Lo cuenta este lunes el diario ABC. El bautizado como pacto «Frankenstein», que une al PSOE de Pedro Sánchez con independentistas catalanes, Unidos Podemos, nacionalistas vascos y los herederos de Batasuna, se va haciendo fuerte en esta precampaña electoral. Según el último barómetro de GAD3/ABC, el PSOE mantiene su tendencia al alza y sumaría 189 diputados junto a los partidos que auparon a Sánchez a La Moncloa, lo que sobrepasa claramente la barrera de los 176 escaños, que marca la mayoría absoluta. Al mismo tiempo, el centro-derecha se desinfla, arrastrado sobre todo por una caída sostenida de Ciudadanos, y se quedaría ahora con 161 diputados.

El PSOE podría reeditar el mismo pacto que le llevó al Gobierno en junio de 2018, pero con más fuerza todavía. Lo socialistas registran un 30,6 por ciento de estimación de voto, 1,7 puntos más que en el barómetro de febrero. Serían 134 diputados, exactamente los mismos que consiguió el PP en las elecciones de junio de 2016, a los que sumó los dos de UPN y otro más de Foro Asturias.

La subida del PSOE es simultánea al declive de Unidos Podemos, que solo lograría 30 diputados, con un 11,8 por ciento de voto. El pacto «Frankenstein» incluye al partido de Oriol Junqueras y Gabriel Rufián, que sumaría un 2,8 por ciento de voto y 12 diputados. El partido independentista ahora hermano de ERC, la antigua Convergencia, en este momento PDECat, obtendría cinco diputados más. Todos estos diputados unidos a los seis del PNV y a los dos de Bildu suman 189 escaños, con el PSOE al frente. Son 12 más que el mes pasado. Supone el 48,5 por ciento de estimación de voto, frente al 46,8 por ciento del barómetro anterior.

Por otra parte, en la encuesta del mes pasado, PP, Ciudadanos y Vox sumaban 173 escaños, 12 más que este mes de marzo, con un 49,7 por ciento de estimación de voto entonces. En un mes se han dejado por el camino 2,5 puntos. ¿Dónde ha ido ese voto?

Por un lado, parece evidente, según explica ABC, que hay un trasvase de votos del PP a Vox: el primero pierde 1,1 puntos y el segundo gana 1,3. Pero es una corriente «intrabloque» del voto. En el barómetro se observa otro trasvase «entre bloques». En concreto, Ciudadanos se deja en apenas dos semanas 2,5 puntos, que serían sus votantes más de centro-izquierda que se están decantando ahora por el PSOE. La fuga de votos del partido de Albert Rivera ha encendido las luces de alarma no solo en Ciudadanos, sino también en el PP, que critica a ese partido por una estrategia que consideran «fallida».

Ciudadanos se queda en un 13,2 por ciento, y 38 diputados, muy lejos de su pretensión de adelantar a los dos grandes partidos nacionales. Pero la formación de Rivera se mantiene en tercera posición, por delante de Unidos Podemos y Vox. Esos 38 escaños siguen siendo más que los 32 que consiguió en las urnas en 2016, pero su tendencia desde diciembre, cuando el barómetro le situaba con 74 escaños, ha sido a la baja.

Con un 22,1 por ciento de votos, el PP solo obtendría 87 diputados, el dato más bajo que han registrado los populares. En Génova son más optimistas, y confían en no bajar de los cien, si surten efecto sus llamamientos al voto «responsable» de la derecha, como llaman al voto útil de toda la vida. Los populares no están consiguiendo frenar la sangría de votos que se les va hacia Vox. El partido de Santiago Abascal llega en este barómetro al 12,1 por ciento de voto, con 36 diputados. La moderada subida respecto al mes anterior, 1,3 puntos, la rentabiliza muy bien gracias a la ley electoral, y pasa de golpe de los 23 a los 36 diputados. Vox está a punto de alcanzar a Ciudadanos, del que solo le separan 1,1 puntos y dos diputados.