El fútbol español se encuentra en uno de sus momentos más oscuros por el 'caso Negreira' y las protestas llegaron a El Clásico, seguramente el partido de mayor repercusión en la faz de la Tierra. El madridismo dijo 'basta' ante el escándalo que tiene como protagonista a su eterno rival, el Barcelona, por los pagos millonarios realizados durante años al que fuera el número dos del Comité de Árbitros.
La afición del Real Madrid se movilizó por redes sociales y se organizó una protesta en la previa del encuentro de Copa del Rey. El lugar elegido para su celebración fue bajo la torre D del Santiago Bernabéu, justo en la entrada al coliseo blanco de la afición visitante.
Un grupo de seguidores blancos se concentró tras una pancarta en la que se leía "Corrupción en la Federación", como denuncia a las prácticas del Barça y Enríquez Negreira durante la era de Villar y Sánchez Arminio como cabezas de la RFEF y el CTA. Lo más llamativo fueron los cientos de billetes de 500 falsos que tenían el rostro de Joan Laporta y volaron por los aires en los aledaños del Bernabéu.
"¡Siempre robando, el Barça siempre robando!" y "¡Laporta suelta la pasta!" fueron algunos de los cánticos que se escucharon durante la concentración. En el mismo lugar se guardó un minuto de silencio "por el juego limpio".
El salpicado fue Munuera Montero, colegiado del Real Madrid - Barça que fue recibido por una sonora pitada de todo el Santiago Bernabéu. Algunas de sus decisiones tampoco ayudaron a mantener el ambiente tranquilo. Durante el encuentro, los cánticos de protesta siguieron desde la grada de animación del coliseo blanco y amplificados por todo el estadio en los momentos de mayor tensión.
Siete horas antes del inicio el foco estaba puesto a 19 kilómetros, en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Allí se reunieron los árbitros, encabezados por su presidente, Luis Medina Cantalejo, y acompañados por Andreu Camps, secretario general de la RFEF. En el salón Luis Aragonés, los colegiados se defendieron del 'caso Negreira'.
El número uno de los árbitros fue preguntado por algunas de las estadísticas más surrealistas del Barça durante la era Negreira, como los dos años sin que le pitaran un penalti en contra -de 2016 a 2018- o las 59 jornadas sin ver a un jugador de su equipo ser expulsado -de 2015 a 2017- en Liga. "Supongo que no le pitaron penaltis al Barça porque simplemente no los hubo. A juicio de los árbitros no lo habría", respondió.
Y tocó el primer Clásico tras salir a la luz el escándalo. Y hubo polémica -con las amarillas que a Munura Montero le costó sacar al Barça-, aunque eso se haya vuelto costumbre.
Noche de fútbol empañada por el 'caso Negreira'. Indignación en el madridismo. El fútbol se levanta contra el mayor escándalo arbitral de este país.