Antes del inicio de la nueva edición de la Copa del Mundo, que se celebra en Qatar entre el 20 de noviembre y el 18 de diciembre, Eduardo Camavinga se ha convertido en uno de los grandes protagonistas del Mundial. Durante una sesión de entrenamiento, el centrocampista del Real Madrid realizó una entrada a Christopher Nkunku que acabó con el delantero del RB Leipzig lesionado.
Esto ha provocado una oleada de críticas desde Francia al jugador. Aunque Christopher Nkunku ha salido en su defensa después de lo sucedido: "Quiero pararme a hablar de mi compañero Eduardo Camavinga, injustamente insultado por este incidente. El Mundial debe ser un momento de unión y no de división".
Camavinga no solo está en el centro de las miradas por esto, ya su convocatoria despertó mucha expectación. Con apenas cuatro partidos disputados con la selección de Francia, fue llamado a filas por Didier Deschamps para formar parte de Les Bleus en el Mundial de Qatar 2022.
En el país galo van a seguir con atención el rendimiento del mediocentro, pero también desde el Real Madrid. Carlo Ancelotti ya aseguró, a lo largo de la presente temporada, que considera al joven futbolista como un revulsivo de lujo. Un arma de doble filo, pero que ya demostró que puede ser importante durante la conquista de la Champions League el pasado curso.
Polémica en Francia
Una de las grandes incógnitas de la convocatoria de Deschamps fue si, finalmente, convocaría o no a Camavinga. Mientras Ferland Mendy se quedó fuera, el mediocentro galo sí que fue incluido en la lista. Las bajas de jugadores veteranos como N'Golo Kanté o Paul Pogba abrió las puertas del Mundial al futbolista de 20 años.
Una vez en la concentración de Les Bleus, el peor momento ha llegado para él antes del comienzo del Mundial. El incidente entre él y Nkunku que acabó con el delantero fuera de Qatar 2022, le ha dejado 'tocado'. Y, sobre todo, como víctima de intolerables ataques racistas por parte de algunas personas a las que no se les puede llamar aficionados al fútbol.
Aunque el propio Nkunku ha querido mandar un mensaje de apoyo a su compatriota: "El martes por la tarde, después de realizarme unas pruebas, tuve que dejar la concentración de la selección francesa y fui declarado baja para el Mundial. A partir de ahora, me pongo a trabajar con un solo y único objetivo: volver todavía más fuerte".
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"Quiero pararme a hablar de mi compañero Eduardo Camavinga, injustamente insultado por este incidente. El Mundial debe ser un momento de unión y no de división. Gracias a todo el staff y a mis compañeros por su apoyo. Seré vuestro primer aficionado, ¡haced que estemos orgullosos!", sentenció el jugador francés.
Futuro blanco
El momento definitivo de reconciliación llega con el inicio del Mundial. Camavinga es uno de los pocos centrocampistas por los que ha apostado Deschamps para la nueva edición de la Copa del Mundo. La papeleta de Francia no es nada sencilla, ya que el combinado galo viene de ganar el pasado Mundial de Rusia 2018. Sin embargo, el límite es soñar. Y todos parecen tener mucho 'hambre' por mantener la corona.
Camavinga está muy bien rodeado en la selección de Francia. Tchouaméni y Benzema comparten vestuario con él tanto en el combinado nacional como en el Real Madrid. Dos fuertes apoyos para superar esta última piedra que se ha colocado en su camino. Pese al comienzo, el final puede ser brillante y es que se espera mucho de él. Un jugador con talento y con desparpajo.
En el Real Madrid hay confianza plena. Sobre todo por parte de un Ancelotti que afirmó esta misma temporada que "es una satisfacción e ilusión tener a un jugador así". "A su edad, con una calidad así, no hay muchos en Europa", aseguró el entrenador de Reggiolo. Algo en lo que parece estar de acuerdo Deschamps, quien no dudó en llamarle a él antes que a otros mediocentros seleccionables. Camavinga tiene una cita Mundial y tanto su club como su país estarán pendientes de su desempeño.