Vinicius y diez más. Estuvo casi dos meses fuera de los terrenos de juego por lesión y hasta llegó ser discutido en algunos momentos de la temporada, pero el brasileño ha vuelto para quedarse. Él solo se encargó de tumbar y de humillar a un Barça (4-1) que sigue en caída libre y que tiene más que nunca a Xavi Hernández al filo del precipicio. [Así vivimos la victoria del Real Madrid ante el Barcelona]
Los blancos pasaron como una auténtica apisonadora por encima del Barcelona y se proclamaron campeones de la Supercopa de España gracias a un hat-trick de Vinicius y otro gol más de Rodrygo. Fue un partido prácticamente perfecto para los blancos, que tan sólo se vieron ligeramente intimidados por un golazo de Robert Lewandowski.
El Madrid fue mejor. El césped reflejó el diferente momento que atraviesan ambos equipos, con los blancos lanzados hacia el éxito y los culés sin saber exactamente qué rumbo seguir. Mientras que Ancelotti tiene el mando y a los suyos bien orientados, Xavi cada vez está más discutido y comienza a peligrar en serio su puesto en el banquillo.
El Real Madrid sumó su primer título de la temporada. Es claramente el rey de la Supercopa de España desde que se disputa en Arabia Saudí, donde se ha llevado tres de las cinco ediciones en suelo asiático. La final deja a un equipo aprovechando la fuerza de la ola que surfea y otro que se ahoga cada vez más en un naufragio que parece no tener fin.
Vinicius se gusta
En esta Supercopa de España el Real Madrid ha demostrado ser puro vértigo. Lo hizo en el partido ante el Atlético de Madrid y lo secundó en los primeros compases de la final ante el Barça. El choque dejó claro muy pronto que iba a ser de todo menos aburrido para los espectadores porque los dos se dejaron ver enseguida por las áreas contrarias.
Sin embargo, en este duelo de rachas y de estados mentales totalmente enfrentados, salió a relucir el poderío de quien está cargado de moral. A las primeras de cambio, el Real Madrid golpeó por medio del gran protagonista del choque. Iba a ser la noche grande de Vinicius, no había lugar a dudas.
Con la defensa del Barcelona muy adelantada, Bellingham recibió el balón cerca del círculo central y su cabeza prodigiosa para el fútbol le permitió ver la conexión clara. Percibió a Vinicius tirando un desmarque a la espalda de la zaga, a Koundé dando un paso en falso hacia adelante, y brasileño hizo el resto. Vini tuvo todo el tiempo del mundo para correr, pensar, encarar a Iñaki Peña, mandarlo al suelo con un recorte y marcar el primero a puerta vacía.
En la casa de Cristiano Ronaldo en Arabia, Vinicius le hizo un guiño y celebró su primer gol al más puro estilo CR7. Aquello fue tan sólo el inicio de un ciclón, de una auténtica exhibición que vino a poner de relieve lo que todo el mundo ya sabía, que el Real Madrid está imparable y que el Barça ahora mismo es un equipo completamente fundido.
Iñaki Peña salvó poco después el tanto de Rodrygo, pero de lo que no se iba a librar iba a ser del segundo de Vinicius. Rodrygo ganó la espalda por el costado derecho, puso un centro raso al segundo palo y allí estaba su compatriota para, libre de marca, empujar y doblar la renta. El Barça hacía aguas camino del drama más absoluto.
Ferran encontró un pequeño resquicio para la esperanza culé con un disparo al larguero. El partido se había vuelto loco. Esta Supercopa tiene algo que invita al desgobierno de este tipo de encuentros, y Ferran volvió a intentarlo poco después. Era el único del Barça que conseguía llevar algo de peligro.
Con el Madrid cómodo sobre el terreno de juego y casi pensando que tenía encarrilada la final, llegó el zarpazo más inesperado de los azulgrana. En un balón que casi caía con nieve tras el despeje de la zaga blanca, Lewandowski hizo magia y se resarció de tantas discretas actuaciones que había firmado en partidos anteriores. El polaco enganchó una volea maravillosa ante la que nada pudo hacer Lunin.
De repente, el Barça volvía a tener vida, pero a perro flaco todo son pulgas y esto tan sólo fue un espejismo. El Madrid no se amilanó y volvió a buscar la portería del Barça. Vinicius buscó un remate de cabeza y se encontró con un agarrón de Araujo, así que Martínez Munuera señaló penalti. El brasileño asumió galones, respiró hondo e hizo el tercero. Hat-trick en la primera mitad. Brutal.
Se completa la humillación
El Barça llegó muerto al descanso de la Supercopa, consciente de que cada vez se asoma más al abismo, y eso se notó también en la segunda mitad. Trató de hacerse con el control, pero Lunin pasó prácticamente desapercibido ante la posesión culé.
El Real Madrid estaba cómodo sobre el terreno de juego y Xavi Hernández echó el resto. Joao Félix, Fermín y Lamine Yamal entraron al césped buscando una reacción casi milagrosa, pero cuando vienen mal dadas es muy complicado encontrar que la moneda salga del lado de la cara.
De hecho, todo fue a peor para el Barça cuando Rodrygo puso la puntilla. Faltaba el otro brasileño en marcar, y lo hizo después de un mal despeje de Koundé, que dejó el balón muerto dentro del área. Rodrygo agradeció el regalo y mandó el esférico a guardar sin que Iñaki Peña pudiera hacer nada.
Más allá del resultado, suficientemente claro, lo que se estaba viendo en el campo era lo más parecido a una humillación por parte del Real Madrid al Barcelona. Pero siempre se puede caer un peldaño más, así que el Barcelona se quedó con diez futbolistas por la expulsión de Araujo tras una patada a Vinicius.
Esta acción completó el drama de la defensa culé, que ahora mismo con Araujo y Koundé tiene a dos centrales que son dos flanes y que están muy lejos de su mejor nivel.
Desde ahí hasta el final fue un auténtico paseo blanco y casi fue un milagro que el marcador no fuera todavía más amplio. Brahim o Belligham gozaron de ocasiones para haber hecho más grande la renta, y también hubo algún conato de enfrentamiento que por suerte no pasó a mayores.
El Real Madrid suma su decimotercera Supercopa de España y reduce la distancia en la carrera con el Barcelona.
Real Madrid 4 - 1 FC Barcelona
Real Madrid: Lunin; Carvajal, Nacho, Rüdiger, Mendy; Tchuaméni, Kroos (Modric, min.81), Valverde (Ceballos, min.86), Bellingham (Joselu, min.86); Vinicius (Camavinga, min.81) y Rodrygo (Brahim, min.77)
Barcelona: Iñaki Peña; Araujo, Kounde, Christensen, Balde; Frenkie de Jong, Sergi Roberto (Fermín, min.61), Gündogan, Pedri (Joao Félix, min.61); Ferran Torres (Lamine Yamal, min.61) y Lewandowski.
Goles: 1-0: Vinicius, min.7. 2-0: Vinicius, min.10. 2-1: Lewandowski, min.33. 3-1: Vinicius (p,), min.39. 4-1: Rodrygo, min.63.
Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Mostró tarjeta amarilla a Sergi Roberto (min.40), Bellingham (min.43) y Rüdiger (min.62) y expulsó por doble amonestación a Araujo (min.37 y 71).
Incidencias: Final de la Supercopa de España disputado en el Al-Awwal Park de Riad (Arabia Saudí) ante unos 25.000 espectadores.