El Real Madrid logró una nueva victoria esta temporada y lo hizo de manera clara frente a la Arandina en un intenso duelo de Copa del Rey. Carlo Ancelotti no tuvo que recurrir a muchas de sus estrellas para superar al cuadro burgalés. Aún así, jugadores de la talla de Jude Bellingham pudieron disfrutar del encuentro desde el banquillo.
El futbolista inglés, pese a no disputar un solo minuto, acabó siendo uno de los protagonistas del partido. Jude Bellingham tuvo uno de esos gestos que le engrandecen como persona y que demuestra que entiende cómo funciona todo tanto dentro como fuera de los terrenos de juegos.
Jude Bellingham dejó dos momentazos en El Montecillo, el campo del Arandina. El primero de ellos llegó antes de comenzar el encuentro de Copa del Rey de dieciseisavos de final. Mientras se celebraba un concierto en el campo para amenizar la espera, el inglés salió a inspeccionar el terreno de juego.
Una vez allí, los aficionados comenzaron a ovacionarle y Jude optó por devolverle el saludo. Además, decidió emplear parte de su tiempo echándose fotos con los niños y seguidores locales en su camino hacia el túnel de vestuarios. Una muestra de su campechanía y entrega, puesto que se podía haber ahorrado ese detalle debido al gélido frío que imperaba ya en Aranda del Duero en esos momentos.
El segundo de ellos ocurrió cuando el partido se encontraba ya en la segunda mitad. La temperatura sobre el terreno de juego fue disminuyendo bruscamente según avanzaba el encuentro y se llegó a situar por debajo de los 0 grados. Esto hizo que muchos futbolistas utilizasen mantas o chaquetones para evitar que el frío entrase en sus cuerpos.
Jude Bellingham apreció que uno de los jóvenes recogepelotas que estaba en las inmediaciones del banquillo se encontraba completamente congelado. Por eso decidió entregarle una manta al joven en el minuto 70, justo poco después de que se realizase el cambio de Mario Martín por Nico Paz. Un gesto que agradeció el chico y que además le sirvió para llevarse un detalle del Real Madrid.
La grada, siempre atenta a lo que ocurre sobre el campo, no dudó en agradecerle el gesto a Bellingham. Centenares de aficiones le dedicaron un sonoro aplauso sobre el terreno de juego mientras el chico sonreía tímidamente tras ir entrando poco a poco en calor.
Dos acciones que demuestran cómo Jude Bellingham está pendiente de lo que rodea a los terrenos de juego y de que siempre tiene puesto el ojo en lo que sucede alrededor. Un futbolista que no para de crecer, pero que no se olvida del aficionado, uno de los elementos más importantes de este deporte.