Lo que hace un año fue recibido como agua de mayo en el Conservatorio de Música 'Jacinto Guerrero' de Toledo ha acabado en pesadilla. Aunque de acabado tiene poco. Las obras de mejora de la seguridad y accesibilidad del edificio, aprobadas por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, han quedado a medias después de que la empresa adjudicataria se marchase sin concluir los trabajos.
Así, los profesores y los alumnos del conservatorio llevan todo el curso utilizando una escalera de obra (metálica y provisional) para llegar a la segunda planta del edificio, con los problemas e inconvenientes que ello implica, teniendo en cuenta que muchos de los usuarios del conservatorio son niños.
Desde la Dirección del conservatorio ubicado en el Casco Histórico de Toledo aseguran a EL DIGITAL que les consta que el propio consejero de Educación, Ángel Felpeto, ha puesto de su parte para solucionar el problema pero se quejan de que la burocracia está retrasando excesivamente la finalización de unas obras que debían haber acabado antes del inicio del presente curso.
Las mismas fuentes desconocen por qué la empresa adjudicataria dejó los trabajos a medias (consistían en instalar un ascensor, entre otras cuestiones) pero aseguran que allí "dejaron la escalera y una hormigonera pero ni un solo trabajador". Por eso, piden a la Consejería de Educación la máxima premura posible para dar solución a unas obras que han dejado patas arriba durante demasiado meses el centro formativo.