La llegada de Kylian Mbappé al Real Madrid no está siendo dulce a pesar de que las dos partes tengan claro que quieren un futuro juntos. Los intereses y la presión a la que se está sometiendo el jugador de fútbol para no abandonar París están siendo brutales. Estas van desde el mismo Gobierno de Francia a su propia familia. EL ESPAÑOL ahonda en este último factor para explicar por qué su padre es partidario de un futuro y su madre de otro diferente.

Las filtraciones sobre una posible renovación del contrato de Mbappé de esta semana fueron negadas por Fayza Lamari (su madre). Mientras el jugador sigue intentando ir desactivando su vinculación con el Paris Saint-Germain, no acudiendo al stage en Qatar por ejemplo, Wilfried (su padre) sigue queriendo escuchar al club de su ciudad. Aunque el entorno del jugador no ha querido descartar en ningún momento un futuro en Francia, la realidad es que la prioridad sigue siendo el Real Madrid.

Fueran interpretadas las palabras de la madre al diario MARCA o no, el desembarco en España ya se está preparando. Las imágenes del amigo personal de Mbappé embalando no son una casualidad. Desde Francia se apunta a que la decisión final se comunicará en junio. El jugador será libre al término de ese mes y para ese momento todo estará preparado para que el Real Madrid y Kylian firmen de forma oficial el nuevo contrato que rubricará la llegada de uno de los mejores jugadores del mundo a la capital de España.

El núcleo femenino

Fayza, la madre de Mbappé, es la gestora de la empresa KEJWF (nombre formado por las siglas de la familia) que lleva todo lo relacionado con la imagen y las finanzas de Kylian. Supervisa lo que gira en torno a su hijo y le asesora, función compartida con las otras personas claves del entorno Mbappé. Dentro de este núcleo duro, además de su padre Wilfried del que está separada, también hay otra persona muy importante: la abogada Delphine Verheyden.

Quienes han trabajado con ella, o frente a ella, la definen como una persona brillante, muy preparada, inteligente y enormemente pragmática. Una abogada que prefiere llegar a un acuerdo antes de alargar eternamente los contenciosos, con los gastos que eso acarrea para sus representados. Verheyden no se considera una agente deportiva. De hecho, sostiene que ser abogada y agente de una estrella a la vez son tareas incompatibles. Kylian escucha a Delphine, que tiene claro que su aspiración debe ser "hacer historia en el fútbol y dejar un legado".

Tanto Fayza como Verheyden tienen claro que esto pasa por recalar en el Real Madrid. "En el PSG ganará más dinero por la ficha, pero con el Real Madrid ganarás más a través de los acuerdos publicitarios que firmarás gracias a jugar en el Santiago Bernabéu", esa es la idea que mantiene la abogada. Su madre no siempre lo ha tenido claro. Ha sido la persona que ha hablado más de una vez con Leonardo, director deportivo de los parisinos.

Es lógico que la presión a la que les están sometiéndole haya hecho tener dudas. Pero al final se ha convertido en una persona que le aconseja que cambie de equipo y fiche por el Real Madrid. Cree que ha llegado el momento de que su hijo tenga nuevos desafíos. Lo demostró cuando justificó que "nadie nos puede culpar por irnos gratis porque quisimos irnos el pasado verano para que el PSG pudiera recibir un traspaso". El papel de estas dos mujeres está siendo esencial para limpiar la imagen de la salida de Mbappé de París.

El papel de Wilfried

Es Wilfried el que siempre ha estado cerca de Kylian desde pequeño para proyectar su talento en este deporte. Se encargó de que se pasara su infancia pegado a un balón para, algún día, escapar del suburbio en el que vivían y en el que la violencia estaba a la orden del día por aquel entonces. La obsesión de Mbappé por la pelota llegó a tal punto que llegaba a usarla de almohada para dormir, como contó su padre. Es él quien lo negociaba todo hasta la aparición de Delphine.

Hasta ahora es la persona que más ha presionado en el núcleo duro para que Mbappé renueve por el PSG. No habría problema a pesar de la existencia de preacuerdos entre el Real Madrid y el jugador, ya que Nasser Al-Khelaïfi está dispuesto a poner encima de la mesa el dinero necesario para pagar penalizaciones y satisfacer las necesidades económicas que solicite la familia. Por eso la decisión de Kylian se entiende como emocional más que monetaria a pesar de que tendrá una gran retribución también en España.

Wilfried Mbappé llegó en 1990 al AS Bondy. Desde entonces, su ascensión fue imparable. El gran tacto que dispone para tratar a los jóvenes se convirtió en pionera dentro de la Île-de-France. En 2017, dejó el club inmediatamente después del fichaje de su hijo por el PSG, desarrollando una faceta más de asesor de su hijo y aconsejándole renovar. El padre de Kylian tiene el deseo de que su hijo siga en París durante muchos años por el apego que tienen a la ciudad.

Pero la principal cuestión que cambia con las decisiones tomadas en el pasado es que ahora quien decide es Mbappé. Cuando firmó por el PSG la potestad la tenía su padre. Desde hace dos años, con la abogada Delphine Verheyden al frente, Kylian tiene el poder de su vida contractual. La preferencia del campeón del mundo con Francia en 2018 es jugar en el Real Madrid y así será desde este verano. Su madre ya lo ha entendido. Su padre tendrá que hacerlo.

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