El FC Barcelona no fue rival para un PSG completamente desatado. El equipo entrenado por Pochettino realizó su mejor partido desde la llegada del argentino al banquillo. El resultado final de 1-4 habla por sí solo y en Francia ya ven los octavos de final prácticamente alcanzados. Tras la heroicidad en el Camp Nou no es para menos. El PSG fue notoriamiente superior y los de Koeman apenas dieron la batalla tras el primer gol.
El fiel reflejo de esa superioridad parisina fue la narración que realizaron en RAC1, una de las radios que, por su ámbito en Cataluña, acostumbra a retransmitir con total euforia los partidos del FC Barcelona. En el caso de esta ida de octavos de final de la Champions League, el ambiente fue completamente negativo ante lo que se estaba produciendo en el césped del Camp Nou.
Tras el primer tanto de Messi antes de la media hora de juego y gracias a un polémico penalti, llegó el tanto del empate de Mbappé. Una jugada que prácticamente se generó el propio delantero en el área a base de regates y un lanzamiento imparable. La narración de la emisora catalana no pudo ser más fiel a la realidad: "Golazo. Golazo del PSG. Golazo de Mbappé. Ha superado a Lenglet en el uno contra uno como ha querido. Tiro imparable".
Sin embargo, el "gol de Mbappé" se repetiría hasta en dos ocasiones más. El delantero francés firmó un hat-trick para enmarcar y en los micrófonos de RAC1 no podían hacer más que rendirse al potencial del goleador. "Gol de Mbappé. Se veía venir. Pase en profundidad, el centro", cantaron durante el 1-2 que suponía darle la vuelta al marcador.
El tercero de Mbappé y que suponía el 1-4 definitivo en el Camp Nou, los comentarios fueron mucho más tajantes y concisos. "Madre de Dios", se escuchaba entre uno de los comentaristas presentes. "Golazo de rosca de Mbappé", recalcaba el narrador del encuentro. Las reacciones alrededor no podían ser más tétricas: "Koeman, completamente abatido en el área técnica. Los jugadores del Barça se miran, no saben qué decirse".
El Barça, descolocado
El conjunto azulgrana no encontró ninguna solución para frenar el rodillo del PSG. Los de Pochettino fueron claramente superiores y ni Koeman supo concretar en qué había destacado el rival. El técnico azulgrana aseguró que el físico del conjunto francés marcó la diferencia en la segunda parte y explicó que la velocidad del PSG para empatar el marcador también hizo mella en la mentalidad blaugrana. Koeman llegó a reconocer que tienen "muy pocas opciones" de pasar.
El claro ejemplo de lo difícil que fue frenar a jugadores como Mbappé fue el de la bronca netre Piqué y Griezmann. El central catalán, que regresaba tras una larga recuperación física, tuvo sus más y sus menos con el delantero culé por su falta de implicación en defensa. Tanto que Griezmann, pese a pedir calma a su compañero, acabó protagonizando esta pequeña pelea dialéctica con el veterano central azulgrana.
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