El Clásico es un encuentro diferente. Todo importa y hasta el más mínimo detalle puede ser clave para el devenir del resultado. Al Real Madrid le costó, pero acabó sacando adelante un encuentro ante el Barça que se le puso muy cuesta arriba con el gol de Gündogan nada más comenzar el choque. Lo hizo liderado, una vez más, por Jude Bellingham, con la eficacia propia de un equipo grande y con una gran reacción en la segunda parte.
Ese fue, sin duda, el factor más determinante de la remontada del Real Madrid. Los de Carlo Ancelotti salieron mal al choque y a los diez minutos ya estaban por detrás en el marcador. Les costó reaccionar y el Barça se mostró superior durante los primeros cuarenta y cinco minutos.
Así lo confirmó el técnico italiano quien aseguró que "el partido ha sido la actitud distinta comparando la primera con la segunda parte. En la primera parte hemos sido un equipo flojo, lento y poco agresivo, pero en la segunda parte hemos sido todo lo contrario". Además, añadió que "hemos tenido dificultad en la salida, poco agresivos, poco contundentes en los duelos, pero la segunda parte ha sido distinta y hemos tenido capacidad de ganar".
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Ese cambio de actitud quedó reflejado también en las estadísticas del partido. El Real Madrid se hizo con la posesión del esférico en la segunda mitad logrando dar la vuelta a un 56% para los azulgrana en el primer tiempo. Además, el conjunto blanco aumentó claramente su volumen ofensivo. Pasaron de cero a cuatro disparos a puerta entre una parte y otra y consiguieron lanzar tres saques de esquina tras el descanso (en la primera parte no botaron ninguno).
Una gran eficacia
El Real Madrid mejoró sus registros en ataque durante la segunda parte, pero en el cómputo global estuvo por debajo de los números del FC Barcelona. Los de Xavi Hernández cerraron el choque con 15 disparos, dos más que el Real Madrid. Sin embargo, los de Chamartín tuvieron la puntería más afinada encontrando los tres palos en cuatro ocasiones por las tres del cuadro azulgrana.
El conjunto blanco disparó más desde fuera del área, aprovechando así los grandes lanzadores que tiene en sus filas. De hecho, tres de los cuatro remates entre los tres palos llegaron desde fuera. Kroos y Tchouameni se toparon con las manoplas de Ter Stegen y Jude Bellingham consiguió perforar la meta del arquero culé.
El Real Madrid tardó en generar peligro y la comparación del xG entre ambos conjuntos lo demuestra. El xG son los goles esperados que tiene un equipo, es decir, cada disparo realizado tiene un porcentaje de ser gol. El Barcelona debería haber marcado 1.27 goles por lo que se quedó cerca de la realidad. Sin embargo, el Real Madrid tuvo un xG de 1.07 tantos y acabó marcando dos.
La clave de esta diferencia fue el 1-1 de Bellingham. Su disparo desde más de 30 metros tuvo un xG de 0.03 lo que significa que en el 97% de las veces ese remate no hubiera acabado en gol.
La respuesta a la remontada del Real Madrid estuvo también en eso, en saber aprovechar sus ocasiones y ser un equipo muy eficaz. Las ocasiones que tuvo las marcó, algo que en otros partidos ha sido un debe claro en el cuadro de Ancelotti.
Una nueva exhibición
La reacción en la segunda parte, la eficacia en el aspecto ofensivo... Todo esto no hubiera sido posible sin la figura de Jude Bellingham. El inglés volvió a ser determinante y demostró una vez más que es uno de los futbolistas más en forma del planeta.
Ante el FC Barcelona volvió a ser el rey de reyes, el que sacó las castañas del fuego en el peor momento de los suyos y el que certificó el triunfo para recuperar el liderato y dejar al máximo rival a cuatro puntos de diferencia.
Bellingham estuvo en todos lados. Su definición de centrocampista ya se está quedando corta. El bueno de Jude es un todocampista que tan pronto lo ves robando un esférico y bajando a defender a su propia área como después te filtra un último pase, deja sentado a un rival con un recorte o marca un gol. Esto último está siendo el pan de cada día. Trece partidos con la elástica blanca y trece goles. Unos números de extraterrestre tan solo a la altura de Alfredo Di Stéfano y Cristiano Ronaldo en el Real Madrid.
Ante el Barça, Jude Bellingham centró gran parte de su juego en el perfil izquierdo. El Real Madrid volcó su fútbol por ese sector con la presencia de Kroos y Vinicius. El inglés acertó en 45 de sus 49 pases intentados siendo la mayor parte de ellos hacia delante. No estuvo preciso en el regate (cero de cuatro), pero se mostró muy participativo en tareas defensivas. Disputó 14 duelos, realizó un despeje y dejó dos intercepciones.
Pero lo que marcó la diferencia fueron los goles que dieron el triunfo a su equipo. El primero de sus dos tantos de la tarde llegó de la nada. El '5' blanco recogió un esférico en tres cuartos de campo y sin pensárselo lanzó un latigazo con su pie derecho que se coló en el fondo de la red. Cuando el choque parecía abocado al empate volvió a aparecer. Y lo hizo como si fuera un 'killer' del gol. Fue el más listo de la clase y cazó un balón en el área pequeña haciendo pasar el cuero por debajo de las piernas de Ter Stegen y certificando el triunfo del los blancos.
Así se coció la remontada del Real Madrid. Apoyado en un jugador llamado a marcar una época y reaccionando cuando más feas estaban las cosas superando al Barça en una notable segunda mitad.