El Real Madrid le dice adiós al 2023 disputando este jueves la decimoctava jornada de La Liga ante el Alavés (Mendizorroza, 21:30 horas). El partido, por supuesto, es muy importante en lo deportivo porque está en juego el liderato de la competición, pero desde primera hora de la mañana el club blanco estará jugando otra todavía más trascendental en los despachos porque se conocerá el futuro de la Superliga.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea falla este jueves sobre el 'caso Superliga', un proyecto del que el Real Madrid es alma mater y que apuesta por modernizar el sistema establecido del fútbol. Pase lo que pase, este deporte ya nunca volverá a ser lo mismo y todos los clubes, desde los más grandes hasta los que son más modestos, miran de reojo a lo que diga el TJUE.
Eso sí, lo más inmediato para el Real Madrid es precisamente lo que puede atar y lo que tiene en sus manos, es decir, el partido contra el Deportivo Alavés. Una victoria le podría poner en lo más alto de la tabla en esa preciosa y ajustada pelea que mantiene con el Girona, siempre dependiendo de lo que hagan los catalanes un par de horas antes en su compromiso contra el Real Betis en Heliópolis.
Pero aunque los de Ancelotti puedan comerse las uvas como líderes de La Liga, lo cierto es que lo harán con un sabor agridulce y no por culpa de un mal rendimiento deportivo, sino como consecuencia de las lesiones. La plaga de roturas del ligamento cruzado se ha cebado durante los últimos meses con la plantilla blanca con el último ejemplo de David Alaba.
La lucha con el Girona
Lo que está haciendo el Girona ha dejado de ser una sorpresa para convertirse ya en una realidad. Los paralelismos con el Leicester de la Premier League toman cada vez más peso y aunque sigue siendo escandaloso que los catalanes aguanten tan arriba a estas alturas del año, ya comienza a ser una costumbre de esta temporada.
Nadie lo esperaba, pero ahora mismo es el rival número 1 que tiene el Real Madrid para proclamarse campeón de La Liga. La pelea con los hombres de Míchel es encarnizada y cualquier error se paga para bajarse del liderato, así que los blancos quieren seguir haciendo su trabajo y meter presión con una nueva victoria ante el Deportivo Alavés para intentar irse de vacaciones en lo más alto.
Los de Ancelotti llegan en un momento dulce, aunque en realidad casi llevan así desde que arrancó la temporada. Tan sólo una temporada en lo que va de curso han tenido que lamentar, un camino que les ha llevado a pelear por el liderato de La Liga y a los octavos de la Champions League donde ya espera el Leipzig de forma plácida, con seis triunfos en las seis jornadas. El único equipo, junto al City, que lo ha conseguido.
La revelación y estrella de estos últimos meses tiene nombre propio y se llama Jude Bellingham. El inglés se ha ganado el cariño del madridismo y la admiración del público en general con una capacidad asombrosa para hacer goles y una serie de actuaciones impresionantes en su primer año como blanco. Es el santo y seña y el Real Madrid tiene un tesoro con él.
La plaga de lesiones
Todo esto lo está consiguiendo el Real Madrid con media plantilla de baja. Y para muestra, el ejemplo de lo que sucederá en Vitoria esta misma noche porque en Mendizorroza no jugarán Alaba, Militao, Courtois, Camavinga, Carvajal, Arda Güler, Mendy y Vinicius.
Ocho futbolistas ausentes por diferentes dolencias físicas, y varios de ellos que serían titulares en condiciones normales en el equipo de Carlo Ancelotti. A este tipo de contratiempos se está sabiendo reponer el Real Madrid desde el minuto 1 de esta temporada, especialmente por la pesadilla que le está azotando con la rotura de los ligamentos cruzados.
Primero fue Courtois el que dijo adiós al curso y obligó a poner en marcha un plan de emergencia en la portería, y poco después se unió Militao. Dos piezas claves en la defensa que se despedían sin ni siquiera haber arrancado. A ellos se le sumó hace apenas unos días David Alaba, otro miembro de la defensa, que puede llevar a los blancos al mercado durante este invierno.
Más allá de estas lesiones graves que borran a un jugador durante toda la temporada, el Real Madrid sigue sin suerte con Arda Güler, que todavía no ha llegado a debutar con la camiseta blanca. Tchouaméni estuvo varias semanas de baja, y Camavinga y Vinicius, como consecuencia del virus FIFA, todavía siguen sin estar a punto.
Ancelotti, no obstante, ha encontrado la manera de encajar las piezas y de que apenas se noten estas ausencias tan notables que tendrían que haber mermado el rendimiento del equipo. Así, mientras miran de reojo al futuro por la Superliga, está en juego un liderato de La Liga.