelotti le va a dar la oportunidad? Todo apunta a que sí, pero para ello hay que superar un asunto algo enquistado: ver a Gareth jugar en el Santiago Bernabéu. La leyenda de Cardiff no lo hace desde el 26 de febrero de 2020, en la ida de los octavos de final de la Champions League contra el Manchester City.
Este sábado se cumplen 773 días de la última vez de Bale jugando en el Bernabéu. En este punto, es difícil adivinar si al haber pasado tanto tiempo volvería ser bien recibido por la afición, seguiría siendo pitado o se le vería con indiferencia. La duda, por lo dicho por Ancelotti este viernes, se puede resolver hoy mismo contra el Getafe.
Si Bale puede volver a contar, ha de hacerlo ya. Parece que está en su mejor momento de forma de los últimos meses, saliéndose con Gales durante el parón y entrenándose a fondo en Valdebebas por lo que se airea desde allí. Para Ancelotti puede ser clave tener enchufado a un jugador como Bale con La Liga y la Champions en juego en las últimas semanas del campeonato.
Al Madrid solo le quedan cinco partidos (o seis, clasificándose para semis de la Champions) esta temporada en el Santiago Bernabéu. Para Bale, si juega ya ante el Getafe, puede ser una gira de despedida del estadio donde brilló con sus cabalgadas y de la afición con la que celebró tantos goles en los buenos tiempos. Brindar un último adiós que, pese a todo, deje un buen sabor de boca. Y si es con títulos, mejor.
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