Para el Real Madrid jugar La Liga en este tramo final de la temporada supone un auténtico bajón. A los blancos les gusta el rock and roll, nadar en la emoción que le generan las competiciones de eliminatorias como la Copa del Rey o la Champions League, así que regresar a la dura realidad del campeonato regular es un freno a las emociones que desata en otros lugares.
Este es un Madrid 'de entreguerras'. Tras su batalla contra el Chelsea, durante el mes de mayo librará nuevas luchas primero en la final de Copa ante Osasuna y después en las semifinales de Champions contra el Manchester City, así que resulta imposible tomarse los siguientes partidos de Liga como un aperitivo de lo que está por venir. No puede ni debe, no obstante, relajarse el conjunto blanco en sus siguientes compromisos ligueros si no quiere ver aumentada su distancia con respecto al Barça, o lo que es peor incluso, perder la tercera posición.
El Celta de Vigo llega este sábado al Santiago Bernabéu (21:00 horas) como si fuera un pescador que va a ver qué se encuentra en aguas revueltas. No porque bajen así ahora en el conjunto de Ancelotti, sino por la posible distracción que pueden suponer el resto de competiciones. Los gallegos navegan por una posición cómoda en la clasificación, lejos de los puestos de descenso, y eso les puede hacer jugar más relajados en un escenario tan imponente.
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En busca de alicientes que aumenten la emoción del choque, tendrá cierto morbo ver a Gabri Veiga en el Bernabéu. El talentoso futbolista está siendo uno de los más destacados esta temporada en La Liga y por eso ha centrado la atención de varios equipos punteros, entre ellos el Real Madrid, y quién sabe si más pronto que tarde jugará habitualmente en el coliseo del Paseo de la Castellana pero vestido de blanco.
Sin Alaba ni Mendy
El calendario vuelve a apretar al Real Madrid y se encargó de dejar buena cuenta de ello Carlo Ancelotti en la rueda de prensa previa. El técnico italiano cargó de nuevo contra la gran cantidad de partidos y el poco tiempo de descanso, algo que va en perjuicio de la salud de los futbolistas, que al fin y al cabo son los grandes protagonistas de este juego.
Y es que el Real Madrid se vuelve a enfrentar a unas semanas repletas de partidos en las que apenas tendrá tiempo para el descanso. Las dos jornadas intersemanales de La Liga cargan el calendario de una forma exagerada antes de que los blancos afronten primero la final de la Copa del Rey y después las exigentes semifinales de Champions contra el Manchester City.
Por eso, las rotaciones tendrán que ser las grandes protagonistas durante los próximos encuentros en el equipo blanco si quiere llegar a los compromisos importantes lo más fresco posible. Quienes seguro no tendrán minutos ante el Celta serán los lesionados Alaba y Mendy, algo que reduce el abanico de alternativas con el que cuenta Ancelotti en la defensa.
Eso sí, el Real Madrid tampoco sacará una unidad B al completo ya que sabe que seguir perdiendo comba con el Barça sería demasiado feo y que el Atlético de Madrid viene apretando fuerte por detrás. Así, Courtois aparecerá en la portería, mientras que la defensa podría estar formada por Lucas Vázquez, Militao, Rüdiger y Nacho.
Parece claro que Tchouaméni, que ha perdido su sitio en los partidos más importantes, volverá a estar en el once inicial, aunque surgen dudas sobre quiénes le acompañarán en los costados. Ellos podrían ser Fede Valverde y Dani Ceballos, otro de los habituales en este tipo de encuentros. Arriba, Vinicius y Benzema parece que seguirán marcando las diferencias, mientras que quien podría descansar sería Rodrygo para dejar su lugar a Asensio.
El Celta, tranquilo
El equipo de Carlos Carvalhal llega al Santiago Bernabéu sin urgencias ni exigencias de ningún tipo. Por suerte para los gallegos, esta temporada parece que tienen los deberes prácticamente hechos y aventajan a la zona de descenso en 9 puntos, una renta más que suficiente como para llegar a la capital de España sin agobios.
El Celta marcha en mitad de la tabla y parece que el tren de Europa también se le ha marchado, por lo que sus metas para el final de la temporada parecen mantener su buen nivel hasta que sea posible y cerrar el curso con el mejor sabor de boca. Una buena forma de hacerlo sería, desde luego, ganar en el Santiago Bernabéu.
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Los celestes no podrán contar con Hugo Mallo, Marchesín y Mingueza, estos dos últimos lesionados, pero son un equipo peligroso y con una calidad endiablada en la zona de ataque. Iago Aspas, siempre peligroso, obligará a la defensa blanca a estar muy atenta, mientras que Gabri Veiga, el niño prodigio del Celta, es el otro as a seguir por Rüdiger y compañía.