Quedan dos días para la Supercopa de Europa y el Real Madrid llega con sus jugadores como aviones. Tras un duro entrenamiento el viernes, incidiendo en el apartado físico con alta carga en una sesión en la que tuvo protagonismo el preparador Antonio Pintus, Carlo Ancelotti bajó el pistón el sábado en una sesión más técnica y el domingo dándoles descanso. Este lunes regresaron al trabajo con una sesión mixta donde todos ellos lucen un gran momento de forma antes de jugar ante el Eintracht.
El trabajo físico de pretemporada ya está completado y el cuerpo técnico del Real Madrid está satisfecho de la respuesta de sus jugadores. Llegarán a la final del miércoles 10 de agosto con menos rodaje que un rival que ya ha debutado en su torneo, el Eintracht alemán, pero con buenas sensaciones tras la carga en la gira por Estados Unidos y la extensión del trabajo esta semana en la ciudad deportiva de Valdebebas. Además, estas sensaciones son mejores que las de los germanos, vapuleados el fin de semana por el Bayern.
En un año en el que nadie tiene ninguna certeza ante el calendario más extraño, el equipo médico está cuidando al milímetro a sus futbolistas para que no haya percances. Ante el Eintracht, Ancelotti tendrá a toda la plantilla disponible y si hay descartes serán por cuestión personal. El plan sigue su curso y la alineación que tenía prevista el transalpino no varía. Ancelotti tenía intención de repetir el once de la final de la Champions League contra el Liverpool en este estreno oficial y, si no se produce ningún percance en las últimas horas previas al choque, lo hará.