Luka Modric tiene 36 años, acaba de renovar hasta 2023, cuando tendrá 37, y sigue siendo uno de los pilares del Real Madrid. Desde que se iniciaron las conversaciones para prolongar su vínculo con el club madridista no ha habido problemas entre las partes para que el acuerdo llegara a buen puerto.
En el breve tiempo que han durado las negociaciones, apenas han aparecido rumores de otros clubes interesados en el croata, sabedores de su cariño por el Real Madrid. El deseo de Modric es aguantar en el equipo blanco mientras siga siendo competitivo y no suponga una carga para el club, de ahí la renovación por un año.
Una situación que contrasta con la de Sergio Ramos el pasado verano. El que fuera capitán del Real Madrid tuvo un tira y afloja con el club que acabó con el central en París. El principal problema era que Ramos pedía en ese momento un contrato de dos años mientras que el club le ofrecía uno, consciente de que el jugador ya tenía 35 años y que había sufrido una temporada repleta de lesiones.
Finalmente, Ramos y el Real Madrid no se entendieron y la oferta del club caducó a pesar de que el internacional español la aceptara, eso sí, fuera de plazo. El matrimonio entre el sevillano y el club al que había llegado en 2005 terminó y puso rumbo al PSG. En su primer año Ramos ha ganado la Ligue-1, pero ha continuado con sus numerosos problemas físicos y ha sido apeado de la Champions precisamente por el Real Madrid.
En cambio, Modric ha cuajado una de las mejores temporadas de su carrera. Con 36 años sigue ofreciendo un gran rendimiento físico y es uno de los faros que ilumina la parcela ofensiva del equipo de Ancelotti. Un desempeño individual que ha tenido premio en forma de títulos colectivos, tres nada menos: Supercopa de España, Liga y Champions League.
Además, Modric es el integrante de uno de los mejores centros del campo de la historia del fútbol por longevidad y títulos junto a Casemiro y Kroos. Un trío de futbolistas que se complementa a la perfección y que, aunque ya han pasado la treintena, sigue dando mucho fútbol.
El croata es uno de los jugadores más queridos por la grada del Santiago Bernabéu y muchos ya le proclaman como el mejor centrocampista de la historia del club. Y no es descabellado. Hasta ahora, Modric ha jugado 436 partidos con el Madrid, lo que le coloca en la vigésima posición en la historia del club y en quinto lugar entre los extranjeros con más partido en el club. En este aspecto solo le superan Benzema, Marcelo, Roberto Carlos y Cristiano Ronaldo.
Pero si algo tiene brillo en la carrera de Modric con el Real Madrid son sus trofeos, 20 en total: cinco Champions, cuatro Mundiales de Clubes, cuatro Supercopas de España, tres Supercopas de Europa, tres Ligas y una Copa del Rey. Además, el croata ha recibido numerosas distinciones individuales, entre las que destacan el Balón de Oro y el premio The Best de 2018.
El número uno
Un currículum que ha ido creciendo año tras año hasta colocarle en el olimpo de los mejores mediocampistas que han vestido la camiseta blanca. Tanto que parece difícil encontrar a uno mejor. Claro que no es sencillo comparar épocas y distintas demarcaciones dentro de la medular, pero por regularidad, títulos y reconocimiento dentro y fuera del club, Modric parece inalcanzable para el resto.
El balcánico ha superado a leyendas como Redondo, Zidane, Laudrup, Schuster, Pirri, Velázquez, Zoco, Gallego, Martín Vázquez, Xabi Alonso, Zárraga, Ipiña, Rial o Miguel Muñoz. Incluso a sus compañeros ya mencionados, Casemiro y Kroos.
El jugador, que llegó en la temporada 2012/2013 por 40 millones para sorpresa de muchos, acabó asentándose tras un primer año irregular y en el que se criticó y mucho su fichaje. Desde entonces no ha soltado el mando de un equipo que ha ganado cinco Champions bajo su batuta. Un futbolista que ha hecho historia en el Real Madrid y que, como mínimo, podrá seguir haciéndola una temporada más.
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