Anunciado Antonio Rüdiger, el Real Madrid trabaja en más fichajes para la próxima temporada. El siguiente en la lista es Aurelien Tchouameni, pero hay más nombres en ella. Uno es Serge Gnabry. El delantero del Bayern Múnich tiene muchas papeletas de salir este verano y el club blanco aparece en el horizonte.

Gnabry, que termina contrato con el Bayern en 2023, es partidario de cambiar de aires este verano. Los intentos del club bávaro para renovar al francés han sido en vano, lo que abre la puerta a un traspaso en los próximos meses. El jugador lo ha dejado claro en sus últimas declaraciones.

"Se trata de aprecio, es algo que tiene que ser mutuo", ha dicho Gnabry. "La cuestión no es el dinero, tal y como escribe la prensa siempre. Dentro de un club, hay muchas maneras diferentes de mostrar aprecio hacia los jugadores. Por ello, para nosotros, los jugadores, no todo gira en torno al dinero como se suele comentar", añadió.

Las declaraciones Serge Gnabry se acabaron ahí, ya que el futbolista pidió a los periodistas alemanes que no le hicieran más preguntas sobre su situación en el Bayern Múnich.

El Real Madrid, atento

EL BERNABÉU ya adelantó que el Real Madrid tenía apuntado el nombre de Gnabry para sus planes de futuro. La idea inicial era intentarlo en 2023, cuando acabara contrato con el Bayern y si no renovara o fuera traspasado antes. Las circunstancias, sin embargo, han cambiado por la renovación con el PSG de Kylian Mbappé, con quien se contaba en la planificación mereengue.

Sin Mbappé, el Real Madrid busca refuerzos para su delantera. Gnabry gusta por bueno, bonito y barato. El Bayern, que no quiere esperar a que acabe contrato y se repita una situación parecida a la de hace un año con David Alaba. Desde Alemania apuntan que el precio que el club bávaro le ha puesto a su jugador es de 40 millones, que podría ser rebajado.

El Real Madrid, a su vez, trabaja en el fichaje de Tchouameni. El pivote francés es el deseado para reforzar el centro del campo y el acuerdo con el jugador es total. El problema está en el traspaso con el Mónaco, que pide 80 millones de euros. El club blanco no ofrece tanto y el PSG, que está interesado, supera lo que pide el equipo del Principado.

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