El Real Madrid consiguió este miércoles una importante y cómoda victoria frente al Elche gracias a los goles de Fede Valverde, Karim Benzema y Marco Asensio. El Martínez Valero asistió a un auténtico recital del equipo de Carlo Ancelotti que consiguió cuajar uno de los mejores partidos de la temporada a nivel ofensivo. 

Además de los tres goles conseguidos, el Real Madrid perforó la meta del Elche hasta en tres ocasiones más. Sin embargo, todas ellas fueron anuladas por el VAR al señalizarse fuera de juego en cada una de las acciones. Posiciones muy justas que privaron a los blancos de una goleada sonrojante. 

Por suerte, estos goles no le hicieron falta alguna a un Real Madrid que solventó la papeleta de entre semana por la vía rápida para pensar ya en el próximo compromiso liguero que tendrá este sábado. A pesar de la simpleza del triunfo, la noche fue muy especial para el conjunto madridista. 

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Karim Benzema se vestía de corto por primera vez después de ganar su primer Balón de Oro. Un premio a toda una carrera que le corona como el mejor jugador el planeta después de un año dorado para él. El Elche le hizo un pequeño homenaje con la entrega de una placa conmemorativa y el galo respondió anotando un tanto.

La visita de Alcaraz

Sin embargo, no fue la única estrella que brilló en el vestuario merengue, el cual recibió una visita muy especial. Carlos Alcaraz, actual número uno del mundo después de su victoria en el US Open, el primer Grand Slam de su carrera, se pasó por el vestidor blanco para saludar a los jugadores del Real Madrid. 

El tenista murciano es un reconocido madridista y como tal no quiso perderse uno de los encuentros que más cerca de su casa iba a disputar conjunto merengue esta temporada. Entre El Palmar, localidad natal de Alcaraz y en la que reside junto a su familia, y Elche, solo hay 66 kilómetros, unos 45 minutos en coche. Por ello, el actual mejor tenista del planeta no dudó en desplazarse hasta el Martínez Valero. 

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'Carlitos' vio el partido y a su conclusión pudo bajar al vestuario para saludar a los que para él son sus ídolos. A pesar de que el tenista español sea ya una estrella mundial, ha crecido viendo a este equipo hacer historia. Por ello, no quería perder la oportunidad de saludar a los Benzema, Modric y compañía. Pudo hacerse fotos con ellos e intercambiar algunas confidencias y experiencias. 

Además, se le vio bastante suelto con los más jóvenes, especialmente con Vinicius y Rodrygo, jugadores del Real Madrid casi de su misma generación y con los que comparte el calificativo de estrella mundial. Un día de mucha emoción y de mucho disfrute para un Alcaraz que nunca ha dudado a la hora de mostrar sus colores allá por donde ha ido al igual que lo hace también el otro gran tenista español de los últimos años, Rafa Nadal. El tenis español es más blanco que nunca.