En el Real Madrid se frotan las manos con Kylian Mbappé. A nadie pilla ya por sorpresa una actuación como la de este martes en Anoeta, pero es la enésima demostración del delantero francés de que es uno entre un millón. Un doblete suyo sentenció la eliminatoria de Champions League contra la Real Sociedad y alzó al PSG como un serio aspirante al título.
El ruido no afecta a Mbappé, que a sus 25 años está acostumbrado de sobra a los focos. En los días previos se habló más de su relación con Luis Enrique, el enfado del jugador por las últimas decisiones del técnico y la preparación del PSG para un futuro cercano sin su gran estrella. Fue saltar al campo y todo se olvidó.
Tal fue el recital, que Luis Enrique sacó pecho de su jugador como pocas veces a sabiendas que en unos meses no lo tendrá en sus filas. "Marca 50 goles y da 25 asistencias con cualquier entrenador y con cualquier equipo. Para mí, es el mejor jugador del mundo en el último tercio, imparable". Un aviso en toda regla para todos los rivales del Madrid sobre lo que se les viene a partir del verano.
Luis Enrique elogió la actuación de Mbappé: "Hoy quizás ha estado más fijo en la banda izquierda de lo que suele estar, porque le interesaba al equipo y porque queríamos dejarle libre en el último tercio, en el que es letal".
Destacó la forma que tiene de ver Mbappé las necesidades del juego: "Hoy ha hecho también un buen partido cuando la situación del juego requería de aguantar el balón y atacar la profundidad". "A Kylian no hace falta que le gestione, se gestiona él sólo", declaró el técnico asturiano al que nunca le ha gustado el excesivo protagonismo sobre alguno de sus jugadores. Pero Mbappé es imparable.
Con el PSG en cuartos de final en la Champions League, Luis Enrique quiso quitar hierro a las tensiones recientes con Mbappé: "Lo que vende es echar mierda y que haya jaleos. ¿A quién le interesa la verdad? No tengo problemas con ningún jugador, sólo que algunas decisiones puedan gustar más o menos". De momento, a ambos les ha servido la conversación privada que tuvieron el pasado sábado.
Mbappé, que también dio unas breves declaraciones tras el partido, negó que haya mal rollo entre él y Luis Enrique: "Tengo muchos problemas, pero ninguno con el entrenador". De su futuro sigue sin hablar en público y, probablemente, no lo hará hasta que el PSG haya terminado su participación en la Champions.
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El PSG, como el Bayern Múnich, ya espera rival para la siguiente fase de la Champions. Si el Real Madrid hace buena su ventaja contra el RB Leipzig, habrá grandes probabilidades de que el sorteo le empareje con Mbappé y el conjunto parisino. Sería el bombazo de la temporada... pero mejor no anticiparse.