El resultado del derbi inquieta en el Real Madrid. Ni el club, ni Carlo Ancelotti, ni los jugadores están a gusto después de lo que ocurrió en el Cívitas Metropolitano, aunque no deje de ser la primera derrota de la temporada y en un campo en el que siempre cabe la posibilidad de pinchar. Pero más que el resultado, lo que molesta es el modo en el que se perdió.
El Madrid ofreció su peor imagen en lo que va de curso. Se criticó el once con el que salió Ancelotti, aunque este mantuvo la estructura que se ha vuelto habitual desde verano: "El dibujo no ha cambiado, salimos con rombo, como siempre. Pero no empezamos bien, no defendimos bien. Y cuando se pusieron 2-0... ya hicieron el partido que querían", analizó el técnico italiano tras el partido.
Aún así, sorprendió que Modric y Kroos volvieran a jugar juntos llegados al primer partido importante de la temporada. También que sacrificara a Joselu para meter otro centrocampista y adelantar todavía más la posición de Bellingham. No funcionó y un runrún aparece sobre un sistema que ya había dejado algunas dudas antes, aunque no tantas como en el Metropolitano.
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Ancelotti 'inventó' el rombo para suplir la ausencia de un sustituto de Karim Benzema y, de paso, potenciar las cualidades del gran refuerzo del verano: Bellingham. Que al inglés le ha venido al pelo el sistema está fuera de duda: lleva seis goles en sus primeros siete partidos con el Real Madrid. Pero ha podido descolocar algunas piezas que estaban habituadas al esquema tradicional: el 4-3-3.
El rombo no es nuevo para un Ancelotti que ya lo usó en otros equipos, mientras que el Madrid de Zidane -en su primera etapa en el banquillo- ya jugó parecido con Isco de enganche entre 2017 y 2018, sobre todo. Pero de aquel equipo, del centro del campo para arriba, ya solo quedan Modric y Kroos, que no tienen el mismo despliegue físico que hace cinco-seis años.
Los problemas del rombo
Es más, uno de los principales problemas que se ha visto con el rombo es la falta de apoyos que llegan a las bandas sin extremos. La responsabilidad cae a los interiores, lo cual le ha costado mucho a Kroos en partidos de transiciones. El lateral zurdo, con un Fran García que ha mostrado algunas carencias en fase defensiva, ha sido un agujero constante.
El buen rendimiento de Dani Carvajal estaba aguantando el carril diestro, pero su lesión ha reproducido los problemas de la otra banda en esta. Los dos primeros goles del Atleti en el derbi vinieron de esa zona, con Lucas Vázquez y Fede Valverde saliendo en la foto con Samu Lino y Saúl, los centradores de Morata y Griezmann. No ayudó el mal día que tuvo David Alaba en el eje de la zaga.
El otro punto clave está en la delantera. Rodrygo tuvo que asumir la responsabilidad ofensiva tras la lesión de Vinicius, pero su rendimiento no ha sido bueno. No marca desde la jornada 1 de La Liga y le cuesta encontrar espacios entre las defensas desde esa posición más centrada.
Ancelotti creyó que Rodrygo se adaptaría bien a su nueva posición, igual que a Vinicius, aunque este no se le ha podido apenas ver por su lesión. El italiano sabe mejor que nadie el daño punzante que pueden hacer los dos brasileños, capacitados para tener buenos números goleadores durante la temporada. Hasta ahora, en el caso de Rodrygo, la realidad ha sido peor que las expectativas que había.
¿Por qué no el 4-3-3?
Por esto, y por lo del derbi, renace el debate sobre si el Real Madrid debería volver al 4-3-3. Ancelotti insiste en su idea: "Hoy no ha sido un problema de dibujo y que, el dibujo, nunca va a cambiar", decía también en la sala de prensa del Metropolitano. El italiano cree que el rombo es el dibujo que mejor se adapta a las cualidades de la plantilla, sobrada de piezas de calidad en el centro del campo y sin una referencia estelar en la posición de '9'.
Ahora bien, si Ancelotti se mantiene en sus trece, urgirá corregir las carencias demostradas atrás -donde también pesa la baja de Militao-. La pareja Modric-Kroos, cuando juega junta, vuelve a quedar señalada. Y el regreso de Vinicius dará oxígeno al equipo, especialmente a Rodrygo.