Erling Haaland lidera el Manchester City que el próximo 9 de mayo visitará el Santiago Bernabéu. Es la principal novedad de los sky blues respecto a aquel equipo que un año atrás, el 4 de mayo de 2022, sucumbió ante la mística del Real Madrid y sus grandes noches en Europa. Dos goles de Rodrygo en el descuento y otro de Benzema de penalti dejaron en un suspiro al equipo inglés sin su segunda final de Champions League.
Aquello dejó huella al City, un equipo construido a base de (muchos) millones durante la última década y al que se le resiste la Champions. Por eso buscó la guinda en el mercado y la encontró: Haaland. Pagó su cláusula al Borussia Dortmund y una cantidad que nunca se sabrá, pero seguro que bastante alta, en comisiones a su agente Rafaela Pimienta, la heredera del 'imperio' del fallecido Mino Raiola.
Haaland ha respondido con creces a las expectativas. Es el goleador total: líder en la Premier League (32), líder en la Champions (12) y líder en general en toda Europa (48). Su media es de un gol cada 66 minutos que está sobre el campo. Pero el City también le fichó para partidos como estos, los que se le avecinan contra el Madrid, y espera que responda.
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Será la primera vez que Haaland visite el Santiago Bernabéu y la primera vez que se enfrente al rey de la Champions League. Un depredador como él, que ha metido 35 goles en 27 partidos en la competición y va camino de romper todos los registros, está ante los dos grandes enfrentamientos de su corta, pero exigente carrera.
Lo del monstruo (el 'ogro', como se le apoda a Haaland) aquí se pasa al bando contrario y es que no hay nadie que dé más miedo que el Real Madrid en Europa.
Un fichaje frustrado
En 19 días, Haaland se verá en el centro del Bernabéu. Es una imagen con la que siempre soñó, igual que la de levantando la Champions que ahora tiene a tres partidos de distancia. No es un secreto que el delantero noruego, que tuvo a Cristiano Ronaldo como su modelo a seguir, tiene entre sus objetivos triunfar algún día de blanco.
Intentó aterrizar en Madrid el pasado verano. Sí o sí iba a salir del Dortmund y Raiola se acercó al equipo blanco. Dos factores frenaron la operación, una por cada lado. El club blanco tenía como prioritario el fichaje de Kylian Mbappé que lo veía cerca tras perseguirlo durante años y Haaland dudaba del peso que tendría en el equipo con una leyenda como Karim Benzema en su posición en el campo.
Aquello no llevó a ningún sitio y Haaland se decantó por el City, un club con poder para saciar su hambre de ganar y un destino también con factor sentimental por el pasado de su padre (Alf-Inge) en él.
El uno no se olvida del otro, aunque en el Madrid se sabe que sacarle del City será muy complicado. The Athletic, esta misma semana, reveló que la cláusula que podía liberar a Haaland entre 2024 y 2025 se eliminó con la renovación de contrato de Guardiola. El club blanco prosigue su camino manteniendo a Benzema otro año y deseando que el jovencísimo Endrick cumpla con las enormes expectativas cuando vista de blanco.
Fiche o no en el futuro por el Real Madrid, hay que dar por seguro que esta no será la última vez que Haaland visite el Bernabéu. Un jugador que va encaminado a hacer historia en la Champions está destinado a medirse al 14 veces campeón si es que no juega para él.
En tres semanas se pondrá la primera piedra de una historia que será de futura unión o de rivalidad. Pero será. Haaland y el Real Madrid se ven, por fin, las caras.