Dos exámenes, dos aprobados con nota. El profesor Carlo Ancelotti puede estar contento con el inicio de curso de Aurélien Tchouaméni, un alumno recién llegado al Real Madrid al que se le encomendó una ardua tarea: sustituir a Casemiro sin transición. En los dos encuentros tras la salida de la leyenda merengue el francés ha sido titular y ha tenido trascendencia en el resultado final. Pagar 80 millones por un jugador es para exigir rendimiento inmediato, pero hace méritos para recabar elogios.
Ante el Celta hace una semana puso su primera pica para convencer a la afición merengue. La sensación de que podía acaparar tanto campo como hacía el brasileño era el resumen que se sacó en claro de la victoria del Real Madrid en Balaídos. Defensivamente, Tchouaméni parecía al menos al nivel que Casemiro estaba dando en los últimos tiempos. Al fin y al cabo es lo que se le ha pedido de forma inmediata. Pero contra el Espanyol subió su apuesta.
Este domingo, Tchouaméni demostró que su calidad no desentona con la de los hombres que le acompañan en el centro del campo del Real Madrid: Luka Modric y Toni Kroos. Ambos siempre destacaron por su capacidad para hacer pases imposibles que ridiculizaban a las defensas. Eso es lo que hizo el jugador de 21 años con su asistencia a Vinicius para inaugurar el marcador. El mito de que Florentino Pérez fichó un jugador defensivo se caía en ese instante. Es mucho más.
Tchouaméni es el jugador del equipo blanco que más pases con dirección al ataque da del Real Madrid hasta la fecha. En el AS Monaco dejó constancia de sus condiciones con el balón en los pies y de cómo lo mueve. Pero las piernas cuando defiendes la camiseta blanca pesan más. Aurélien tardó dos partidos en convencer al público español de que es un futbolista que goza de una gran capacidad creativa. Es lo que hace pensar en el francés como un hombre con más capacidades que Casemiro para el futuro.
Evidentemente, sigue entrando por los ojos de los madridistas por su capacidad física. Tchouaméni es símbolo de un nuevo Real Madrid más dinámico, en el que todos sus futbolistas corren tanto para defender, como para atacar. Esto da a la plantilla blanca un plus de competitividad ante sus rivales. El ejemplo de los primeros 40 minutos ante el Espanyol servirá para el futuro. Al galo le queda mucho para equipararse con Casemiro, pero está dejando huella en sus primeros pasos en la casa blanca.
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La asistencia para el primer gol en ese encuentro no sorprendió a Ancelotti. El italiano, lejos de anclarle por detrás de Modric y Kroos, o los centrocampistas que jueguen junto a él, le quiere dar libertad para que pise el área. Posee un gran disparo que crea las mismas ocasiones de peligro que su visión de juego. Es lo que le hace uno de los centrocampistas más completos del futuro, pero que ya empieza a dar sus frutos en el presente.
Tchouaméni tiene el físico, las cualidades y las aptitudes idóneas para jugar en su posición y aún le sobran para conquistar territorios más avanzados. La descripción de pivote defensivo se queda corta para él. Su rendimiento en los entrenamientos y en los encuentros tranquiliza al madridismo tras la lógica incertidumbre que ha generado la marcha de casa de un hijo como Casemiro. También ilusiona con lo que tiene reservado para un futuro que se presenta muy halagüeño.