Otra temporada y un nuevo reto por delante para Nacho Fernández. El defensa madrileño sabe lo que es tener una competencia máxima por un puesto en la zaga del Real Madrid, donde juegan muchos de los mejores defensores del mundo.
Esto lleva siendo así años, y cuando comienza el curso Nacho siempre aparece por detrás del resto de sus compañeros, pero gracias a su gran rendimiento defensivo, su actitud y un físico privilegiado que le lleva evitando lesiones prácticamente desde que empezó, siempre consigue ser importante, tanto para su entrenador como para el vestuario.
Ya es el segundo capitán de la plantilla tras Karim Benzema, una voz respetada dentro del equipo y un ejemplo a seguir para todos los que le rodean. Con los años ha tenido la oportunidad de evolucionar al lado de jugadores como Sergio Ramos, Pepe o Varane, y ahora él es quien también ayuda a los Militao, Alaba, Rudiger o Vallejo.
Y es que Nacho podría ser titular en muchos de los clubes de máxima élite europea. Múltiples clubes han llamado a su puerta cada verano esperando a que Nacho cambiara de opinión, pero él prefiere seguir vistiendo el blanco del Real Madrid.
Y el tiempo le da la razón, como en este principio de temporada. Nacho ha sido titular en el primer partido de Liga frente al Almería que se saldó con victoria por 1-2 para el Real Madrid.
Ancelotti sabe lo que le espera por delante, una temporada de máxima exigencia en la que tendrá que pelear por seis títulos (ahora cinco tras ganar la Supercopa de Europa) y en la que habrá que gestionar de la mejor manera posible el hecho de que haya un Mundial por primera vez en la historia entre los meses de noviembre y diciembre.
La mejor receta es tener una plantilla profunda, y el técnico italiano la tiene. Al equipo que el año pasado ganó tres títulos (Supercopa de España, Liga y Champions) se le han sumado además dos refuerzos de lujo, Aurelien Tchouameni y Antonio Rudiger.
Rudiger, más competencia
El alemán llega para reforzar la zaga, pero también puede ser un obstáculo para que Nacho juegue más minutos. No hay que olvidar que el año pasado la pareja titular fue Militao-Alaba, también está Vallejo, ha llegado el mencionado Rudiger y está el propio Nacho.
Cinco futbolistas para dos puestos, una competencia feroz. En principio Vallejo parte en clara desventaja, pero los otros cuatro tienen opciones de jugar, como han demostrado los dos primeros partidos oficiales de la temporada.
En el primer partido del curso, la final de la Supercopa de Europa frente al Eintracht de Frankfurt, Ancelotti apostó por Militao y Alaba (en realidad usó el mismo once que en la final de la Champions de París). Pero cuatro días después, en Almería, el italiano apostó por una pareja distinta e inédita, Nacho y Rudiger.
Este cambio forma parte de un plan de rotaciones más ambicioso que en otras temporadas, dadas las circunstancias especiales de esta campaña. Así, se vieron algunos problemas de automatismos como en el primer gol, pero en general el Real Madrid hizo un buen partido en el que fue superior y en el que acabó llevándose los tres puntos. Nacho fue el líder de la defensa.
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Además, otras particularidades del '6' blanco le abren las puertas (como ya ha sucedido en el pasado) de los minutos. Es un futbolista tremendamente polivalente, puede desempeñar funciones de central o en cualquiera de los dos laterales. Es decir, si hay muchos problemas por bajas en la defensa, Nacho puede acudir al rescate en cualquiera de los cuatro puestos, aunque su posición idónea es la de central.
Ya lo demostró en el Estadio Juegos del Mediterráneo, donde se impuso a Umar Sadiq. El delantero del equipo indálico llegaba al encuentro después de haber sido uno de los mejores arietes de la Segunda División la pasada campaña, además de poseer un físico imponente. De poco le valió ante un Nacho que no se despegó de él y que le acabó ganando prácticamente todos los duelos durante el encuentro.
Mendy, sin recambio
A Nacho también le beneficia que Ferland Mendy no tenga un suplente puro. Con la marcha de Marcelo, el canterano puede ser el primer recambio del francés o mover a Alaba o Rudiger a esa demarcación y jugar él como central.
Una cuestión que no es menor, dado que Mendy suele tener alguna lesión muscular a lo largo del año. En el lateral derecho parece más complicado, toda vez que el puesto parece cubierto por Carvajal, Lucas Vázquez y Odriozola (aunque este último parece que saldrá del club).
Además, el Real Madrid cuenta con un amplio número de zagueros este año, por lo que Ancelotti podría plantear en algún partido o fase de la temporada un cambio de sistema con tres centrales y dos carrileros. En ese caso, el italiano tendrá que sacrificar algún centrocampista o delantero, pero habría más hueco para los defensas como Nacho, que podrían aumentar su cuota de minutos.
En cualquier caso Ancelotti sabe que puede confiar en el segundo capitán del equipo, como ya hizo la pasada temporada. En momentos críticos, como el partido de vuelta de semifinales de la Champions contra el Manchester City, Nacho tuvo la oportunidad de jugar ante las bajas de otros compañeros, y su rendimiento fue decisivo para el pase a la decisiva final.
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El de Alcalá de Henares supo imponer su ley cuando más falta le hacía al equipo, que por momentos parecía eliminado. No fue así, el Real Madrid consiguió forzar la prórroga y tanto Nacho como Vallejo firmaron unos últimos 30 minutos de máximo nivel.
Un ejemplo más de que cuando se le necesite Nacho estará ahí porque, a sus 32 años, sigue ofreciendo un nivel óptimo, sea cual sea la situación del equipo y sea cual sea la posición en la que juegue.