"En cuestión de días se sabrá". Esa frase de Kylian Mbappé era, quizás, lo que faltaba para descontrolar todo lo que rodea su futuro. Él es el primero que quiere que todo acabe pero, como dijo, hay unos tiempos y unos actores a los que respetar. Real Madrid y PSG en lados opuestos de una cuerda que cada día se tensa más.

Han pasado solo tres días desde que Mbappé anunciara en la gala de la UNFP que su decisión estaba "casi" tomada. El escenario de su futuro solo se ha alborotado más y más desde entonces, aunque su silencio total a días de acabar la temporada con el PSG hubiera generado el mismo efecto.

Nerviosismo, prisas y gente hablando es lo que hay, como siempre que se avecina un gran movimiento. Este probablemente será el mayor de todos por lo que el culebrón ha sido. Empezó cinco años atrás y estamos en el punto que siempre deseó el Real Madrid, pero el PSG de los qataríes sigue metiendo presión al asunto.

El PSG ha movilizado dos estados (Francia y Qatar) para convencer a Mbappé de que renueve. Autoridades importantes como Emmanuel Macron o Nicolas Sarkozy han hablado directamente con Kylian para pedirle que se quede. También las figuras más importantes de la sociedad qatarí, con el emir Tamim bin Hamad Al Thani a la cabeza.

En las últimas horas se tiró a la piscina otro político francés, el alcalde de Poisy. Este daba por hecho que Mbappé iba a renovar, pero pronto recibió respuestas criticando que utilizara este asunto como arma política. Como dato, esta localidad se encuentra a 500 largos kilómetros de distancia de París y su alcalde acabó borrando su publicación.

Todos hablan de Mbappé. Lo hizo también ayer Joan Laporta, presidente del FC Barcelona. Este dijo que no había intentado el fichaje del delantero porque pedía 50 millones netos al año. Su intento de torpedeo quedó reducido por el desmentido del entorno del jugador, que recalcaba que nunca se abrió una negociación con el Barça.

De forma pública seguirá habiendo reacciones así. Aunque también los hay que se despiden en Francia de Mbappé, al que ven en el Real Madrid. "Se trata de decir un enorme gracias", escribía un periodista en Le Parisien pidiendo al aficionado del PSG que dé a Kylian el adiós que se merece. Ese adiós que puede que tengan que dar el sábado.

Pendientes del sábado

Es la fecha clave de todo este asunto, el día en el que el PSG jugará su último partido de la temporada. Ante el Metz, con el título de la Ligue-1 asegurado hace semanas y en el Parque de los Príncipes. Hasta entonces, no se espera que Mbappé hable. También hay dudas de que lo haga ese mismo día.

La realidad es que en Francia se están tocando todas las opciones posibles, pero en lo que se está de acuerdo es que Kylian se pronunciará antes del día 28 de mayo. Entonces, además de jugarse en París la final de la Champions League entre Real Madrid y Liverpool, Mbappé se incorporará a la concentración de Francia. Quiere tenerlo todo atado para ese momento.

La presión del PSG

A diez días, el PSG le pide tiempo. En el club parisino no se rinden y están dispuestos a seguir forzando la situación hasta el último día. La presión es máxima para Mbappé, que en el reciente viaje del club a Qatar fue protagonista por taparse la publi que solo aparecía en su polo.

La oferta que le ponen sobre la mesa está fuera de mercado y la sensación es que, si no renueva ("al 99% no lo hará", dijo Goal Francia), quieren que Mbappé llegue al partido del sábado como el 'malo' de la película. El argumento en las esferas del PSG es este: que parezca que hemos hecho todo para que renueve y él, aún así, no ha querido.

Mbappé se ha enfrentado este año a lo nunca visto. Haber aguantado hasta aquí sin ceder a las presiones -con su hermano en la cantera del PSG, incluso- ya tiene mérito. Hay mucho en juego para él, que no quiere perder el cariño de su gente. Pero al final del camino espera el Real Madrid y nunca se habían visto tan cerca de darse la mano. La resolución está cerca, pero que nadie espere que no vaya a haber curvas.

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