Puede considerarse uno de los templos del ocio en Estados Unidos y, por ende, en el mundo entero. Es un recinto que de igual manera sirve para acoger una Super Bowl, que un All-Star de la NBA o un Clásico de pretemporada, un lugar moderno con una versatilidad enorme que lo convierte en multiusos. Con una capacidad inmensa, tiene varios récords de asistencia en su haber y es uno de los mejores complejos del planeta.
Se trata del AT&T Stadium, el lugar en el que se va a celebrar el Clásico de pretemporada entre el Real Madrid y el FC Barcelona en Estados Unidos. La gira norteamericana de este verano de 2023 hace que los blancos y los culés se vean las caras por segundo año consecutivo en tierras estadounidenses, y que además lo hagan en un emplazamiento con mucho glamour.
Este estadio es la sede habitual de los Dallas Cowboys, el equipo de la NFL, pero a lo largo de su corta historia no sólo se ha empleado para acoger eventos mastodónticos de otros deportes, sino también para otras actividades de ocio que nada tienen que ver como conciertos multitudinarios.
No le falta ningún tipo de detalle. Aire acondicionado, puertas de cristal, techo retráctil... y las pantallas más grandes de mundo que existen dentro de un recinto deportivo. En Estados Unidos el espectáculo es algo que no se negocia y las pantallas gigantescas van con ello, así que aún estando dentro del estadio los espectadores no se pierden nada gracias a esta especie de televisiones de inmensas dimensiones.
Ahora, Real Madrid y Barcelona podrán comprobar en sus propias carnes cómo es la experiencia de jugar un partido de fútbol en un emplazamiento tan lujoso como el AT&T Stadium. Hay dudas precisamente sobre lo más importante, el estado del césped, pero todo lo que envuelve al producto es de primera categoría y se espera un lleno a reventar pese a los precios desorbitados de las entradas.
Nada al azar
En el año 2006 comenzaron las obras de lo que se pretendía que fuera uno de los mejores estadios de todos los Estados Unidos. Jerry Jones, el dueño del equipo de fútbol americano de los Dallas Cowboys, quería un emplazamiento de enjundia para que su equipo disputara los partidos de la NFL y tocó innumerables hilos para salirse con la suya.
Encontró abrigo en Arlington, una localidad cercana a Dallas que estaba dispuesta a todo con tal de tener este estadio en sus dominios. Tal fue el empeño, que los ciudadanos aprobaron un impuesto para facilitar la construcción del proyecto, y hasta el gobierno de Arlington puso más de 300 millones de dólares a la causa. En total, el coste se disparó cerca de los 1.200 millones de dólares.
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Tras tres años de obras, todo quedó preparado para la inauguración, aunque no fueron los Dallas Cowboys precisamente quienes lo utilizaron por primera vez. De hecho, se pusieron a la cola, ya que antes de que el equipo de fútbol americano disputara su primer encuentro en su nueva casa en agosto de 2009 hubo otros eventos tanto deportivos como musicales.
Con todo a punto, es sin duda uno de los recintos más lujosos del mundo. Los detalles como sus puertas de cristal le hacen ganar puntos, pero sin duda hay otros elementos que marcan la diferencia. Este estadio cuenta con un techo retráctil para proteger a los espectadores y protagonistas de las inclemencias meteorológicas (también hay aire acondicionado), pero la clave está en la rapidez con la que la cubierta se despliega. En apenas 9 minutos el terreno de juego puede pasar de estar al aire libre a encontrarse techado.
Otra historia es la pantalla LCD de alta definición, una de las grandes joyas de la corona. Esta doble 'televisión' es la más grande del mundo dentro de un recinto deportivo y sirve para que los espectadores no se pierdan ni un solo detalle de todo lo que sucede en el césped. Está suspendida sobre el terreno de juego y su mera presencia causa una impresión gigantesca.
El Fútbol Club Barcelona, de hecho, ya sabe lo que es jugar en este estadio. En el verano de 2018 ya disputó un encuentro correspondiente a la International Champions Cup contra la Roma, un partido que tuvo una asistencia por encima de las 50.000 personas.
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Los precios para poder presenciar en directo El Clásico de pretemporada se han disparado, pero eso no ha restado ni un ápice de la expectación que levanta este partido entre el público norteamericano. Las entradas oscilan entre los 200 y los 1.400 dólares, y a pesar de estas cifras se espera una gran entrada y que las gradas rocen el lleno, es decir, cerca de 80.000 espectadores.
Otros eventos
Este AT&T Stadium se ha convertido gracias a su ingente inversión no sólo en un recinto deportivo de primer nivel. Sus características le han convertido en un emplazamiento en el que cualquiera quiere organizar un gran evento, así que es un 'nido' perfecto para acoger cualquier acontecimiento que requiera una gran aglomeración de gente.
La celebración de conciertos en el estadio de los Dallas Cowboys ha sido una tónica habitual desde su creación. De hecho, el primer evento que tuvo lugar allí fue una actuación de George Strait, un cantante country. Desde entonces, en el estadio de Arlington han actuado los Jonas Brothers, Paul McCartney, Gus n' Roses o Taylor Swift.
Pero también el AT&T Stadium ha albergado otros eventos deportivos. Desde aquellos que han tenido que ver con el fútbol, como la Copa de Oro en varias ocasiones, hasta torneos de lucha libre, de la NBA o la Super Bowl, el mayor acontecimiento deportivo en EEUU del año.
En 2011 los Green Bay Packers y los Pittsburgh Steelers se enfrentaron en la final de la NFL con victoria para los primeros, un gran bautizo para este estadio porque durante aquella noche los ojos de todo el planeta miraron hacia aquel lugar de Dallas.
En el año 2016 este emplazamiento acogió el mayor evento de la WWE, la gran competición de lucha libre en Estados Unidos, con la celebración de Wrestlemania 32. Aquel día se congregaron en el estadio la friolera de 101.763 personas y se batió un récord absoluto de asistencia a un evento de este calibre.
Pero no sólo eso, sino que en 2010 allí se celebró el All-Star Game de la NBA, ese partido en el que se citan las mejores estrellas de la mejor liga de baloncesto del mundo. Aquel día también se batió un récord porque las 108.000 personas que se dieron cita supusieron el mayor número de espectadores en un partido de baloncesto.
Este sábado no habrá tanta gente en el AT&T Stadium viendo El Clásico porque en los partidos de fútbol el aforo se sitúa en torno a los 80.000 espectadores, pero está asegurada una gran entrada y una atmósfera de fiesta sensacional.