Todos los jugadores del Real Madrid cerraron la noche del sábado con el '20' en la espalda de sus camisetas. Era el recordatorio del número de Copas del Rey que el club blanco ha ganado en historia, pero bien podía ser en reconocimiento del partidazo del 'dueño' de dicho número: Vinicius Jr. El brasileño, incontrolable en otra final, sigue su camino hacia la leyenda.
Vinicius fue el hombre clave para abrir los espacios del Real Madrid en la final contra Osasuna y todos los análisis, de compañeros y rivales, coincidían en categorizarle como "imparable". Lo decía Jon Moncayola, su pareja de baile en la noche sevillana; lo decía Jagoba Arrasate, técnico rojillo; y lo decía Florentino Pérez, su presidente.
Este sábado rompió el partido, a pesar de todas las provocaciones. Asistió a su compatriota Rodrygo en el primer gol y se enfrascó en mil batallas con rivales de Osasuna que le buscaron las cosquillas. Pero al contrario de lo que se tiende a decir, Vinicius no se fue del partido. Nunca se va de ellos. Y el siguiente rival en su punto de mira es el Manchester City.
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Vinicius saltó al césped de La Cartuja a revolucionar el partido desde el principio. Antes de que el balón echara a rodar ya dejó una imagen destacada, al negarse a ir a saludar al cuerpo arbitral. Delante iba a estar el colegiado Sánchez Martínez, que en el pasado amenazó con expulsarle. Este sábado se las volvió a tener con él.
A Vini le buscaron, pero al final acabó viendo él la amarilla por protestar. Otra vez. Previo a eso, David García le agarró del pelo. El enfado del brasileño fue a más y tras el pitido del descanso, cuando entraba al túnel de vestuarios, se vio envuelto en una trifulca con el Chimy Ávila. Calmaron las aguas entre Rüdiger y un Lucas Vázquez que le decía a Vinicius: "Lo único que quieren es sacarte del partido. Es lo único que quieren".
Cómo romper un partido
Es un juego que empieza a ser costumbre en el fútbol español. A Vinicius solo se le para así. O se intenta, al menos. En dos minutos de partido ya volvió locos a todos. A Moncayola dejándole atrás y a Rubén Peña haciéndole el lío sobre la línea de fondo. Al regate le siguió el pase de gol a Rodrygo del 1-0, siendo la asistencia 21 que da en lo que va de temporada.
Al cumplirse la media hora de partido, ya había generado suficientes ocasiones de gol como para que el Madrid tuviera resuelto el partido. Un disparo colocado suyo se fue rozando el larguero. También forzó en el 21' la amarilla de Moncayola, que quedó condicionado para el resto del partido. "Con la amarilla he sufrido", reconocía el jugador rojillo tras la final sobre el "imparable" Vinicius.
Osasuna empató en la segunda mitad. En el Madrid, que habían perdonado lo imperdonable (Herrera le hizo un paradón a Benzema y Alaba estrelló una falta en el larguero, entre otras ocasiones), temía que la final se le pudiera escapar. Hasta que, como no, otra carrera de Vinicius, casi barriendo la pintura de la línea de fondo, acabó en un segundo gol de Rodrygo tras una serie de rechaces.
El MVP fue para Rodrygo, aunque perfectamente pudo caerle también a Vinicius. O que lo hubieran compartido. La temporada de Vini es de, como mínimo, Top 3 mundial (22 goles, 21 asistencias... y 16 amarillas). Entre él, Mbappé y Haaland parece estar el trono de una nueva era.
Lo ha ganado todo
Vinicius, a sus 22 años ya puede presumir de haberlo ganado todo en el Real Madrid. Igual que Rodrygo. También Camavinga, este a sus 20. La generación prodigio del club blanco empieza a tener un palmarés envidiable, que busca redondear en un mes con La Decimoquinta.
Antes de jugar otra final, la que sería la quinta de la temporada (solo se ha perdido la de la Supercopa de España), al Madrid le toca medirse al City. Otra vez en semis. La dupla brasileña Vinicius-Rodrygo pondrá la mayor dosis de peligro en el lado blanco, más incluso que un Benzema que empieza a pasar el testigo a sus 'pupilos'. Vini espolea y Rodry machaca.
No hay que olvidar que ambos fueron los protagonistas del duelo contra los de Guardiola del año pasado. Vinicius en la ida, con aquella inolvidable carrera que arrancó con el caño inolvidable a Fernandinho. Rodrygo en la vuelta, con sus dos goles a partir del minuto 90 que mandaron la eliminatoria a la prórroga.
Vinicius tiene la cabeza puesta en el City desde que Benzema levantó la Copa. Es un jugador insaciable que en redes presume de su completo palmarés y cierra con una frase que pone los pelos de punta al madridismo: "Ahora a repetirlo todo...". Va para jugador de época, si es que no lo es ya. En Cibeles lo tenían claro y le cantaban: "¡Balón de Oro!".