El Real Madrid ha tenido un arranque de temporada increíble. El equipo de Carlo Ancelotti ha funcionado a la perfección en casi todos los aspectos del juego. Ha sabido jugar teniendo la posesión de los partidos, pero también ha sabido crecer desde la defensa y utilizando el arma letal de su veloz contrataque. Y por si fuera poco, se muestra en un estado físico insultante. La famosa "energía" de la que tanto habla el italiano.
Estos buenos mimbres han dejado un equipo formado y rodado que ha arrancado el curso de manera incontestable con nueve triunfos en los nueve partidos que ha disputado. Arrancó con la Supercopa de Europa, ha seguido con las seis victorias de Liga cosechadas y ha terminado con un dos de dos en Champions.
Se marcha al parón de selecciones con la cuenta de derrotas a cero habiendo sabido dar la cara en uno de los momentos más complicados: la lesión de Karim Benzema. El galo sintió unas molestias en el debut en Champions contra el Celtic y todavía no ha conseguido volver. Sin embargo, los blancos no han notado su ausencia y se han repuesto a base de triunfos y de goles. Aunque la falta de Benzema siempre resta fútbol, lo que es cierto es que el Real Madrid ha seguido viendo puerta con facilidad.
Recuperar el muro defensivo
Aunque el inicio de temporada se podría calificar de muy bueno, siempre hay pequeños detalles que se pueden ir puliendo y añadiendo para hacer un equipo perfecto. Uno de ellos es la fortaleza defensiva. Un carácter que esta plantilla adquirió durante la segunda etapa de Zidane en el banquillo y que mantuvo el año pasado en el regreso de Ancelotti.
Era muy difícil hacerle goles a este Real Madrid. Pero este curso, parece que esa cuota de dificultad se ha reducido en cierto modo. Hasta ahora, el equipo de Ancelotti ha recibido un gol en cada partido de Liga, ya que no ha conseguido dejar a cero su portería en ninguna fecha. Esto llevaría a encajar 38 tantos en el global de la temporada. El curso pasado encajaron solo 31.
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Sin embargo, cierto es también que a estas alturas de la temporada pasada, el Real Madrid ya había encajado 8 goles por los 6 que lleva ahora. Eso sí, había marcado 21 mientras que este curso 'solo' lleva 17. La diferencia es menor, aunque esta se ha traducido en más puntos. De los 18 que ya hay en el zurrón de la presente temporada a los 16 que había el año pasado a estas alturas con cinco victorias y un empate.
Lo cierto es que el Real Madrid no se ha olvidado de defender. Ha reforzado su zaga con jugadores como Antonio Rüdiger y Courtois se sigue mostrando como el mejor portero del mundo. De hecho, en Europa todavía no han conseguido batirle. Ni el Eintracht en la Supercopa de Europa ni el Celtic y el RB Leipzig en Champions han conseguido marcarle un gol al Real Madrid. El reto de Ancelotti es trasladar esa fortaleza también al campeonato doméstico.
Dosificar a los intocables
Esta temporada es de lo más particular. El Real Madrid afrontará un total de seis competiciones. Ya ha ganado la Supercopa de Europa y se ha estrenado en Liga y Champions. Más adelante llegarán la Copa del Rey, la Supercopa de España y el Mundial de Clubes. Y además de todo eso, muchos de los jugadores que forman la primera plantilla tendrán que disputar entre noviembre y diciembre el Mundial de Qatar.
Por ello, Ancelotti ha puesto en marcha un intensivo plan de rotaciones desde el primer día. Se está pudiendo ver con casos como el del lateral derecho con Lucas o Carvajal, con las entradas de Nacho y Rüdiger, con el caso de Camavinga o con la variedad de alternativas que aparecen en la punta de ataque. Las lesiones de Lucas y Benzema han frenado también este proceso.
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Sin embargo, a pesar de las variantes, hay cuatro jugadores que han disparado ya sus minutos. El primero de ellos es Courtois, con 810. Lunin aún no se ha estrenado. Otro de ellos es David Alaba, que en muchas rotaciones ha cambiado el eje de la zaga por el carril zurdo para dar descando a Ferland Mendy. El austriaco acumula 713 en Liga.
No obstante, los casos que más preocupan son los de Vinicius y Fede Valverde, los dos jugadores más en forma de la plantilla y, ahora mismo, los más decisivos. Vinicius es todavía más líder sin Benzema y Fede se ha destapado como titular y como un gran goleador. Además de hacer de nexo entre el medio y la delantera, ya lleva tres partidos seguidos marcando debido a su potencial llegador. Ambos acumulan 776 y 701 minutos respectivamente en La Liga.
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Estos cuatro futbolistas con los únicos en superar la barrera de lo 700 minutos en el campeonato nacional. El reto de Ancelotti tras la vuelta de selecciones será frenar esta crecida de su participación y dosificarles, ya que ambos llegarán al Mundial donde serán líderes en dos selecciones llamadas a llegar lejos y a vivir de sus goles y de sus jugadas. Quemar tanto a Vinicius como a Fede antes de tiempo puede suponer un enorme perjuicio a partir del mes de marzo, cuando realmente se vuelve a poner todo lo importante en juego.