Era la primera vez que Frank Lampard pisaba el césped del Santiago Bernabéu. Jamás lo hizo en sus 13 temporadas como futbolista del Chelsea. Tampoco antes ni después en su carrera. También era su primera vez como entrenador en la Champions League. El mito inglés se topó de bruces con la realidad.
"No sabíamos lo bueno que era el Real Madrid", reconocía Lampard. Una frase que da pie a muchos análisis. ¿Quizás no preparó bien la eliminatoria? ¿Subestimó al vigente campeón de Europa? ¿O, simplemente, desconocía la mística que rodea al equipo blanco en las noches de Champions porque hasta ahora no la había experimentado? Lo mismo le pasaría a Todd Boehly, dueño multimillonario del club, que pronosticó un 0-3 a primera hora de la tarde.
El resultado fue de 2-0. El Chelsea, en lo que al marcador respecta, al menos salió vivo del Santiago Bernabéu. Acabando con 10 tras la expulsión de Ben Chilwell y por la manera en la que el Madrid le abrasó, Lampard se fue del estadio con una sensación extraña. Elige "creer", aunque lo de "cambiar la historia" contra el rey de Europa es muy atrevido hasta para una leyenda como él.
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"Es un gran reto, pero la puerta está abierta y depende de nosotros. Es una emoción mixta en relación con el partido. Con 11 jugadores estábamos en el partido y pudimos haberlo hecho mejor, pero hay cosas que trabajar porque ha habido oportunidades que no hemos aprovechado", dijo Lampard rueda de prensa.
"Luego, con 10 jugadores, les dimos muchas oportunidades. Tenemos que creer, yo tengo que ser el primero en creer que tenemos posibilidades", continuó. "Si no piensas que puedes ganar en un partido así... los aficionados van a ir a apoyarnos. Ahora queremos demostrar cosas y cambiar la historia. Hay que tener una urgencia extra en ese partido" añadió.
El Chelsea está obligado a hacer dos goles, como mínimo, en Stamford Bridge. Complicada tarea, puesto que los blues llevan cuatro partidos seguidos sin ver portería. Es la peor racha del equipo desde 1993, a lo cual Lampard quiso respetar importancia: "Mi primer pensamiento es trabajar en los entrenamientos. Hay que tener confianza, individual y de grupo. Si trabajas algo puede cambiar".
Lo que no le gustó tanto fue cómo actuó el equipo tras la expulsión de Chilwell. Con 1-0 en contra, a partir de ese momento la única misión pasó a ser acabar con el partido así. Pero llegó el zurdazo de Asensio. "No ha sido un tema táctico, ha sido un tema de no estar centrados en el momento. Si se ve el gol, no estábamos dónde teníamos que estar. Hay que controlar lo básico. Es una decepción porque el Real Madrid ha tenido muchas ocasiones cuando nos quedamos con 10 jugadores y no debió ser así", dijo.
Joao, lejos de Vinicius
Si Lampard no sabía que el Madrid era tan bueno, quizás también le sorprendió ver a Vinicius de cerca. El brasileño no necesitó marcar (pero sí dio dos asistencias) para ser elegido MVP del partido: "Es un gran peligro para cualquier equipo. La amarilla tan pronto nos ha puesto nerviosos y es difícil controlar a este jugador. Con el sistema de cinco queríamos controlar el partido, y podríamos haberlo hecho mejor", consideró.
La otra cara de la moneda fue Joao Félix, que sigue sin hacer un gol ni ganar un solo partido al Madrid. Ni con el Atleti ni ahora con el Chelsea. Lampard quiso defenderle tanto a él como a Sterling, desaparecidos en combate. "Lo de Sterling y Joao ha sido difícil. Han tenido que trabajar mucho a nivel defensivo. Joao tiene mucho talento, como Sterling, y no estoy para comentar mucho lo que ha sucedido", aseguró.
También le preguntaron sobre su futuro al entrenador del Chelsea, interino y sin demasiados visos de seguir a partir de junio: "No lo sé. No creo que un partido vaya a cambiar mi futuro. Yo estoy aquí hasta final de temporada y lo entiendo perfectamente. No pienso en mayo o junio y sí en lo que puedo controlar ahora", comentó.
Así fue el día en el que Lampard conoció al Madrid y al Bernabéu. Porque uno, hasta que no lo ve en primera persona, no puede comprender su verdadera magnitud. Frank, que hace una semana veía Netflix sin saber que este miércoles se sentaría en el banquillo del coliseo blanco, ya puede dar fe de ello.