En Brasil están acostumbrados a que de cuando en cuando aparece un genio del balón. El último se llama Endrick Felipe Moreira de Sousa, tiene 17 años y solo le hicieron falta siete partidos como profesional para que le fichara el Real Madrid a cambio de 35 millones de euros fijos y otro buen puñado en variables. La llamada del combinado absoluto de la Canarinha le lanza directo al estrellato.
Con 17 años y 118 días marca un hito al estrenarse con la selección de Brasil. Sólo Pelé y otros dos jugadores de los sesenta -Edu Antunes y Coutinho- lo hicieron antes con menos edad. Ni siquiera Ronaldo Nazario, que también debutó sin haber cumplido los 18 años, mejora su marca. Endrick, el siguiente 'O Fenomeno', ya está aquí.
Endrick tuvo la oportunidad la estrenarse en la recta final del partido frente a Colombia. Con Brasil por debajo en el marcador, el jovencísimo jugador fue el elegido por Diniz para intentar cambiar el rumbo del encuentro. Fruto de ello, tuvo la ocasión de disputar los últimos minutos, aunque no fue suficiente para conseguir el empate. Aún así, se convirtió en un momento altamente especial para él, ya que debutó con la canarinha.
Endrick es explosividad y determinación. Es zurdo, pero igualmente le pega fuerte a la bola con la derecha. También tiene regate, como casi todo carioca. Todo ello lo complementa con una cabeza que le mantiene siempre centrado en el juego y en su sacrificio por seguir mejorando.
En el Palmeiras, donde le forman desde los 11 años -y por ende, donde le conocen mejor-, le ven muchas similitudes con Ronaldo en su juego. Físicamente, el parecido más evidente es con el joven Pelé: mide lo mismo que la leyenda, 1.73 metros. El look con el que apareció en la concentración de la selección de Brasil invitó a hablar de la 'reencarnación' de O Rei. Todo está medido.
En el fútbol actual no basta con desarrollarse como una estrella en los terrenos de juego. Hay que serlo a todos los niveles. Endrick cumple con su parte y para que el resto se haga igual se le ha rodeado a conciencia. A sus 17 años, tiene una estructura a su alrededor a la altura de cualquier estrella de Europa e inimaginable para alguien de su edad.
Endrick, como casi todo niño brasileño, empezó a dar patadas al balón desde bien pequeño. Su padre, Douglas, subía vídeos a YouTube con las jugadas de su hijo y los hacía llegar a los clubes del país. Sao Paulo se interesó en el pequeño Endrick, pero se decantó por Palmeiras a los 11 años. El padre del futuro delantero del Madrid estaba en paro cuando empezó a trabajar como limpiador en el mismo club de su hijo.
La progresión de Endrick sería meteórica en las categorías inferiores del Palmeiras. Los registros hablan de 165 goles en 169 partidos. El runrún acerca de este joven delantero se extendió por Brasil y llegó a Europa. Para cuando tenía 15 años, el Real Madrid ya le tenía más que echado el ojo al que será su '9' del futuro.
Esa confianza que mostró el Madrid en él desde tan pronto pesó en la decisión de Endrick, que rechazó al PSG y al Chelsea entre otros clubes. Hasta ahora siempre ha sido agradecido con quienes más le han ayudado: primero su familia -sus padres Douglas y Cintia- y luego el Palmeiras que tanto les ayudó hasta en momentos en los que pasaban hambre en la casa.
Lo que hay detrás de Endrick
La agencia brasileña TFM es la que ha representado a Endrick siempre. Es la misma que tiene a Vinicius y que en verano fue adquirida por la empresa global Roc Nation Sports International, que pertenece al rapero estadounidense. Al frente de la filial está Federico Pena.
Su imagen la gestiona Wolff Sports, que sigue con Endrick una clave: crear un vínculo entre el jugador y las marcas que le patrocinan. Nadal, Federer y Cristiano son los modelos a seguir, como también lo son para otro joven estrella como el tenista Carlos Alcaraz. Se antepone la calidad a la cantidad y por ello no quieren más de nueve marcas -incluyendo la deportiva- para Endrick. Hasta ahora había vestido Nike, pero su salto a Europa lo hará ya como un rostro importante de New Balance.
El pack de Endrick se completa con otras figuras, como la de cocineros, fisioterapeutas y analistas tácticos. También desde hace unos meses, trabaja con una profesora, Sara Duque, que enseña varios idiomas (Endrick ya maneja el español y el inglés) y prepara a jugadores sudamericanos cruzar el charco. Por sus manos han pasado otros futbolistas como Julián Álvarez, Richarlison y Vinicius, quien ha abierto el camino en muchos sentidos a los más jóvenes.
"No me gusta salir [de fiesta]. Yo lo que quiero es jugar al fútbol y tener la cabeza tranquila"
Así se pule el diamante Endrick. Sin su carácter tampoco sería posible. Se hicieron muy famosas unas palabras suyas en las que decía que odia la fiesta: "No me gusta salir. Tengo gustos más sencillos como salir a un restaurante a comer y hacer cosas con mi familia. Yo lo que quiero es jugar al fútbol y tener la cabeza tranquila. Gracias a Dios he podido vivir muchas cosas y ver otras que le han pasado a otros jugadores que no quiero repetir. Tengo que aprender de otras personas".
"No me gustaría verme envuelto en una polémica ni hacer nada que pueda ensuciar mi imagen. Por eso sólo trabajo y trato de no hacer ruido. Agradezco a Dios de haberme dado esta mentalidad porque si tuviera otra quizás ya estaría perdido. Estoy fichado por el Real Madrid y estoy jugando en el mejor club de Brasil y de Sudamérica y es responsabilidad mía mantenerlo", dijo hace pocos meses. Su madurez ya impresiona en Valdebebas, y todavía no le han visto de cerca.
La llamada de Brasil es el penúltimo paso de Endrick hacia el estrellato. Se ha hablado malintencionadamente de tácticas de marketing y cláusulas para que el Madrid pague más al Palmeiras, pero la realidad es que el delantero se ha ganado estar en la selección. La remontada de hace quince días ante el Botafogo (de 0-3 a 4-3), en la que Endrick hizo dos goles, terminó de sellar su convocatoria.
Fernando Diniz, el seleccionador interino de Brasil -donde se sigue esperando en 2024 a Ancelotti-, ya conoce a Endrick. En sus propias palabras, "es un jugador muy especial". Al técnico le impresionó lo que "produce" a su edad. También pidió "bajar un poco las expectativas" para que el chico no se sienta presionado, pero ni él se resiste a firmar que lo tiene todo para acabar convirtiéndose "en uno de esos jugadores legendarios del fútbol brasileño". Desde hoy, Endrick ya está un poco más cerca de lograrlo.