José García Molina (Barcelona, 1969), pese a ocupar la Secretaría regional de un flamante partido político, Podemos, era un educador social y profesor universitario desconocido para los castellano-manchegos en mayo de 2015, cuando se presentó a sus primeras elecciones como candidato a la Presidencia de la Junta. Su partido obtuvo dos escaños en aquella ocasión y facilitó la investidura del socialista Emiliano García-Page para sacar a Cospedal del Palacio de Fuensalida. Ahora, cuatro años más tarde, García Molina repite candidatura a la Presidencia pero lo hace sumando a Izquierda Unida, con una gran proyección pública y con la experiencia de haber sido vicepresidente segundo de la Junta desde 2017. Gobernar junto al PSOE ha tenido importantes momentos de dificultad pero está convencido de que la fórmula ha sido beneficiosa para los castellano-manchegos, a los que pide el voto para seguir haciendo a García-Page, según sus propias palabras, más socialista de lo que le gusta ser.
Las encuestas no eran favorables a Unidas Podemos y el pasado 28 de abril se confirmaron los peores pronósticos para ustedes perdiendo los dos diputados nacionales que tenían en Castilla-La Mancha. ¿Teme que pueda pasar lo mismo en las autonómicas del 26 de mayo?
Para nada. Los resultados no son extrapolables y no creo, ni mucho menos, que vaya a ocurrir lo mismo. El análisis es muy sencillo: el PP ha perdido casi la mitad de sus votos, que han ido a parar a Vox, y eso ha hecho que este partido nos supere, dejándonos sin escaños en las circunscripciones pequeñas. Pese a ello, Castilla-La Mancha es la región de la España de interior donde Podemos ha perdido menos votos, en torno a un 4 por ciento. Yo creo que nuestro suelo ya está establecido en Castilla-La Mancha y que estamos haciendo una buena campaña, por lo que solo nos queda crecer.
¿Qué mensaje están trasladando a sus votantes de 2015 que el pasado 28-A se quedaron en casa o votaron a otras opciones políticas?
Que se fijen en lo que hemos estado haciendo y, sobre todo, en lo que podríamos hacer si tuviéramos más fuerza. Solo hemos tenido dos diputados regionales en Castilla-La Mancha y hemos acabado en el Gobierno, haciendo cosas que el PSOE no hubiese hecho nunca por sí solo. Todos hemos podido comprobar que el PSOE, cuando puede gobernar en solitario y con manga ancha, dice Diego donde dijo digo. Si Unidas Podemos no es determinante el PSOE hará lo de siempre: prometer unas cosas y luego hacer otras.
Los analistas coinciden en que Pablo Iglesias contuvo la fuga de votos de Podemos mostrándose más moderado durante la campaña electoral de las generales. ¿Hay una consigna en el partido para alejarse de la radicalidad?
La palabra radicalidad viene de raíz y, para Podemos, los valores del socialismo y de la socialdemocracia, en un sentido bien entendido, siguen siendo nucleares. Vamos a seguir siendo radicales en la defensa de los derechos de las personas, defendiendo que la economía esté al servicio de la gente y no al revés, defendiendo que los privilegiados dejen de serlo a costa de la vida cotidiana de la gente, etc. Ahora bien, quizá su pregunta venga por las formas que hemos tenido de comunicar esas ideas: hay algunos que son más aguerridos y otros que somos un poco más reposados. Creo que en Podemos nos toca madurar sin envejecer y que tenemos que ir adaptándonos a los contextos, pero yo no me fijaría tanto en las formas como en el fondo
Usted, considerado barón afín a Pablo Iglesias, convocó en este mismo lugar el pasado mes de enero a una decena de dirigentes regionales de Podemos para pedirle al secretario general que se entendiese con Íñigo Errejón. ¿Se ha resentido su relación con Pablo Iglesias tras impulsar la Declaración de Toledo?
Una docena de secretarios generales nos reunimos aquí, en Toledo, para iniciar una colaboración autonómica más estrecha y para decir que este partido necesita unidad y cooperación en vez de competición. Dijimos claramente que no habíamos venido a la política para estar hablando todo el tiempo de ese tipo de cuestiones internas sino para estar pendientes de nuestro proyecto de país y de comunidad. El llamamiento fue unánime y atendido por la dirección nacional. Yo mismo estuve hablando con Pablo y lo entendió, aunque la realidad es que los resultados... A mí me hubiera gustado que hubiésemos ido juntos en Madrid y en todos los territorios, pero hay mucha disparidad de criterios y en algunos lugares ha podido ser y en otros no.
Se publicó que la dirección nacional de Podemos no tenía constancia de esa reunión en Toledo y que Pablo Iglesias había visto cuestionada su autoridad. Algunos medios, incluso, dijeron que usted estaba tratando de emerger como líder nacional entre Iglesias y Errejón...
Mi relación con Pablo sigue siendo buena. No tengo ningún problema con él. De hecho, Pablo tiene que ser el líder de este partido porque es la persona más capacitada para ello y la que mejor nos representa. En definitiva, no creo que los problemas más importantes sean una cuestión de personas sino de dinámicas que se han instaurado y que hay que cambiar.
Tengo la impresión de que, con la llegada de nuevos partidos políticos, cada vez prestamos más atención a los liderazgos y menos a las propuestas. ¿Sobre qué pilares se asienta el programa electoral de Unidas Podemos en Castilla-La Mancha?
Cuando entramos en el Gobierno de Castilla-La Mancha dijimos que veníamos a generar estabilidad y garantías para la gente; ese es el late motiv de nuestro programa. Ya hemos implementado el llamado Plan Podemos y el siguiente paso es aprobar la futura Ley de Garantías Ciudadanas, que no ha salido en esta legislatura porque el PSOE se ha echado atrás en el último momento. Implicaba no solo una mayor prestación de servicios y coberturas a la ciudadanía sino, sobre todo, otra manera de pensar en una Administración que va todavía demasiado lenta, que es demasiado costosa y que tiene que mejorar mucho en sus modos de funcionamiento para ser más eficaz. Por eso, desde Podemos apostamos por la racionalización de la Administración Pública, pero no en la racionalización que piensa el PP, que significa recortes. Nosotros tenemos claro que hay que proteger al sector público, que es esencial porque a través de él se gestionan la sanidad, la educación, los servicios sociales, la dependencia y todas aquellas políticas que han servido para crear el denominado Estado del Bienestar, del que se habla poco pero que es el gran logro de las democracias modernas para que la gente viva mejor. Además, tenemos que modernizar el sector primario, sobre todo en su distribución, comercialización y externalización, apostando por las cooperativas agroalimentarias pero sin convertirnos en una tierra de grandes explotaciones; y también hay que modernizar las tecnologías e infraestructuras.
En 2018 presentaron lo que llamaron "Estrategia 9/19. Medidas para gobernar", que incluía complementos autonómicos a las pensiones más bajas, matrículas universitarias gratuitas, bonificaciones del 100 por 100 de la cuota de autónomos, etc. ¿Por qué no han podido llevarse a cabo durante su estancia en el Gobierno de Castilla-La Mancha?
Todo lo que planteábamos en el 9/19 está casi íntegramente al programa electoral. Si todavía no hemos podido implementar estas medidas ha sido por dos elementos: falta de tiempo por nuestra parte, porque priorizamos la Ley de Garantías y la Ley de Participación cuando entramos en el Gobierno, y falta de voluntad por parte de nuestros socios del PSOE. El programa de Unidas Podemos incluye la gratuidad de la educación infantil en el tramo de 0 a 3 años, gratuidad de las matrículas universitarias para los estudiantes que aprueben en primera convocatoria, una cuota cero mensual para autónomos que facturen por debajo del Salario Mínimo, etc.
¿Sigue pensando que fue acertado entrar en el Gobierno del socialista Emiliano García-Page con tanta desigualdad de fuerzas?
Nosotros hacemos que Emiliano García-Page sea bastante más socialista de lo que es. Sin Podemos en el Gobierno, muchas cosas de las que han pasado no habrían pasado. Tanto en la actividad de las Cortes como en la acción del Ejecutivo: desde la apuesta clarísima por la educación pública y una cierta minoración de la concertada-privada, hasta el aumento del profesorado, la bajada de ratios, las pagas del profesorado interino en verano... Se han conseguido muchas cosas que sin Podemos en el Gobierno tengo muchas dudas de que hubieran pasado.
A muchos ciudadanos les puede sorprender que califique como positiva su participación en el Gobierno de Castilla-La Mancha cuando sus dos grandes proyectos de ley, el de Garantías de Rentas y el de Participación Ciudadana, no han logrado ser aprobados en las Cortes. ¿Entiende que haya votantes de Podemos que puedan sentirse decepcionados?
Lo pienso completamente al revés. Debieran ser los socialistas de corazón los que se pregunten por qué García-Page y el PSOE bloquean leyes tan potentes, quizá con una mirada partidista y no mirando a la Región. Nosotros hemos hecho nuestro trabajo y hemos demostrado de que somos capaces de redactar las leyes más avanzadas del país. Muchísima gente de otras comunidades, y de otros partidos que no son Podemos, se ha interesado por esta Ley de Garantías porque es muy innovadora. Estoy seguro de que va a salir en la legislatura que viene.
¿Nunca han valorado la posibilidad de salir del Gobierno de Castilla-La Mancha?
Esa opción o la de quedarse se valora todos los días en función de cómo funcionan las cosas, pero hemos dicho muchas veces que estar en un cogobierno implicaba acuerdos y también implicaba renuncias. El PSOE también ha tenido también que renunciar a muchas cosas, pero quizá se les ha dado menos publicidad. Creo que juntos hemos caminado mejor, sabiendo que todos nos hemos dejado pelos en la gatera.
¿Ni siquiera pensaron en dimitir el día de febrero en el que, minutos después de comparecer usted junto a la consejera Inmaculada Herranz para anunciar la aprobación del Proyecto de Ley de Garantía de Ingresos y Garantías Ciudadanas, Nacho Hernando anunció en la misma sala de prensa que el texto no iba a ser tramitado? ¿No fue una humillación?
No me sentí humillado. Me sentí extrañado. La parte de la historia que yo puedo explicar es el trabajo que hemos hecho desde Podemos. Lo que ha pasado después lo tendrá que explicar la parte socialista del Gobierno. Nosotros tenemos la conciencia muy tranquila porque nuestro trabajo está muy bien hecho.
En aquella ocasión, Nacho Hernando justificó la paralización de dicha ley por la actitud "díscola" del diputado de Podemos David Llorente en las Cortes regionales. ¿Le sonó a excusa?
Eso tenía una solución muy fácil: se llevaba la ley a las Cortes y se comprobaba si salía adelante o no. Estoy convencido de que los dos diputados de Podemos hubiesen votado a favor de la aprobación de la ley.
¿La división del grupo parlamentario, con David Llorente por un lado y María Díaz enfrentados, ha lastrado la actividad política de Podemos en Castilla-La Mancha?
Obviamente ha habido diferencias de criterio, eso es evidente. Diferencias como las que hay en el PSOE y en el PP pero, más allá de todo lo que se ha publicado y de todo lo que se ha dicho, Podemos siempre ha mostrado unidad de voto en las Cortes porque tenemos las cosas muy claras.
¿Para usted es un alivio que David Llorente no repita en la candidatura de Podemos?
Él ha decidido bajarse y es una decisión de David Llorente que veo con completa normalidad. Hay otros compañeros que tampoco van a presentarse y otros nuevos que han llegado. La vida política es eso.
Ahora va a tener que entenderse no solo con los suyos sino también con Izquierda Unida. ¿Cómo valora el proceso de confluencia que ha germinado en Unidas Podemos?
Si atendemos a lo que ha pasado hasta ahora en la región, la suma va a ser positiva. En las regionales de 2015, en las que Podemos se presentó solo, sacamos 106.000 votos; en las generales en las que nos presentamos junto a Izquierda Unida sacamos 161.000 votos, nuestro tope. En el tiempo que viene, más allá del puro tiempo electoral, hay que empezar a pensar ya en sujetos políticos nuevos y de unidad. El gran reto pendiente de las fuerzas progresistas siempre ha sido la unidad y yo, en la medida de lo posible y más allá de las diferencias, me voy a empeñar en que tengamos una unidad de acción. Hemos visto que a la derecha, con la división de sus discursos y de sus votantes, les ha ido muy mal.
Le pido realismo. ¿Cuántos escaños aspiran a conseguir en las Cortes de Castilla-La Mancha? ¿Se han marcado algún objetivo?
Dos como mínimo, pero la campaña electoral nos sienta muy bien. No me pongo un techo pero sí me pongo un suelo, que es repetir al menos lo que tenemos.En cada provincia nos estamos jugando un diputado con la derecha en un puñado de votos. Esos diputados no nos los jugamos con el PSOE sino con Ciudadanos o Vox, por lo que es importante que la gente progresista y los socialistas de corazón voten a Unidas Podemos.
¿Seguirá al frente de Podemos Castilla-La Mancha si no consigue alcanzar ese suelo?
Siempre hay que asumir responsabilidades en política, pero esas cuestiones no las decido yo solo sino el Consejo Ciudadano de Podemos. Analizaremos cuáles son los resultados y, a partir de ahí, estableceremos la hoja de ruta. Mi paso por la política es temporal y mi idea, cuando la gente me quiera poner ahí, es volver a la Universidad.
¿Volverá a dar clases en la universidad si Unidas Podemos no entra en las Cortes?
¡Es que ese escenario no existe! Ja, ja, ja.
Imagine que, como ocurrió en 2015, el PSOE de Page vuelve a necesitar del apoyo de Unidas Podemos para gobernar. ¿Le exigirán formar parte del Ejecutivo o puede repetirse la fórmula del pacto de investidura?
La fórmula del pacto de investidura ya la probamos y salió regular porque, cuando dejas al PSOE solo, dejan de hacer los deberes y empiezan a desentenderse de los compromisos. ¡En los presupuestos que teníamos que hacer juntos el PSOE votó en contra de las 25 enmiendas que incluyó Podemos! Si llegamos a un acuerdo será un acuerdo de gobierno porque, insisto, creo que gobernar en coalición le ha sentado bien a la Región. Desde 2017, cuando Podemos entró a formar parte del Gobierno, han mejorado los datos del PIB, de empleo, de coberturas sociales, etc. Por supuesto que las mejoras no son suficientes y que Castilla-La Mancha todavía tiene que mejorar mucho, pero el cambio en positivo no solo lo cuenta García Molina sino que lo demuestran los datos.
El coqueteo entre PSOE y Ciudadanos ha sido reiterado en Castilla-La Mancha durante las últimas fechas. ¿Usted da por hecho de que habrá pacto entre ambos partidos si les salen las cuentas?
Ese pacto es más que probable. Emiliano García-Page y Juan Carlos Girauta ya lo ha dicho en vivo y en directo. Efectivamente, García-Page se siente mucho más cómodo con Ciudadanos que con Podemos, pero porque nosotros le obligamos a llevar políticas mucho más socialistas de lo que a él le gusta hacer.
Sin embargo, en el debate electoral del pasado lunes la candidata de Ciudadanos, Carmen Picazo, dijo que "habrá cambio si da la suma". ¿Lo interpreta como un guiño al PP?
Respecto a Ciudadanos nada me extraña. Ellos han sido creados por los bancos para ser la muleta de los intereses privado. Harán lo que les manden.
¿Descarta que la suma de PP y Vox pueda ser suficiente para que la derecha gobierne en Castilla-La Mancha?
No creo que al PP le vaya a dar la suma con Vox para gobernar Castilla-La Mancha. Pero, además, sería una noticia terrible para esta Región que entrase en el gobierno un partido que cuestiona las libertades esenciales y los derechos de la gente en general y de las mujeres en particular. El PP se equivocaría abrazándose a Vox porque, aún siendo un antagonista político para Unidas Podemos, tiene un ala liberal moderada y constitucionalista que, hasta ahora, no le ha funcionado mal. Cuando el PP se ha querido convertir en la copia de su propia copia le ha ido muy mal.
Le invito a que me cuente cuál es su pronóstico electoral...
No suelo hacerlo... Ciudadanos siempre suele estar inflado en las encuestas, al contrario que nosotros. Yo apostaría porque la gobernabilidad de Castilla-La Mancha va a seguir la senda que tiene ahora, porque le ha ido bien a la Región. Creo que vamos a poder reeditar un cogobierno entre el PSOE y Unidas Podemos.