Las últimas temporadas de Gareth Bale en el Real Madrid fueron para olvidar. El futbolista galés vivió en un ostracismo sus días finales en el conjunto blanco. En él, pasó de ser una de las grandes estrellas del club a ser uno de los primeros olvidados y de los menos utilizados.
Todo parecía cambiar este verano cuando decidió cambiar radicalmente de aires y poner rumbo a la MLS. El retiro dorado podría decirse, el lugar idóneo para sumar minutos y ponerse a punto de cara al Mundial de Qatar 2022, que lo disputará con Gales. Un plan sin fisuras, o eso parecía.
El aterrizaje de Bale en Estados Unidos, tras firmar por Los Angeles FC, se antojó crucial por la llegada de unas las grandes estrellas la última década del fútbol mundial. Un jugador que llegaba para ser diferencial y que pareció demostrarlo en sus primeros partidos. Sin embargo, la historia ha cambiado radicalmente. De ser la estrella a estar en la segunda plana.
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Su inicio fue espectacular. Firmó un soberbio gol en el segundo partido que disputaba con su nueva camiseta y anotó otro más varios encuentros después. Y desde ese momento, el galés ha vuelto a ser uno más de la plantilla, un jugador casi intrascendente para los planes de su entrenador.
Sin apenas titularidades
Bale llegó con la vitola de estrella. El delantero, que pese a no entrar en los planes de Zidane y Ancelotti en las últimas temporadas, seguía manteniendo su cartel y fútbol en las piernas. Así lo atesoraban sus actuaciones con su selección, a la que consiguió guiar a la cita mundialista.
Y de ese modo se plantó en Los Ángeles, donde renunció a gran parte de su estratosférico salario para hacer las delicias de sus nuevos aficionados. Sin embargo, su ahora entrenador Steve Cherundolo parece no dar con la clave para que encuentre su mejor juego.
Es más, apenas ha sido titular con el equipo. Únicamente ha salido en el once inicial dos veces y siendo 62 minutos el máximo de tiempo que ha estado sobre el terreno de juego. La otra, 60 más. Datos que se alejan de la supuesta importancia que podría tener un futbolista de su calibre.
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Otro viejo conocido, su gran problema
El gran problema para el técnico del conjunto estadounidense es la de dar cabida en el once a Bale y Carlos Vela. El mexicano es uno de los grandes ídolos de la MLS y su rendimiento está fuera de toda duda. Asentado completamente como titular, los números a lo largo de la temporada respaldan al ex de la Real Sociedad o Arsenal.
Es más, prácticamente lo que no juega Vela recae en su competencia. El ex del Real Madrid suma apenas un 27% de los minutos disputados desde que llegó y ha jugado 10 de los 12 partidos, siendo la inmensa mayoría desde el banquillo. Unos datos que contrastan con el 77% de los minutos jugados por el mexicano.
Parece que para Gareth Bale la historia se repite. No encuentra su sitio y parece que cada vez tiene más difícil hacerse un hueco en LAFC.