Karim Benzema es de esos futbolistas siempre inconformistas. De los que buscan redimirse de las malas situaciones, de los que luchan por mejorar en el día. Y tiene por delante una oportunidad de oro para olvidar sus males: El Clásico. Un partido que acapara todos los focos y es un escenario perfecto reivindicarse ante su afición.
Benzema ha tenido un comienzo dubitativo. El que va a ser el próximo Balón de Oro todavía no ha sido capaz de mostrar ese instinto que le llevó a guiar al Real Madrid al doblete la pasada temporada. Se han visto muchas sombras que luces del francés en este inicio.
Ha pasado de ser el líder sobre el terreno de juego a encontrarse con un muro difícil de superar. Si el año pasado veía cómo le sonreían las cosas, este está resignándose a ver cómo no le sale prácticamente nada. Un problema goleador y de juego que le han lastrado en sus últimas apariciones.
Apenas ha marcado cuatro goles en este inicio, un doblete contra el Espanyol, uno contra el Eintracht en la Supercopa y otro contra el Celta. Un bagaje que se antoja escaso para la gran figura de este Real Madrid. Unos números marcados por las continuas lesiones del delantero en los primeros duelos de la temporada.
La falta de confianza en sus acciones ha mermado su brillantez sobre el césped, una situación que espera revertir en su siguiente cita con el Real Madrid. Una oportunidad para Benzema de relamerse las heridas de la mejor forma que sabe: haciendo jugar a los suyos y marcando goles.
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El Clásico, el escenario
Si hay un lugar donde Benzema pueda acallar las críticas ese es el Santiago Bernabéu. Es el estadio donde más querido es y donde ha hecho vibrar a los aficionados durante los últimos años, especialmente la temporada pasada con sus goles en Champions League en las noches de las grandes remontadas.
Y esa remontada es a la que aspira Karim. A levantar el vuelo como el Ave Fénix, a erigirse como el líder de este Real Madrid. Un partido clave donde los suyos le necesitarán para completar un tridente de lujo junto a Vinicius y Rodrygo. Una oportunidad para volver a brillar.
Un encuentro donde ya sabe lo que es ser la estrella del mismo. Ejemplo de ello es que ha dejado detalles para el recuerdo contra los culés como el gol marcado de tacón en el regreso tras la pandemia, uno de los onces tantos que ha logrado anotar frente a su próximo rival.
Un ansiado y esperado regreso a su nivel es lo que espera el galo, que sabe que de conseguirlo puede desatar todas las miradas del Bernabéu junto al dúo brasileño que le acompañará en la punta de ataque.
Recuperando sensaciones
El partido contra el Shakhtar Donetsk fue la última prueba del internacional por Francia para medirse en cuanto a minutos sobre el césped. Un test que debía pasar para coger rodaje de cara al enfrentamiento contra el FC Barcelona.
Carlo Ancelotti, entrenador del conjunto merengue, ha ido jugando con sus minutos sobre el terreno de juego. Volvió con plenos poderes ante el Osasuna y el Shakthar. Descansó contra el Getafe tras la aparición de unas molestias y tras decidir no forzar. Y de nuevo regresó al césped en la última jornada de Champions League contra los ucranianos.
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Una progresión llevaba a cabo para llegar con todo a El Clásico. Una pequeña puesta a punto que, aunque no ha sido tan esplendorosa como se esperaba, tiene como meta el partido frente al Barça. Una puesta en escena para llegar de la manera más adecuada a su siguiente cita.
Lo que está claro es que para Karim Benzema no será otro más de su lista. Él sabe que tiene en sus botas mucho fútbol y querrá demostrárselo una vez más a la afición madridista, que ya le espera de cara a El Clásico.