Desmantelada una fábrica ilegal de tabaco que producía más de dos millones de cigarrillos al día
La Guardia Civil, en el marco de la operación 'Dolium', coordinada por Europol (a través de su oficina móvil), ha desmantelado una fábrica ilegal de tabaco que producía al día más de dos millones de cigarrillos y ha detenido a 18 personas, diez en Granada y ocho en Málaga, presuntamente pertenecientes a una organización criminal dedicada a la fabricación ilegal de tabaco.
El Instituto Armado ha informado en una nota de prensa de que en la operación se han realizado ocho registros --seis en Granada y dos en Málaga--, y ha destacado que entre los detenidos se encuentra uno de los máximos responsables de la organización, que en el momento de la detención estaba coordinando operaciones inminentes de distribución del tabaco producido ilegalmente.
Además, se ha desmantelado una fábrica ilegal en Granada en la que habían invertido cerca de tres millones de euros para su puesta en funcionamiento, interviniéndose diez toneladas de hoja de tabaco, cuatro toneladas de picadura de tabaco y 4,5 millones de cigarrillos.
Esta fábrica tenía capacidad para fabricar dos millones de cigarrillos al día, situándose en unos niveles de producción similares al de cualquier fábrica legal, según ha detallado la Guardia Civil.
Asimismo, la fábrica presuntamente asumía todo el proceso de elaboración del tabaco, desde la recepción de la hoja, picadura, confección de los cigarrillos, creación de las cajetillas completas, composición de los palés y posteriormente su distribución.
Venta al por menor
Fruto de las investigaciones, los agentes constataron que la presunta organización criminal había creado su propia marca "con la que pretendía ir teniendo una mayor presencia en el mercado a través de una distribución al por menor fuera del cauce legal".
Los trabajadores de la fábrica, en su mayoría, eran alojados en distintos pisos francos que tenía la organización en la provincia de Málaga. Estos operarios, expertos en la producción de tabaco, llevaban a cabo jornadas de trabajo que superaban las doce horas en instalaciones insalubres sin las medidas de seguridad laborales mínimas, según explica la Benemérita.
Por otro lado, tanto los elementos de producción, como la maquinaria, hoja de tabaco, filtros o cartonaje, nunca eran transportados directamente a la fábrica. La organización poseía en las inmediaciones de la capital granadina otra nave donde se dirigían todos los componentes, permaneciendo allí varios días a modo de cuarentena, con el fin de preservar el centro de producción de la posible acción policial, según ha relatado el Instituto Armado.