Francia se enfrenta a un incendio social por la muerte en Nanterre, distrito de París, de un menor franco-argelino de 17 años por los disparos de un policía que alegó haber utilizado su arma en legítima defensa. Las imágenes en vídeo del suceso, sin embargo, desmienten su versión e indignan a gran parte de la sociedad gala. Futbolistas de primer nivel, como Kylian Mbappé o Aurélien Tchouaméni se han pronunciado al respecto.

Tchouaméni, jugador del Real Madrid, emitió una contundente carta abierta mostrando su sentida opinión sobre el asesinato del joven Nahel. En un durísimo escrito, el centrocampista habla sobre la brutalidad policial en Francia y la persecución que sufren ciertas personas según su color de piel.

Además, Tchouaméni aborda las comparaciones que están realizando desde ciertos sectores políticos con la muerte de Lola. Lola Daviet fue una niña de 12 años que fue torturada por una mujer de origen argelino y con problemas mentales; y que la ultraderecha usó contra la inmigración en Francia.

La carta abierta de Tchouaméni

"Nahel pudo haber sido mi hermano pequeño. Y me rompe el corazón cuando escucho a su madre porque esa es la voz de mi madre que escucho.

No cambiaremos el mundo desde las redes sociales... Pero me gustaría entender por qué durante años mueren jóvenes bajo controles policiales que parecen triviales. Entender por qué el gatillo parece mucho menos pesado cuando se trata de cierto tipo de persona. Entender por qué tuvo que salir un vídeo para que no se ocultara el caso. Entender por qué algunas personas están tratando de enfrentar a Nahel y Lola, como si solo pudiéramos sentir lástima por uno u otro. Entender también por qué algunos periodistas se divierten con malentendidos absurdos e instigan al odio.

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El odio que le das a los niños pequeños jode a todo el mundo. El odio amenaza con dividirnos. Puede hacernos olvidar que la gran mayoría de los policías desempeñan sus funciones respetando los derechos fundamentales y a veces en condiciones muy difíciles.

¿Ahora qué? Las redes sociales son ruidosas por un tiempo, pero luego retomamos nuestras vidas hasta que otra madre, otra familia, se despierte una mañana con la noticia de que uno de los suyos se ha ido. Si tenéis una receta milagrosa, me encantaría conocerla. Yo no tengo ninguna.

Sé que el uso de la fuerza policial no es necesariamente ilegal. También sé que el tema central radica entre la legitimidad y la ilegalidad del uso de la fuerza. Y sé que al final es esencial restablecer la confianza de los ciudadanos en su policía; y que cualquier ausencia de justicia plantea dudas sobre la acción de los cuerpos policiales. Porque Nahel era nuestro hermano pequeño y en Francia, la fraternidad todavía debe significar algo".