El Real Madrid consiguió una inesperada victoria frente al Villarreal después de una remontada histórica. El equipo blanco venía de caer precisamente contra los de Quique Setién en La Liga y de hacerlo nuevamente en la final de la Supercopa de España contra el Barça. Por eso, cuando los blancos se pusieron 2-0 abajo en La Cerámica, nadie confiaba en la remontada. Y menos que esta estuviera liderada por un gran Dani Ceballos

El utrerano salió al terreno de juego en el minuto 56 de partido por Toni Kroos y fue capaz de cambiar el sino del encuentro. Participó de manera activa en el primer gol, ya que suyo fue el pase hacia Vinicius para que el brasileño abriera la lata y el camino de la remontada. Después, en el segundo, suyo fue el centro que propició el remate de Benzema para que después Militao hiciera el empate. 

El exjugador del Betis puso la puntilla marcando el tercero y llevando la locura al banquillo del Real Madrid. Una remontada que puede ser clave en la temporada y que para siempre llevará su sello. Sin embargo, en ese tercer gol, Ceballos contó con la colaboración de Marco Asensio, ya que suya fue la asistencia del tanto. 

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Dos jugadores que entraron para poner savia nueva en el centro del campo y que se encuentran en una situación personal y deportiva muy parecida. Cuentan poco para Ancelotti, ambos terminan contrato a final de esta temporada y se juegan en lo que resta de curso o una oferta de renovación o encontrar un nuevo acomodo en el mercado.

Dani Ceballos celebra un gol contra el Villarreal en Copa del Rey Reuters

 

Ceballos y Asensio, caminos paralelos

Hasta ahora, Dani Ceballos y Marco Asensio llevan carreras paralelas en el Real Madrid. Los dos son jugadores de rotación para Carlo Ancelotti y terminan su contrato el próximo 30 de junio. Por lo tanto, tienen que decidir su futuro en cuestión de semanas o meses. De hecho, están ya en situación de firmar un nuevo contrato con el club que quieran sin consultar a la entidad madridista. Sin embargo, esa situación es cada vez más rara avis en el fútbol y es que entrar en los últimos seis meses de contrato ya no es ninguna situación de riesgo o peligro. 

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Ceballos demostró ante el Villarreal que tiene la capacidad de ser importante en este Real Madrid y que, aunque sea saliendo desde el banquillo, se puede ganar un lugar importante en los esquemas de un Carlo Ancelotti que necesita respiros en el centro del campo. Sin Tchouameni por lesión, con Fede Valverde y Modric fundidos tras el Mundial, con Camavinga mostrando más precipitación que acierto y con Kroos sobrepasado, la aparición de Ceballos puede ser clave. 

El utrerano tiene por delante seis meses para no abandonar esta línea y ganarse una oferta de renovación del Real Madrid. El ex del Betis, al igual que sucede con Asensio, no incomoda en el vestuario ni a Ancelotti ni al club, por lo que parece casi seguro que tendrá, al menos, la oportunidad de continuar vistiendo la elástica merengue si no le sale una opción mejor. La llamada del propio Betis y el posible fichaje de Bellingham también van a marcar su futuro. 

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Mientras tanto, Ceballos tiene la misión de dar continuidad a ese buen nivel mostrado en La Cerámica. El hecho de seguir vivos en la Copa del Rey y que lleguen competiciones como el Mundial de clubes le da la posibilidad de tener más oportunidades. A su vez, Dani puede suponer un espejo en el que mirarse para el propio Asensio, ya que un jugador que era reemplazable como él ha conseguido dar un golpe encima de la mesa y ser ahora una de las razones por las que los rivales pueden temer al Madrid. 

Marco Asensio juega un balón durante el partido de Copa del Rey contra el Villarreal Europa Press

Marco Asensio, a contrarreloj

Si Ceballos encara ahora su futuro con algo más de luz, llamando la atención de grandes equipos y haciendo méritos para ganarse una renovación en el club blanco, a su compañero Marco Asensio se le acaba el tiempo. El mallorquín necesita también tener una gran noche y dar un paso hacia delante para demostrar que puede, y que debe, seguir siendo jugador del Real Madrid. 

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La situación de Marco es clara. Termina contrato el próximo 30 de junio y cada día que pasa sin demostrar credenciales está más cerca de perder sea cual sea su decisión. En el mercado ya sabe que tiene pocas opciones como se demostró el verano pasado. Siendo agente libre se le abrirá alguna puerta más, pero no ha demostrado estar para ser importante en un grande. 

El Real Madrid le ofrece una renovación a la baja y nunca una ampliación con la mejora salarial que él quiere. Es una operación que no le estorba al club blanco ya que le ven válido para estar en la primera plantilla, pero desechada ya la opción de que pueda optar al puesto de titular, no harán locuras por retenerle. Así pues, si Marco quiere conseguir algo positivo, sea en el Santiago Bernabéu o fuera de él, necesita mirarse en el espejo de Ceballos y dar un paso hacia delante.