¿Pierde El Clásico su brillo tras estallar el 'caso Negreira'? Lo verdaderamente importante ahora está en la investigación, ya en manos de la Justicia, por los millonarios pagos que durante años hizo el Barça al número dos de los árbitos. No en el campo. El partido más importante del fútbol se ve manchado por las sospechas en el pasado.

Los Clásicos a partir de ahora se pueden dividir en dos etapas: con Enríquez Negreira y sin Enríquez Negreira. La fecha que marca la separación es junio de 2018, momento en el que el excolegiado sale del CTA y el Barça, con Josep Maria Bartomeu en el poder, rompe su vinculación con él.

Son prácticamente dos décadas de pagos a Negreira, pero para hacerlo más sencillo se puede tomar de muestra los últimos Clásicos de su era. 14 partidos entre Barça y Real Madrid se han jugado desde su salida del CTA y el club azulgrana, por lo que habría coger los 14 Clásicos de la etapa previa. Los datos hablan.

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En primer lugar, hay que decir que los resultados son exactos. Barça y Madrid suman las mismas victorias en ambas etapas (6 en cada una) y dos empates también en cada periodo. Un dato curioso es la diferencia de victorias conseguidas por el club azulgrana jugando en casa o como visitante.

El Barça suma cuatro victorias en el Santiago Bernabéu en ambas épocas, dos en el Camp Nou con Negreira y solo una sin él. Este año también ganó en Arabia Saudí la final de la Supercopa de España. Los datos del Madrid son mejores como local y se calcan entre una etapa y otra: tres victorias en casa, dos en el feudo culé y una en sede neutral (final Copa del Rey 2014 y semis Supercopa 2022).

Las principales diferencias se encuentran, como se podía esperar, en el bagaje arbitral de una y otra etapa. El Madrid lo pierde todo con Negreira en el CTA: menos penaltis a favor (solo 2 por los 4 del Barça) y una exagerada diferencia en expulsiones recibidas (6 por solo 2 de los culés). 

Desde que Negreira dejara de trabajar para el Barça, casualmente se vivieron Clásicos muchos más tranquilos: solo 4 penaltis pitados (2 para cada equipo) y apenas una expulsión (para Casemiro, por doble amarilla). E igualmente, si hablamos de polémicas, cuando hubo más, gana la etapa que ahora se investiga en los tribunales.

Con Negreira

Igual que el número de penaltis y tarjetas rojas, tendiendo hacia el Barça, es mayor en esta época, lo son las decisiones polémicas de los colegiados. En el Madrid se quejaron durante años de actuaciones de determinados árbitros como Alejandro Hernández Hernández. Este anuló un gol legal de Gareth Bale en abril de 2016 (1-2, en el Camp Nou), no pitó un penalti de Umtiti sobre Cristiano (2-3, en el Bernabéu) y en mayo del 2018, en el último Clásico de la era Negreira, dio como legal un gol de Messi que arrancó con falta de Suárez sobre Varane.

Otro señalado es Clos Gómez, actual director del VAR en el CTA, que en diciembre de 2016, en un Clásico en el Camp Nou que acaba 1-1, no pitó un claro penalti de Mascherano sobre Lucas Vázquez y dio como legal un gol de Suárez que no lo era por posición de fuera de juego. Otro escándalo se vivió en la ida de la Supercopa de España en 2018, siendo el árbitro Ricardo de Burgos Bengoetxea, el mismo que este domingo. Aquel día pitó un penalti de Keylor sobre Suárez, cuando era piscinazo del uruguayo, y expulsó a Cristiano Ronaldo por doble amarilla por simular una caída cuando en realidad es derribado por Umtiti.

Sin Negreira

¿Qué ha ocurrido en los Clásicos de los últimos años? Un bagaje arbitral mucho más igualado y, sobre todo, menos polémicas. Eso sí, la más importante tuvo como protagonistas a dos 'viejos conocidos': Hernández Hernández y De Burgos Bengoetxea, este en el VAR. En diciembre de 2019, Barça y Madrid empataron a cero en un partido en el que se debieron pitar dos penaltis sobre Varane. Ni un colegiado ni el otro los señalaron, acabando el central francés el partido con una marca de los tacos de Lenglet en el muslo derecho fruto de su entrada en una de esas dos jugadas.

Por lo demás, poco que comentar. Eso sí, esta temporada se dio que Joan Laporta bajó al vestuario de los árbitros tras El Clásico de la ida de Liga. El Madrid ganó 3-1, pero con 2-0 hubo una jugada polémica al caer Lewandowski en el área tras hacer contacto Carvajal con él. El colegiado era Sánchez Martínez, al que el presidente del Barça fue a buscar para pedir explicaciones.