El Real Madrid se volvió a poner el traje de las grandes noches europeas para sumar una nueva victoria en esta edición de la Champions League. Un gol en propia puerta del portero rival propició que los de Carlo Ancelotti se llevasen un importante triunfo del Estadio Diego Armando Maradona frente al Nápoles. [Narración y estadísticas del partido: Nápoles 2 - 3 Real Madrid]

Fue un partido que casi siempre estuvo a contracorriente para el Real Madrid. Los blancos tuvieron que darle la vuelta al tanto inicial de Ostigard tras un grosero error de Kepa. Fueron Vinicius y un sobresaliente Jude Bellingham, que marcó y asistió, los que lideraron la reacción de los de Ancelotti y consiguieron revertir el mal resultado antes del descanso.

Tras el paso por vestuarios, un controvertido penalti por mano de Nacho puso contra las cuerdas a los blancos. No falló Zielinski desde los once metros, pero un brutal disparo de Fede Valverde hizo que Meret se introdujese el balón en su propia portería y el triunfo acabase decantándose del lado de los españoles.

El protagonista del partido fue, sin duda, Jude Bellingham. El centrocampista inglés lideró al Real Madrid con un gol, donde se impregnó del espíritu de Diego Armando Maradona, y una asistencia. Además, se mostró muy incisivo a lo largo de los 90 minutos, siendo un quebradero de cabeza constante para la defensa rival.

Con este triunfo, el equipo de Carlo Ancelotti da un paso de gigante para estar en la siguiente ronda de la Champions League. Con su segunda victoria se coloca como líder en solitario de su grupo, donde ya cuenta con seis puntos. Por detrás, Braga y Nápoles están igualados a tres.

Bellingham, sobresaliente

El Real Madrid poco tardó en mostrar su versión más mordiente en el Estadio Diego Armando Maradona. Una jugada comandada por Jude Bellingham acabó con Rodrygo solo delante del portero rival. La definición del brasileño no fue la mejor y Meret salvó el primero del encuentro.

A partir de ahí, el Real Madrid siguió rondando el área napolitana con cierto peligro. Tchouameni, tras varios córners, tuvo en su cabeza la oportunidad de abrir el marcador, pero su testarazo se fue por encima de la madera. Era casi una constante la visita de los de Ancelotti a los dominios de los italianos.

Cuando Nápoles más presionado parecía estar, un error garrafal de Kepa les hizo ponerse por delante antes de cumplirse el minuto 20. El portero del Real Madrid no acertó a despejar un saque de esquina colgado por Kvaratskhelia y Ostigard aprovechó el rechace para adelantar a los suyos después de que Valverde la sacase bajo palos previamente.

Bellingham celebra su gol al Nápoles. REUTERS

Poco tardó la alegría en el Diego Maradona porque el Real Madrid se abonó de nuevo al espíritu de las remontadas. Jude Bellingham presionó la salida del balón del Nápoles y consiguió arrebatarle la posesión al defensor contrario. Se la cedió a Vinicius y el brasileño definió con sutileza al palo largo de Meret para poner el empate antes que se cumpliese la media hora de juego.

El tanto insufló fuerzas al Real Madrid y apenas siete minutos después Bellingham culminaba la remontada con un auténtico golazo. Recibió de Camavinga en el círculo frontal y nadie paró al futbolista inglés, que pareció por momentos pareció Maradona con el balón pegado al pie. En un abrir y cerrar de ojos, los de Ancelotti ya estaban por delante.

Kepa tuvo su momento de protagonismo después de su error y salvó el gol del empate de Osimhem. El meta sacó una mano prodigiosa tras un cabezazo del delantero nigeriano, haciéndose grande y siendo el salvador de los suyos. El descanso llegó y los blancos partían con la ventaja.

El VAR, protagonista

La segunda parte arrancó marcada por la polémica. Un disparo de Victor Osimhen golpeó en la mano de Nacho previo rebote en la pierna y, tras más de tres minutos de indecisión en el VAR, Turpin señaló pena máxima. Zielinski no falló desde los once metros y puso la igualada.

El Real Madrid comenzó a sufrir tras el penalti anotado. Tras una serie de minutos calamitosos, Carlo Ancelotti decidió dar entrada al terreno de juego a Modric y Mendy para sustituir a Kroos y Camavinga para intentar conseguir el control del centro del campo. 

A partir de ese momento, el encuentro entró en una dinámica donde los dos equipos buscaban cosas diferentes. Mientras el Nápoles optaba por la verticalidad absoluta, el Real Madrid apostaba por el toque para llegar a la portería rival. Y casi tuvo sus frutos pasado en el minuto 75.

Los jugadores del Real Madrid celebran el gol de Bellingham. REUTERS

Tras muchos toques, el conjunto blanco se presentó en el área del Nápoles. Y fue un serio aviso. Primero Meret sacó un balón muy complicado a Vinicius y el rechace lo echaba fuera Jude Bellingham con todo a favor. 

Pocos minutos después, el Real Madrid conseguía ese ansiado premio tras un córner a favor. El balón rechazado le cayó a Fede Valverde, que no se lo pensó dos veces y disparó a portería. Su brutal chut golpeó con dureza en el poste y rebotó en el guardameta del Nápoles, que se introdujo el balón en su propia portería.

A partir de ahí, los cambios de Ancelotti durmieron el partido y el Real Madrid amarró una victoria importantísima en el encuentro más difícil del grupo. Ahora, los blancos están un pasito más cerca de asegurar su pase a la siguiente ronda. 

Nápoles 2 - 3 Real Madrid

Nápoles: Meret; Di Lorenzo, Ostigard, Natan, Olivera (Mario Rui, m.88); Anguissa (Simeone, m.88), Lobotka (Cajuste, m.88), Zielinski (Raspadori, m.75); Politano (Elmas, m.69), Kvaratskhelia y Osimhen.

Real Madrid: Kepa; Carvajal, Rudiger, Nacho, Camavinga (Mendy, m.64); Valverde, Tchouameni, Kroos (Modric, m.64), Bellingham; Rodrygo (Joselu, m.75) y Vinicius Junior (Ceballos, m.84).

Goles: 1-0, m.19: Ostigard; 1-1, m.27: Vinicius; 1-2, m.34: Bellingham; 2-2, m.54: Zielinski, de penalti. 2-3, m.78: Meret, en propia meta.

Árbitro: Clement Turpin (FRA). Amonestó a Natan (m.45) por parte del Nápoles y a Camavinga (m.29), Bellingham (m.70), Kepa (m.89) por parte del Real Madrid.

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones disputado en el Estadio Diego Armando Maradona de Nápoles 26.000 espectadores.