Camavinga se ha convertido en uno de los fijos del Real Madrid desde que regresase del Mundial de Qatar. El polivalente futbolista francés ha demostrado su capacidad para desempeñarse en diferentes puestos del once de Carlo Ancelotti y hay depositada una confianza ciega en él, pues su talento sale a relucir en cada partido que disputa con la elástica blanca.
Pese a tener parte de responsabilidad en el Clásico en el gol recibido, Camavinga se ha destapado como uno de los jugadores con más fondo en el conjunto merengue. Su aportación supera a sus fallos y ha demostrado tener mucho margen de mejora, ya que únicamente cuenta con 20 años.
En su segunda temporada en el Real Madrid, el francés ha tomado una serie de galones en el centro del campo gracias a su garra y poderío. Además, ya ha demostrado ser clave en el equipo durante la Champions League pasada, por lo tanto, está llamado a ser un jugador importante en los esquemas de Ancelotti.
Con los problemas físicos de Aurélien Tchouameni, Eduardo Cavaminga se ha erigido como su sustituto debido a su versatilidad. Pese a no estar del todo acertado frente al Barça, su progresión sigue siendo más que adecuada para un futbolista de su edad y él lo demuestra cada vez que recibe una oportunidad.
Quitando el partido frente al Atlético de Madrid, ha completado los noventa minutos en nueve de los últimos diez encuentros. Ya sea como recurrente lateral izquierdo o como centrocampista, se ha instalado en las alineaciones del Real Madrid y con su desempeño para haberse ganado un hueco.
Salto diferencial
Camavinga comenzó la temporada igual que terminó la anterior, siendo suplente pero con un peso relevante en el equipo. Erigido como uno de los sustitutos de lujo de Ancelotti, su año ha ido creciendo según pasaban los partidos. Ha llegado hasta tal punto, que se ha convertido en un fijo para el técnico madridista.
Su trabajo, esfuerzo y dedicación en el terreno de juego, ayudado también en parte por las rotaciones en esta cargada temporada, le han hecho dar un paso adelante en la plantilla madridista. Es decir, ha cambiado su rol: de suplente a titular. Desde su regreso del Mundial, ha jugado prácticamente todo.
Ha sido titular en 11 de los 15 partidos y ha completado los noventa minutos en todos los que ha arrancado desde el inicio. Además, solo se ha perdido un encuentro esta temporada con el Real Madrid y fue contra el Celtic en el Estadio Santiago Bernabéu. Unos datos que hablan muy bien de su resistencia física sobre el terreno de juego.
Aportación diferencial
Pese a no disputar su mejor partido frente al FC Barcelona en la Copa del Rey, sí que quedó claro cual es el mejor escenario de Cavaminga. Contra el Liverpool en la Champions League se vio su despliegue, en un encuentro de ida y vuelta que sacó a relucir sus ventajas.
A campo abierto ha demostrado ser un factor diferencial en el centro de la medular. Su capacidad de abarcar una gran extensión del terreno de juego y su proyección hacia delante le convierte en un jugador incansable. Un futbolista que es capaz de ir y volver y realizar esfuerzos hasta el último minuto de partido. Vamos, lo que se suele llamar un 'todoterreno'.
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Además, gracias a sus actuaciones ha sido capaz de ganarse a un público tan exigente como el del Estadio Santiago Bernabéu. También, el Real Madrid confía ciegamente en él y le considera como uno de los jugadores y centrocampistas con el futuro más brillante del fútbol mundial.