El Real Madrid lleva varios días entrenando ya en la sede de UCLA, la Universidad de California en Los Ángeles. Un lugar muy habitual en las últimas pretemporadas blancas antes de la llegada de la Covid-19. Sin embargo, es tradición ya que cada verano el conjunto blanco estrene allí a algunas de sus caras nuevas. Este curso son Antonio Rüdiger y Aurélien Tchouameni.
El central alemán está cumpliendo con las altas expectativas que había depositadas sobre él. Sin embargo, el centrocampista francés ha superado cualquier análisis previo a su llegada. Se ha convertido por méritos propios en la gran sensación de la pretemporada blanca. Su polivalencia, su capacidad física y su talento han desbordado al cuerpo técnico del Real Madrid.
Su fichaje, tras una dura pugna con PSG y Liverpool, ha sido uno de los culebrones del verano. No obstante, el excentrocampista del AS Monaco tenía claro que su deseo era vestir blanco. Así se lo pidió a su antiguo club y por eso tensó la cuerda para poder salir. Una operación que finalmente se terminó cerrando en torno a unos 80-85 millones de euros.
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Una llegada que no es ni mucho menos barata, pero que dada la situación del fútbol europeo, se podría definir hasta de normal. Tchouameni es uno de los grandes talentos del presente y del futuro y media Europa andaba detrás de sus pasos. Ahora, sus compañeros y su entrenador están comprobando por qué.
Tchouameni sorprende a todos
Es lo que todo repiten en Estados Unidos. Están alucinando con Tchouameni. La nueva estrella del Real Madrid ya se ha ganado a todos en el club blanco. Se podría decir que el nuevo refuerzo para la medular blanca ha caído de pie. Y eso es una gran señal para su rápida integración tanto a nivel futbolístico como a nivel social. Su enorme rendimiento y sus capacidades, tanto físicas como técnicas, están ayudando a que todos le hayan abierto las puertas de par en par.
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Empezando por sus compañeros y terminando por su propio entrenador. Todo han visto su fuerza y su capacidad física además de su calidad. Alucinan con el que ya definen como un nuevo portento. Si el pasado verano les impresionó la preparación y la potencia de Camavinga, Tchouameni ha conseguido superar incluso aquella sensación de estupor y satisfacción. Han descubierto a una auténtica roca que no se cansa de correr, saltar, chocar, llegar a ambas áreas y tapar todos los huecos.
Una y otra vez. Sin parar, pero sin perder porcentaje de acierto en sus decisiones y en sus acciones. Sin embargo, lo también les ha llamado mucho la atención es la fuerza que transmite su personalidad. Dicen de él que tiene una mentalidad ganadora a prueba de bombas y que ha llegado con mucha hambre. Quiere comerse el mundo y eso es algo clave para impulsar a un equipo que viene de ganarlo casi todo. No dudan de que en poco tiempo será una pieza clave del vestuario y un jugador diferencial.
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Nada de jugador de rotación
A pesar de que Aurélien Tchouameni ha llegado a un equipo que tiene a uno de los mejores centros del campo de la historia del fútbol, su reto no es ser un jugador más de rotación. El francés ha llegado buscando lo máximo y sus compañeros, después de verle estos días entrenar, entienden que su juego acompaña a su ambición desmedida.
Tiene muy claras cuáles son sus metas y sus objetivos a pesar de ser un recién llegado, joven y con mucho camino por delante. Quiere ser titular y ponerle las cosas muy complicadas a Carlo Ancelotti. A pesar de que el técnico tiene a tres piezas casi inamovibles, Casemiro, Kroos y Modric, por detrás viene Tchouameni derribando la puerta como ya hicieron Camavinga y Fede Valverde al término de la pasada temporada.
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Por ello el italiano ya trabaja con varios dibujos para el centro del campo. Y en muchos de ellos ya aparece el francés. Bien jugando de único pivote, con Casemiro u otro jugador al lado o incluso adelantando algo su posición. Tchouameni respeta a las leyendas que tiene en el vestuario, pero quiere un puesto en el once y gozar de muchos minutos para ser importante en el equipo de sus sueños. Y está decidido a conseguirlo.
La gran atracción en LA
Todas esas virtudes que ya se están pudiendo ver en los entrenamientos, y la ausencia de la llegada de un galáctico como Mbappé, han provocado que sea el centro de todas las miradas en Los Ángeles. Los vídeos del francés ya recorren las redes sociales y enloquecen al madridismo. Su potencia física en los choques y en los robos, su manera de jugar el balón y su disparo lejano auguran un gran año para él.
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Por ello, todos esperan ya poder ver al francés en acción en los primeros partidos de la pretemporada que va a llevar a cabo el conjunto blanco en Estados Unidos. Y empezando principalmente por el próximo duelo contra el nuevo FC Barcelona de Xavi Hernández, Raphinha o Robert Lewandowski.
Los aficionados merengues esperan con ansia ese duelo y quiere que Tchouameni deje su sello y su huella. Pasar por encima, futbolísticamente hablando, de jugadores como Busquets, Pedri o Gavi es algo que pone especialmente al aficionado blanco. Una situación que podría guardarle un lugar privilegiado en el corazón del madridismo desde el minuto uno.