Doce semifinales en catorce años. El Real Madrid vuelve a estar en la antesala de la final de la Champions League y se mide al Bayern Múnich. El Clásico europeo regresa. Tras 26 enfrentamientos entre ambos equipos, otra vez se ven las caras y uno de los dos logrará el billete para Wembley. El primer asalto se juega este martes en Alemania (21:00 horas).
El duelo en los banquillos lo protagonizan Carlo Ancelotti y Thomas Tuchel. El italiano se mide al equipo que dirigió entre 2016 y 2017 y ante el que no sabe lo que es perder (6 victorias y 2 empates). El alemán, por su lado, se mide a los blancos dirigiendo a un cuarto equipo diferente y sólo una derrota en su historial (1-3 con el Chelsea, en los cuartos de final de 2021/2022).
Entre ambos entrenadores hay nueve precedentes, con resultados dispares (cuatro victorias para Tuchel, tres para Carletto y dos empates). Sus duelos les han llevado a sentir una admiración mutua. Ancelotti alabó al germano diciendo de él que "es un gran entrenador, espectacular a nivel táctico". El técnico Bayern resumió en tres palabras lo que piensa sobre el italiano: "Es una leyenda". Sus pizarras chocan de lleno una vez más en la fase más decisiva de la Champions.
El Madrid de Ancelotti tiene un espejo donde mirarse: el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso. El conjunto alemán es la revelación de la temporada en Europa y hace tres fines de semana que celebró el título de la Bundesliga, el primero en toda su historia. El Bayern Múnich claudicó en Alemania tras once años ininterrumpidos de dominio. También se llevó su mayor repaso de la temporada ante el conjunto que dirige el técnico español.
El pasado 10 de febrero, el Leverkusen ganó en su casa por 3-0 al Bayern. Aquel triunfo abría una brecha que jamás se cerraría en el liderato del campeonato alemán. Sólo once días después se anunciaría que Tuchel dejará el banquillo del equipo de Múnich a final de temporada.
Al Bayern no le funcionó nada en aquella derrota contra el Leverkusen. Tuvo la posesión (61%) e hizo muchos más pases (653 a 419), pero estuvo anulado en ataque. Los de Xabi aguantaron el único momento de dominio bávaro, los primeros 15 minutos, y a partir de ahí tomaron el control dando la pelota a su rival.
Sin un '9' puro sobre el campo, los goles del Bayer llegaron al contragolpe. En el 18' marcó Stanisic y en el 50' Grimaldo, los dos carrileros del equipo local. Ya en el descuento del partido anotó Frimpong -otro lateral- en una jugada en la que Neuer subió a rematar un córner a la desesperada. El Bayern Múnich sólo disparó en una ocasión a puerta y no fue Harry Kane.
Aunque el Bayern ha tenido casi tres meses para resolver errores que cometió aquel día, la derrota contra Xabi Alonso, alumno aventajado de Ancelotti, dejó aprendizajes que ha podido tomar el Madrid para afrontar la eliminatoria de Champions. El Leverkusen y el equipo blanco son equipos que, con sus diferencias tácticas -y sobre todo técnicas-, juegan rápido y en la mayoría de ocasiones sin un delantero de referencia.
Fiel al estilo que ha definido a muchos de sus equipos a lo largo de su carrera, el Bayern de Tuchel suele partir con 4-2-3-1. Ante el Leverkusen, en cambio, jugó con tres centrales sacrificando a Kimmich en banda derecha. El alemán sí estará en el once contra el Madrid, moviendo al banquillo a Kim Min-jae o Upamecano, y Guerreiro jugará por Sacha Boey -uno de los lesionados del equipo bávaro-. El resto (salvo el posible regreso de Laimer por Pavlovic en el doble pivote) son los mismos que en aquella derrota de la que puede tomar nota el Madrid.
Vinicius y Rodrygo son la amenaza
Al Bayern, aunque intenta jugar rápido, le gusta tener el control de la pelota. Las transiciones le hacen daño y el Madrid es el mejor equipo del mundo jugando a eso. Los roles de Vinicius y Rodrygo, que podrían volver a intercambiarse las posiciones como ante el City, serán fundamentales. A horas del partido, lo esperado es que el '7' vuelva a jugar por dentro en el ataque y el '11' más echado a la banda. Tuchel no tendrá su dupla de confianza en la zaga Dier - De Ligt, por lesión del neerlandés, y su máxima preocupación será detener las internadas de los brasileños.
La duda es si el planteamiento del Madrid será más o menos agresivo. Tiene jugadores como Kroos o Bellingham para colar balones a los espacios y otros como Valverde para correr la pelota. Tchouaméni jugará y puede que de pivote, lo que serviría para cerrar más espacios atrás -con Kroos un pasito más por delante- y dar rienda suelta a los de arriba. En ese caso, Camavinga quedaría como revulsivo para la segunda mitad.
El papel de los franceses sería la principal diferencia del Madrid respecto a la ida ante el City, pero el planteamiento en líneas generales sería similar. Otro cambio sería la entrada obligada de Lucas Vázquez o Nacho en la banda derecha por el sancionado Carvajal. La sorpresa -por lo que Tchouaméni se movería al pivote- estaría en la pareja de Antonio Rüdiger en el centro de la defensa.
Militao, ¿la sorpresa anti Kane?
Ancelotti dedicó buenos minutos del entrenamiento previo al partido en Múnich a charlar individualmente con Militao. El brasileño, que jugó ya los 90 minutos contra la Real Sociedad, está preparado para afrontar la exigencia de unas semis de Champions tras recuperarse de una grave lesión. Su titularidad en Múnich tendría una clara misión: asfixiar por completo a Kane.
El delantero inglés es el jugador más peligroso del Bayern y el delantero con mayor letalidad de Europa esta temporada. Suma 35 goles en 31 jornadas de Bundesliga y siete tantos más en Champions -sólo le supera Mbappé, con ocho goles-. Militao, que se ha coronado en el pasado con grandes actuaciones europeas, sería el encargado de frenarle.
El marcaje individual que Ancelotti podría preparar de Militao a Kane sería parecido al que se vio de Rüdiger, en la ida contra el City, y Nacho, en la vuelta, a Haaland. El alemán quedaría liberado para contener toda la segunda línea de atacantes bávaros con el talentoso Musiala, que llega tocado físicamente, y el veloz Sané a la cabeza.
Duelo en la cumbre de Europa entre dos viejos enemigos. En ambos lados concuerdan en que es una eliminatoria que puede decidirse por detalles y nadie quiere dejar nada al azar. Por ello, es de esperar que el Bayern también se proteja y renuncie a un jugador ofensivo como Alphonso Davies -que suena para el Madrid de la temporada que viene- para reforzar su carril zurdo con Mazraoui y Guerreiro.
En el Madrid esperan que funcione la baza de Vinicius contra unos centrales que no destacan por su velocidad (Dier o Kim Min-jae) ni por su seguridad (Upamecano). Rodrygo siempre rinde en su competición fetiche. Bellingham, que no sabe lo que es marcar al Bayern pese a su paso por el Dortmund y tendrá delante a su amigo Musiala, también quiere que esta sea su eliminatoria. Muchos peligros a los que enfrentarse para un Tuchel que apura el final de su etapa en Múnich.