El Real Madrid había sufrido un duro varapalo en el mercado de fichajes. El gran objetivo del conjunto blanco era la llegada de Kylian Mbappé. Sin embargo, el futbolista francés decidió finalmente quedarse en el PSG y renovar por el que iba a ser su club únicamente hasta el 30 de junio. Cerrada ya esa operación de manera infructuosa, el conjunto blanco estaba obligado a seguir moviendo fichas. Y la siguiente en el tablero era la de Aurélien Tchouameni.
El centrocampista del AS Monaco se ha convertido en la gran atracción de los últimos meses en el fútbol europeo. El jugador galo ha vivido su explosión este año con una gran temporada tanto a nivel colectivo como a nivel individual. Ha sorprendido por su desempeño como jugador y también por su capacidad para liderar el grupo y por su jerarquía.
Solo tiene 22 años, pero ya muestra una enorme madurez y se comporta en el césped como un auténtico mariscal. Rasgos que le ayudan a tener un protagonismo total en el juego, ya que es el ancla tanto ofensivo como defensivo de su equipo. Eso es lo que precisamente ha enamorado a todos los grandes de Europa, en especial al Real Madrid.
El conjunto blanco siempre estuvo a la cabeza de la carrera por su fichaje, pero este caso ha sido muy diferente al de Kylian Mbappé, donde solo había dos opciones. Aquí, el Real Madrid se ha enfrentado a una gran guerra con importantes equipos de Francia e Inglaterra. Sin embargo, según ya informó EL ESPAÑOL, el centrocampista francés tenía tomada la decisión de vestir de blanco, aunque todavía restaba negociar con el Monaco. Ahora, su fichaje ya es un hecho.
El 'sí' de Tchouameni
Aurélien Tchouameni se ha convertido en la nueva referencia en Europa. Después de los culebrones de Erling Haaland y Kylian Mbappé, ya resueltos, el gran nombre que más sensación ha causando en el Viejo Continente ha sido el del centrocampista francés. Se ha convertido en los últimos meses en el gran deseado por su juventud y por su talento, y así empezaron las fichas a moverse en el gran tablero del mercado.
El Real Madrid fue el equipo que más cerca ha estado siempre de su fichaje. El conjunto blanco le ha estado siguiendo durante todo el curso y han comprobado, de manera inequívoca, que tiene valía y capacidad de sobra para jugar ya en el mejor equipo del mundo. Su potencial es tremendo y en la entidad madridista le ven sin duda alguna con la capacidad de ser uno de los líderes de presente y futuro de la plantilla. Un futbolista con mimbres para sostener el peso de ser el relevo de la línea que ha llevado a la excelencia al club, la que forman Casemiro, Kroos y Modric.
El Real Madrid ha tenido importantes rivales en esta batalla. En un principio, el principal fue, al igual que en la final de la Champions de París del próximo 28 de mayo, el Liverpool. Jürgen Klopp también llevaba siguiendo al centrocampista durante varios meses y por eso pidió a la propiedad del conjunto red que hiciera un esfuerzo para acometer su fichaje.
Según ya informó EL ESPAÑOL, Tchouameni prefiería el Real Madrid antes que la Premier League. Equipos como el Chelsea y el Manchester United también han sonado como futuribles, pero en las Islas Británicas fueron los de Anfield los que llevaban la delantera. Aún así, el Real Madrid ya tenía el sí del futbolista, ya que estaba deseando vestir de blanco. Una situación muy parecida a la vivida por Eduardo Camavinga el pasado verano.
El otro equipo que ha estado inmerso en la pelea, aunque cuenta con menores opciones, era el PSG. El equipo francés soñaba con su fichaje para reforzar el centro del campo después de haber visto de lo que es capaz de hacer en la Ligue-1, donde ha demostrado una superioridad abrumadora. Kylian Mbappé, recién renovado, había avalado su contratación, ya que le conoce de sobra de la selección francesa y de sus categorías inferiores. El futbolista que recientemente ha rechazado al Real Madrid quería a su compatriota en el vestuario, pero este estaba decidido a salir del país. Y su primera opción era el Santiago Bernabéu.
De ahí que en el club hayan valorado profundamente tener el 'sí' del jugador más deseado de Europa en estos momentos. Sin embargo, faltaba llegar a un acuerdo con el AS Monaco. Las negociaciones han sido dura, pero se han conseguido cerrar de manera satisfactoria. El conjunto del Principado exigía unos 80 millones por el traspaso, pero el Real Madrid no quería llegar a esas cifras e intentó cerrar la operación por un montante sensiblemente inferior.
Ahí es donde se han centrado todos los esfuerzos del conjunto madridista. Una vez se había conseguido convencer al jugador y se tenía ya su confirmación, restaba poder cerrar el trato con el club monegasco para encontrar una pieza que faltaba en la primera plantilla: el recambio perfecto para Carlos Henrique Casemiro. Este movimiento y el de un delantero de primer nivel serán los grandes golpes del mercado merengue junto a la llegada de Antonio Rudiger.
Los orígenes del deseado
Aurélien Tchouameni es un jugador conocido ahora en todo el mundo. Su temporada en el Monaco ha sido espectacular, consiguiendo aupar a su equipo hasta la tercera plaza de la clasificación por delante de grandes rivales como el Stade de Rennes o el Niza. Gracias a eso, los monegascos tendrán ahora la posibilidad de ir a la Champions. Sin embargo, la carrera de Tchouameni, a pesar de que ahora trasciende en la élite, tiene un origen mucho más humilde.
El jugador galo nació en Rouen, una ciudad del norte de Francia de unos 115.000 habitantes que conforma la capital de la región de Normandía. De familia de clase media y ascendencia camerunesa, se enamoró del fútbol siendo muy pequeño. A los cinco años fue a ver a su padre Fernand jugar un partido y desde entonces, nunca más pudo pensar en otra cosa. Como demuestra esta anécdota, el balón siempre ha estado muy presente en su familia y en su casa, por eso ha sido casi inevitable que no creciera con una pelota cosida al pie.
Aurélien está viviendo ahora el sueño que su padre nunca pudo cumplir, ya que tuvo que dejar el fútbol tras no conseguir un lugar en lo más alto con el que poder dar una vida acomodada a su familia. Por eso comenzó a trabajar como farmacéutico en una planta de producción de vacunas muy importante de Francia.
A pesar de que su llegada a la élite europea se ha producido con el Monaco, Tchouameni creció en una de las canteras más prolíficas del fútbol francés, la del Girondins de Burdeos. Antes dio sus primeros pasos en la academia que había junto a su vecindario, la del SJ Artigues a los 6 años. Desde muy pequeño empezó a destacar desde el centro del campo y los ojeadores del Girondins no tardaron en captarle para que participara en unas pruebas de jóvenes talentos del club.
Tras superarlas con una solvencia aplastante inició su nueva aventura con solo 11 años, momento en el que decidió entrar en un fútbol más profesionalizado. Sus inicios no fueron fáciles, ya que tuvo que convivir con varias lesiones importantes y con la soledad familiar. Sus padres se habían mudado a Lyon mientras él permanecía en la academia de Burdeos, algo que tardó en asimilar y poder sobrellevar.
Poco a poco fue creciendo, quemando etapas y formándose en las categorías inferiores hasta que con 17 años, los técnicos que le habían seguido durante más de un lustro decidieron darle entrada en los equipos más importantes de la entidad. Fue en ese momento cuando firmó su primer contrato como profesional.
Al curso siguiente ya disputó sus primeros partidos en el primer equipo, pero todavía tardaría dos cursos más en entrar con asiduidad en los planes de sus entrenadores hasta consolidarse como uno de los jugadores más importantes de la plantilla. Para entonces, el AS Monaco, con un gran departamento de captación nacional detrás, ya le había seguido la pista y se lanzó a por su fichaje. El 29 de enero de 2020 el club del Principado anunció su fichaje por los próximos cuatro años y medio. Solo tardaría unos días en debutar.
Sin embargo, sus inicios en el Monaco no fueron fáciles, ya que el nuevo entrenador de la entidad, Robert Moreno, no contaba con él. La salida de Leonardo Jardim fue un grave problema para él, ya que pasó toda esa mitad de temporada casi en blanco. En marzo llegó el estallido de la pandemia de la Covid-19 y las competiciones se detuvieron por completo, con la particularidad de que en Francia, al contrario que en el resto de Europa, no se reanudaron.
Su segunda temporada en el AS Monaco, está si completa, fue totalmente diferente. Consiguió afianzarse en el once titular y fue pieza básica del esquema del conjunto francés. De hecho, llegó a ser nombrado mejor jugador joven de la Ligue-1 y formó parte del mejor equipo de la competición. Fue su primer gran salto en la élite.
Aurélien Tchouameni ha seguido creciendo exponencialmente durante esta temporada hasta convertirse, no solo uno de los jugadores revelación del fútbol europeo, sino también en uno de los mejores mediocentros del mundo. Este curso ha conseguido debutar en la Champions, en la fase previa eso sí, y ha sido convocado por la selección absoluta de Francia. De hecho, participó en la conquista de la Nations League ganada a Bélgica, Italia y España.
Así juega Tchouameni
Aurélien Tchouameni es uno de esos mediocentros considerados como los centrocampistas del futuro. Su posición básica e inicial es la del mediocentro defensivo. Un pivote o '5' de toda la vida. Sin embargo, su enorme capacidad física le permite abarcar un gran espacio dentro del terreno de juego. En el Real Madrid pasará a ser el sustituto ideal de Casemiro, capaz de jugar solo en la medular con Toni Kroos y Luka Modric por delante.
En lo que sería el Real Madrid del futuro, muchos se imaginan ya al francés con su compatriota Camavinga y Fede Valverde de interiores. Un mediocentro imposible de ganar en lo físico y al que nadie podría tumbar corriendo y sumando kilómetros. Pero incluso también junto a jugadores de otro corte más técnico y refinado como puede ser Dani Ceballos, si finalmente el utrerano se queda en el Real Madrid.
A pesar de que el galo tiene una enorme capacidad para cubrir campo, también puede jugar acompañado si la situación o la disposición táctica así lo requieren. Puede formar pareja en el doble pivote, preferiblemente con un jugador más estático y de un corte más constructor de juego como podría ser el caso de Toni Kroos. O también formar junto a un mediocentro posicional en un centro del campo de cuatro piezas, con dos volantes o extremos por las bandas y una pareja de mediocentros puros.
Diferentes opciones, pero todas válidas debido a la polivalencia que ofrece Tchouameni en el centro del campo. Su mayor virtud es su capacidad física que le dan potencia y mucha fuerza. Es un futbolista que va intenso al corte y a los choques y que es muy hábil en la recuperación de balones, especialmente cuando se lanza al suelo. Tiene una facilidad pocas veces vista para ir limpio y contundente y hacerse con el esférico. Quizás en esa faceta sea incluso mejor que el propio Casemiro, aunque no goce de su fuerza en los contactos.
Este curso ha visto solo 12 tarjetas amarillas entre todas las competiciones. Dos menos que uno de los jugadores con los que se le podría comparar en Francia, Marco Verratti. A pesar de que el italiano es de un corte más 'jugón' y elaborador, los datos no engañan. También sale ganando en la comparación con dos de los mejores del mundo en su puesto como Busquets, que ha visto 14 cartulinas también, o Casemiro, que ha visto un total de 16.
Con el balón en los pies, Tchouameni también tiene amplias virtudes. No es un constructor de juego al uso ni un especialista sacando el balón por abajo, pero sí tiene una enorme capacidad para conducir el balón. Es vertical a más no poder y capaz de eliminar líneas y rivales con un par de zancadas. Cuando se ve en un aprieto o en espacios reducidos, presionado por varios rivales, busca el mínimo resquicio para sacar el esférico y ahí comenzar su cabalgada.
Tiene una gran seguridad en el pase corto y tiene inteligencia y madurez suficiente para saber cuándo no tiene que arriesgar en los envíos. Control y pase, un básico en todas las escuelas que a veces en la élite se olvida. Esta temporada ha sumado 1789 pases en la Ligue-1 y está por encima del 86% de acierto. Si no se pierde el balón, se puede continuar la jugada y eso Tchouameni lo tiene grabado a fuego, prueba de su madurez y de lo bien asentados que están los conocimientos en su cabeza a sus 22 años. No es un jugador goleador, pero sí tiene mucho poderío por alto y un gran disparo desde larga distancia, aunque por su posicionamiento se prodiga poco en esta suerte.
Desde su irrupción, en Francia han estado intentando buscar jugadores con los que poder comparar a este enorme talento surgido desde Normandía. Unos ven en él la potencia y la conducción que tiene N'Golo Kanté, que recuerda mucho también a la de Camavinga. Sin embargo, Tchouameni es mucho más alto y tiene una zancada mucho más esbelta y erguida, más parecido en ese estilo a Paul Pogba, aunque sin tanta técnica para el regate y la filigrana.
Siguiendo con los nombres de grandes pivotes galos aparecen también los de Claude Makélélé, que tuvo su mejor etapa en el Real Madrid, o Patrick Vieira. Su figura recuerda más al exjugador del Arsenal, aunque este tenía más técnica para jugar en espacios reducidos y un ritmo más pausado con el balón. En el caso de Makélélé, aunque su capacidad física puede resultar similar, el exmediocentro del Real Madrid tenía un perfil más bajo, más de permanecer en segundo plano, y Tchouameni, con sus enormes cualidades, nunca pasa desapercibido.
Por ello, todos creen que puede ser ese prototipo de centrocampista moderno, que tiene un poquito de cada uno y que destaca por su imperial potencia física. El Real Madrid ha ganado una carrera que se desató en Europa como una fiebre por su fichaje. Pero no ha sido fácil, ya que el acuerdo con el Mónaco ha tardado en llegar.
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