Llegó siendo uno de los fichajes más ilusionantes de cara al futuro y por el momento su estancia en el Real Madrid se ha convertido en una auténtica penitencia por culpa de las lesiones. Arda Güler no ha podido demostrar su valía todavía vestido de blanco y parece que ese túnel de problemas físicos en el que se metió allá por el verano no tiene un final cercano a la vista.
Parecía que su debut con el Real Madrid estaba más cerca que nunca, pero el globo se pinchó en la mañana de este viernes cuando Carlo Ancelotti, en la previa del partido contra el Valencia, confirmó que el turco estaba de nuevo lesionado. Había escamado que no jugara ni un sólo minuto contra el Braga, y ahí estaba la explicación de su ausencia.
Desde la rotura del menisco Güler ha encadenado operaciones y problemas físicos que le han impedido entrar en los planes de Carlo Ancelotti. A sus 18 años, quizás la precipitación por regresar cuanto antes y tener la oportunidad de vestir la camiseta blanca en un partido oficial le ha jugado una mala pasada, pero ahora tiene claro que deberá estar plenamente recuperado antes de forzar la máquina de nuevo.
Los 20 millones de euros que desembolsó la entidad merengue este pasado verano al Fenerbahce todavía no han saltado al campo. No hay prisa, porque su prematura edad hace que tenga toda una carrera por delante para triunfar en el Santiago Bernabéu, pero es cierto que su estado anímico no es el mejor y entre todos le arroparán para que no se hunda moralmente.
Antes de El Clásico
La mala experiencia de Arda Güler desde que llegó al Real Madrid empezó muy pronto. Ya en verano se le torcieron las cosas en plena pretemporada por los Estados Unidos. Fue ahí cuando aparecieron unas molestias físicas que le impidieron jugar y entrenar con normalidad, y unas horas antes de El Clásico de verano el conjunto blanco emitió un parte médico con el estado de salud del turco.
"Tras las pruebas realizadas a nuestro jugador Arda Güler se le ha diagnosticado una lesión en el menisco interno de su rodilla derecha. El jugador se trasladará a Madrid en las próximas horas para continuar con tratamiento específico", dijo la entidad blanca, confirmando las peores noticias.
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Entonces comenzó el primero de los tres procesos de recuperación que ya lleva el ex del Fenerbahçe desde que llegó al Real Madrid. Sus malas sensaciones le hicieron incluso pasar por el quirófano el pasado 14 de agosto, una operación por artroscopia exitosa que venía a castigar más una plantilla en la que Militao y Courtois también se rompieron el cruzado en el inicio del curso.
El pasado 5 de noviembre, en el partido ante el Rayo Vallecano, el turco volvió a entrar en una convocatoria y ante el Sporting de Braga, en Champions, parecía que iba a poder debutar por fin vestido de blanco. Se dieron todos los condicionantes, el Santiago Bernabéu como escenario, un partido plácido y un rival débil, pero Ancelotti ni siquiera lo puso a calentar.
El Bernabéu se preguntó qué pasaba con él, y la respuesta la tuvo este viernes. El técnico italiano confirmó que el turco estaba de nuevo lesionado y que por eso no pudo jugar sus primeros minutos en Champions. Una rotura de cuádriceps derecho, la culpable de todo.
"La primera lesión fue una rotura de menisco que ya tuvo el año pasado. Fue operado y como muchas veces pasa, te cambia la postura con la otra pierna y puede pasar que en la recuperación tengas problemas musculares. Es lo que le ha pasado", dijo el técnico en la previa del partido ante el Valencia.
"No es algo serio. El jugador está deprimido porque es joven, quiere jugar y aportar. Es un paso atrás, pero tenemos todo el parón para recuperarlo mejor", confirmó Ancelotti sobre el momento mental de un futbolista tocado por tener que empezar otra vez de cero. A sus 18 años tiene mucho tiempo por delante para triunfar y el Real Madrid tiene muy claro que no debe forzar a Arda Güler lo más mínimo con los plazos.