El Real Madrid se proclamó campeón de la Copa del Rey tras ganar a Osasuna con un doblete de Rodrygo. Lucas Torró, jugador criado en las categorías inferiores del equipo blanco, logró empatar el tanto inicial en la segunda parte, pero entonces volvió a aparecer la velocidad de Vinicius y el olfato de Rodrygo para sentenciar una final bonita y disputada hasta el último minuto. [Narración y estadísticas: Real Madrid 2-1 Osasuna]
La Copa del Rey de España fue conquistada por Brasil. La Copa bien pudo ser la Copinha. Vinicius puso la finta, el regate y el esprint. Rodrygo hizo los goles y se llevó el MVP de la final. Una exhibición a ritmo de samba en La Cartuja ante un Osasuna que peleó y llegó incluso a creer después de que consiguiera neutralizar la ventaja que tuvo el equipo de Ancelotti desde el inicio.
Vinicius fue La Giralda y Rodrygo la Torre del Oro en Sevilla. El Real Madrid consiguió así acabar con una sequía de nueve años en la Copa del Rey. La última vez que había levantado este trofeo fue en 2014, precisamente en la primera temporada de Ancelotti en el banquillo. Aquel año logró el doblete al ganar también la Champions en Lisboa ante el Atlético. Hubo celebración, pero no fiesta. La autoexigencia del Real Madrid implica dejar los festejos a un lado y pensar ya en la 15ª Champions. El martes espera el Manchester City de Pep Guardiola.
Desde el inicio, Real
Las finales no se juegan, se ganan. Y el Real Madrid sabe mucho de eso. La experiencia del equipo de blanco salió a relucir desde el pitido inicial del árbitro. Arrasate sorprendió con la titularidad de Aimar Oroz y la suplencia del Chimy Ávila. Por su parte, Ancelotti puso el once esperado tras un Modric que llegó a tiempo al partido, pero no como para ser titular. El lugar del croata lo ocupó Tchouaméni en el centro del campo.
El plan de Osasuna pasaba por intentar frenar a Vinicius con las ayudas de Moncayola a Rubén Peña. Sin embargo, Vinicius tardó menos de dos minutos en destrozar la zaga rojilla. Primer balón para el brasileño en la izquierda y se va de uno, frena y se rompe a otro para llegar la línea de fondo. Tras la electricidad llegó la mesura. La perla del Real Madrid levantó la cabeza y dio un pase atrás perfecto para que Rodrygo pusiera el 1-0.
Pim, pam, pum y gol. No necesitó mucho el Real Madrid para imponer su ley. Una final es la selva y ahí el conjunto blanco es el rey. Osasuna intentó reaccionar con dos tímidos cabezazos de Aridane y Budimir, pero el equipo de Ancelotti controlaba el ritmo y el partido.
Otra gran noche de Vinicius
A pesar de ello, Osasuna inundó el área de Courtois de centros al área para buscar a Budimir. El flanco derecho del conjunto navarro era su principal arma en ataque con Rubén Peña, pero también su punto más débil con un Moncayola completamente superado una y otra vez por Vinicius.
El brasileño forzó una tarjeta amarilla para el lateral rojillo y en la siguiente acción lo volvió a destrozar en velocidad para dar un nuevo pase que casi sentencia la final en el minuto 25. Rodrygo tocó suavemente el centro raso de su compatriota para dejarle la pelota franca a un Benzema que tiró a colocar. Sin embargo, apareció Sergio Herrera para realizar una gran parada y mantener con vida a Osasuna.
El duelo enloqueció por momentos y los de Arrasate gozaron entonces de su mejor ocasión para empatar el partido. Gran pase de Rubén Peña a Abde y el canterano del Barcelona aprovecha un error de Militao para plantarse solo ante Courtois. El marroquí la picó ante el portero, pero el balón perdió velocidad y Carvajal llegó a tiempo para salvar bajo palos.
El Real Madrid metió una marcha más tras el susto y una falta lanzada magistralmente por Alaba se estrelló en el larguero de la portería de Sergio Herrera. Vinicius, mientras, seguía a lo suyo y un disparo con rosca se fue lamiendo la escuadra. Imperial el brasileño que demostró en toda una final por qué está ya en la carrera por ser el mejor futbolista del mundo.
Sin embargo, también fue protagonista tras una entrada por detrás de Moncayola a Rodrygo que Sánchez Martínez no sancionó. Vinicius protestó y el árbitro le sacó la amarilla. Entonces se lio la mundial. El '20' se encara con varios jugadores de Osasuna y el primer tiempo acaba caliente.
En el túnel de vestuarios Chimy Ávila se fue a por Vinicius y se organizó una tangana entre los dos equipos que no fue a mayores. El descanso no apaciguó los ánimos entre un Real Madrid que mandaba en el marcador desde el inicio y un Osasuna que intentó reaccionar y que tuvo más llegadas, sobre todo tras centros laterales, de las que se preveía.
Ancelotti salió al campo agarrando a Vinicius del hombro tras el intermedio. El italiano, al igual que muchos de los jugadores del Real Madrid, intentaron calmar a un Vinicius que había sido hasta entonces el mejor hombre de la final. Sin embargo, la segunda mitad empezó rara para un equipo blanco que estaba cada vez más incómodo ante Osasuna.
El sueño de Osasuna
Los de Arrasate buscaban el empate y lo lograron en el minuto 58. Un rechace provoca que la pelota vaya a la frontal del área y allí, con la defensa blanca dormida, aparece Lucas Torró para poner el 1-1 con un gran latigazo. Premio para Osasuna y castigo para un Real Madrid perezoso. La final comenzaba de nuevo para un duelo a vida o muerte de media hora.
El tanto del conjunto navarro no sentó bien al Real Madrid, pero Ancelotti tenía a Vinicius y Rodrygo. El italiano reorganizó al equipo y metió a Rüdiger por Tchouaméni para pasar a Camavinga al centro del campo. Arrasate respondió dando entrada a Chimy Ávila por Budimir para buscar la victoria, pero se encontró con un nuevo mazazo por la conexión brasileña de los blancos.
La final de Rodrygo
Nuevo jugadón de Vinicius en busca de la línea de fondo y David García no acierta a despejar. Kroos golpea la pelota y, tras un rechace, ésta le queda muerta a Rodrygo para hacer casi a placer el 2-1 y levantar al Real Madrid. Lo de Rodrygo ya no es casualidad. Es como Raúl González. Siempre está en el momento y lugar indicado.
A partir de ese momento, Osasuna lo intentó sin éxito y el Real Madrid perdonó en varias contras de Vinicius y Benzema. El sueño rojillo terminó con un pie salvador de Carvajal en la última jugada del encuentro. Chimy Ávila dio un pase atrás a Kike Barja, pero cuando el empate parecía inevitable apareció el lateral blanco para acabar con los de Arraste y finiquitar el partido.
El Real Madrid se llevó así la final. Levantó a la medianoche su 20ª Copa del Rey al cielo de Sevilla. Para Rodrygo fue la gloria de los goles, para Vinicius el reconocimiento tras su exhibición y para Osasuna el orgullo de hacer soñar a toda Navarra.
Real Madrid 2 - 1 Osasuna
Real Madrid: Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Camavinga; Tchouaméni (Rüdiger, m.69), Kroos (Modric, m.82), Fede Valverde; Rodrygo (Asensio, m.89), Vinícius Junior y Benzema.
Osasuna: Sergio Herrera; Moncayola, Aridane, David García, Juan Cruz; Rubén Peña (Rubén García, m.75), Torró (Kike García, m.86), Aimar Oroz, Moi Gómez (Pablo Ibáñez, m.86), Abde (Kike Barja, m.75); y Budimir (Chimy Ávila, m.69).
Goles: 1-0, M.2: Rodrygo. 1-1, M.58: Torró. 2-1, M.70: Rodrygo.
Árbitro: José María Sánchez Martínez (Comité Murciano). Amonestó a los osasunistas Moncayola (m.20), David García (m.37), Kike Barja (m.83) e Ibáñez (m.94) y a los madridistas Militao (m.41), Vinícius (m.45), Camavinga, m.74) y Valverde (m.90) y Courtois (m.94).
Incidencias: Final de la Copa del Rey disputada en el estadio de La Cartuja, en Sevilla, ante algo más de cincuenta mil espectadores. Presidió el partido Felipe VI.