Real Madrid y Chelsea vuelven a verse las caras por tercera edición consecutiva de la Champions League. Un duelo de alto voltaje que enfrenta a dos de los clásicos en estas rondas finales de la competición europea en las últimas temporadas. Hay mucho detrás de esta eliminatoria, grandes detalles que pueden marcarla, pero hay un nombre que destaca por encima de los demás.
Se trata de Karim Benzema, ni más ni menos. El delantero francés del Real Madrid le ha cogido el gusto al Chelsea en los últimos enfrentamientos directos y se ha convertido en uno de los grandes artífices de los éxitos del conjunto blanco en las últimas temporadas, especialmente en la Champions League del año pasado.
Sus goles guiaron al cuadro merengue a levantar un trofeo más, otra 'Orejona' para sumar 14 en las vitrinas del Estadio Santiago Bernabéu. Fue el protagonista absoluto del episodio triunfal frente al Chelsea la temporada pasada, donde junto a la ayuda inestimable de Rodrygo de cara al gol, lograron vencer a una de las bestias negras del club de Concha Espina.
Atrás quedaron años de chocarse contra el conjunto inglés, que es de los pocos clubes que puede presumir de tener un bagaje favorable contra el Real Madrid. Con su poderío en el área, fueron capaces de eliminar a uno de los equipos que más medida le tenían tomado a lo largo de la historia. Una actuación épica, heroica, que rescató con un cabezazo inapelable en la prórroga de un partido vibrante.
Siete partido entre Real Madrid y Chelsea, sólo una victoria blanca. Ésta fue la cosechada la temporada pasada gracias a la portentosa actuación del killer francés. Una puesta en escena que desarboló a la defensa inglesa gracias a su inteligencia sobre el terreno de juego. Sus números contra ellos, cinco goles en cuatro partidos, lo que demuestra que es una de las recetas principales para el éxito madridista.
Bestia negra del Madrid
Pese a conseguir eliminarlo la temporada pasada, los precedentes no eran nada buenos cuando el bombo deparó el enfrentamiento entre ambos clubes. Ahora la cosa ha cambiado y el Real Madrid se ha posicionado como gran favorito para superar la eliminatoria, y más tras lo visto frente al Liverpool en los octavos de final.
Antes de eso, la oscuridad más absoluta se cernía en el historial de los blancos frente a los blues. El delantero francés reescribió una historia que estaba llena de tropiezos, de finales perdidas contra ellos, pero con su talento pudo vencerla. Y, más aún, cuando la oscuridad se cernía, porque por momentos estuvo cerca la eliminación ante el público del Estadio Santiago Bernabéu. Ahí apareció la magia para romper el embrujo.
Años antes, la historia se había topado de manera negativa con el Real Madrid. Hasta tres eliminaciones consecutivas había sufrido. Dos ellas supusieron el adiós a títulos, pues el Chelsea venció a los blancos en la temporada 1970/71 en la final de la Recopa de Europa. También lo hicieron en la Supercopa de Europa de 1998, donde un solitario gol de Gustavo Poyet apeó a los merengues de un nuevo trofeo continental.
Tampoco había sido bueno el recuerdo de esa eliminatoria de semifinales de Champions de la temporada 2020/21 marcada por la Covid-19 y por jugarse la ida en el Estadio Alfredo Di Stéfano. Pese al empate en el primer partido, gol de Benzema incluido, el Chelsea consiguió colarse en la final gracias a su triunfo en la vuelta con los goles de Werner y Mount. A la postre, los ingleses se alzarían con el título.
[Lampard: "Hay presión para ambos equipos, pero el Real Madrid es sin duda el favorito"]
Idilio de Benzema
Karim Benzema ha jugado cuatro partidos oficiales con el Real Madrid frente al Chelsea. El bagaje del jugador francés no puede ser mejor, ya que ha logrado marcar cinco goles y fue la clave para que su equipo dejase atrás una racha negativa frente a los ingleses.
El instinto goleador que siempre ha acompañado a Karim contra el Chelsea comenzó en la temporada 20/21. En ella, el atacante galo se estrenó frente al rival de este miércoles. Fue a la salida de un córner, en una jugada de estrategia preparada por Zinedine Zidane.
Kroos puso el balón en corto para Luka Modric y éste se la cedió a Marcelo. El lateral brasileño puso un balón al segundo palo para la llegada de Casemiro. Ahí, el centrocampista prolongó hacia el corazón del área y Benzema, con toda la clase que le caracteriza, se acomodó el esférico con la cabeza y se sacó una volea imposible. Era el preludio de lo que estaba por llegar un año después.
Una temporada más tarde las casualidades del fútbol quisieron que Real Madrid y Chelsea se viesen las caras en los cuartos de final de Champions, misma ronda donde se enfrentan esta temporada. Era el momento de Benzema, que ya se había destapado como jugador clave en los octavos para remontar al PSG con un hat-trick.
La historia volvió a escribirse de la misma manera. Su idilio con el gol volvió a quedar plasmado sobre el terreno de juego de Stamford Bridge. El relato comenzó a escribirse en el minuto 20 de partido. Pared entre Karim Benzema y Vinicius que acaba con un centro desde la línea de fondo del brasileño. Cómo no, al hueco iba a aparecer el '9', rematando de cabeza frontalmente para batir a Mendy. La fiesta comenzaba.
No dejó que su rival se recompusiese del mazazo recibido. La calidad de Luka Modric al poner un centro al punto de penalti se encontró con la magia de la testa de Benzema, que colocó un remate imposible a contrapie para Mendy. La alegría se desataba y el francés dejaba su impronta allí.
Pero aún quedaba más. Cuando el Chelsea parecía reaccionar con un gol de Kai Havertz y la cosa parecía ponerse más seria, apareció el de siempre. Más listo que nadie, su inteligencia sobre el césped fue un paso por delante que las de sus rivales. Leyó el mal pase de Edouard Mendy a Rüdiger y presionó en el momento para llevarse el balón. El resultado era un gol que cerraba la eliminatoria. Su exhibición tenía un gran premio y estaba por llegar en la vuelta con el pase a las semifinales.
Sin embargo, el fútbol tiene guardadas sorpresas que muy pocos se esperan. Ese espíritu de superación que tiene el Real Madrid en las grandes noches europeas le daba la espalda en la vuelta. El Chelsea se había apoderado de él con los goles de Mount, Rüdiger y Werner. La eliminación era cada vez más real, pero siempre resurge de sus cenizas el conjunto blanco.
Lo hizo primero con un agónico tanto de Rodrygo a apenas una decena de minutos para que se terminase el partido. La prórroga era una caja de sorpresas, pero ahí emergió Karim Benzema. Otra vez, por si no habían sido suficientes los dos de la ida, sentenció a su rival con otro cabezazo. El francés frenaba a una de las mayores bestias negras del Real Madrid en Europa. Aspira a hacerlo de nuevo y más tras su exhibición contra el Liverpool, donde fue autor de cuatro goles en los dos partidos. Ya está esperando al Chelsea el rifle cargado.